ROTTALE (afterdeath).

Otro lugar

Reaper posó su mirada en el cuello de Geno, dándole suaves besos en el lugar, para pasar a suaves mordidas, haciéndole sentir algo incómodo.
-Tranquilo, solo bromeo, no es buena idea tener ese tipo de cosas cuando estás tan sensible, pfft-

Bajó un poco más, yendo hacia el pecho, acariciándolo, depositando besos mientras evitaba las vendas alojadas en esa zona.
-Aún así, solo quiero molestarte un poco-

Levantó la mirada, viendo lo mucho que estaba asustado, le gustaba ese rostro.

-Ya veo~...no te gusta aquí, Jumm...bien, entonces solo dame un segundo y termino-.

Bufó un poco, mientras que bajaba sus manos hacia su "vientre" apenas abultado, se sentía alegre de uno de sus errores. No es políticamente ni socialmente correcto el estar feliz de haber logrado "amarrar" a tu novio, de esta forma.

-Bien, he terminado por aquí-

Se acercó a su rostro, dándole un beso mientras que con sus manos le limpiaba las lágrimas de su rostro.

-Tranquilo~...no pasa nada, ¿si?, solo somos los dos, teniendo una agradable noche mientras hablamos de nosotros-.

Se recostó en la cama, cruzándose de brazos y tapándose, dejando caer su cuerpo junto al de su amado.
-¿Quieres un abrazo?~-
Abrió sus brazos, esperando que respondiera afirmativamente. El muerto asintió, para después tomar lugar en el pecho de la muerte, siendo abrazado por el. Comenzó a acariciar su espalda, sintiendo como sus ojos se cerrarían en cualquier momento.

-Eres tan tierno-
Le besó la cabeza, mientras intentaba calmarlo.
-Y es una lástima no poder mostrarte lo mucho que me gusta este cuerpo tuyo~...-
Mencionó de forma coqueta, mientras sentía como el corazón de su amado se calmaba.
-Si...es...una lástima-

Se dieron un último choque de dientes, para terminar durmiendo.

La mañana llegó, iluminando el cuarto con la luz de la madrugada, pintando de luz amarillenta y anaranjada la habitación. El muerto se encontraba aferrado a una almohada, mientras que se intentaba animar con la túnica de la muerte. Se la había puesto, empezando a sentir como si lo estuviese abrazando.

Una parte de su ser le desagradaba esa sensación de "estar abrazado", pero otra se sentía reconfortada por ello, esto le estaba causando una pelea interna.

Suspiró pesadamente, sintiendo que se tranquilizaba un poco. Tomó asiento a la orilla de la cama, esperando a sentirse lo suficientemente bien como para pararse e ir al baño.

Dejó de lado su almohada, tomando fuerzas, levantándose con lentitud de aquella cama. Dió unos cuantos pasos pesados, agarrándose de todo lo que estuviese a su disposición.

Llegó al baño, hizo lo que debía hacer, se lavó las manos y volvió a ir hacia su cama.

Por un descuido suyo, cayó al suelo, cayendo de centón, soltando un quejido de dolor, por el golpe.

No tuvo tiempo para quejarse, sus ojos se habían quedado pegados a una cosa que estaba en el suelo. Era el peluche con forma de su hermano.

Sonrió con emoción, tomándolo y abrazándolo fuertemente.
-¡Aquí estabas!-

Rió un poco.
-Pensé que te había perdido-

Soltó un poco de aire, viendo aquel objeto con alegría. Tomó las fuerzas necesarias para levantarse, volviendo a acostarse. Pero en cuanto lo hizo, notó a alguien viéndolo en el marco de la puerta.