Una semana a solas

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El muerto había despertado en el cuarto, alguien lo había llevado a ese lugar. Suspiró pesadamente, pero una cosa le sorprendió.
-Hola Bae, ¿dormiste bien?-
La muerte había hablado.
-¿cuándo llegaste?-
-anoche, y digamos que te encontré tirado en el piso, así que tuve que llevarte para acá y limpiarte todo, creo que los bichos creían que ya te habías muerto, se te subieron hasta las moscas-

Mencionó agraciado. Acarició la espalda del otro, para luego ir hacia su pecho, haciendo lo mismo, dándole pequeñas caricias.

-¿Qué te parece?, así ya no mancharás todo lo que toques-

Señaló su pecho, haciendo que este volteara a ver hacia allí, viendo que apenas y habían unas gotas de sangre ahí.

-¿Qué hiciste?-
-Te vendé, bueno, te curamos-
-¿Curamos?-
Preguntó extrañado, mientras que el otro borró la sonrisa de su rostro.

-Cross me ayudó a vendarte el pie, yo hice esto, pensé que te alegraría, además, fuimos de visita al hospital, me presentó a su novio mientras este dormía y luego me fui por unas almas, sé te hubiese gustado ir, pero pensé que te hacía falta descansar en casa-

Le dejó un beso en su frente, para seguir sobándole el pecho. Reaper dejó las caricias, así, levantándose de la cama y caminando hacia el balcón, habiendo las cortinas para que saliera el sol. Esto cegándolo un poco.

-Entonces, me di cuenta de que no te tomaste las medicinas, ¿por qué?-

Caminó de vuelta a la cama, sólo quedándose a un lado de su amado.

-¿De qué hablas?-
-Si, te ves peor de lo que te dejé, es obvio que no te tomaste tu medicina-
-No me dejaste nada de eso-
-Eh, ¿no te la vinieron a dejar?-
-No, bueno, si, pero ayer-
-Oh, entiendo debo hablar con ese idiota-

Dijo algo molesto, caminando hacia la puerta.
-Bien, me tengo que ir, te veré el viernes o el miércoles, no estoy seguro-

Se teletransportó fuera del lugar, dejando un silencio en la habitación, esto le extrañó. Se suponía que no podía hacer magia en la casa, había un campo magnético que no le dejaba. Se sentó a la orilla de la cama, levantó sus manos.

Invocó un gaster blaster, este, después de unos segundos desapareció, e hizo que se sintiera cansado. Sonrió, tal vez, si podía, haría un portal a el universo omega, ahí estaría a salvo. Intentó crear un portal, este apenas y tenía forma, al fin y al cabo, no tendría que esperar a que terminara el mes, pero, sintió un pequeño pinchazo en su cabeza. Volteó y la muerte estaba detrás suyo, viéndolo con decepción.

-Ay Bae, ven, te enseño cómo hacerlo bien-
Se acercó hacia el muerto, levantándolo y sentándolo en su regazo, este comenzó a llorar del miedo, temblando un poco.

-Hey~, ¿por qué lloras?, tranquilo, no te haré nada-

Lo abrazó por la espalda, luego con su brazo tomó la mano del otro, levantándola.

-Perdón...-

Susurró el de bufanda, hacían el otro.
-¿Por qué te disculpas?, no haz hecho nada malo, sólo querías lo mejor para ti, ven, sólo quiero ayudarte a crea-

Su palabra se cortó, pues el otro sólo se volteó, abrazándolo, pidiendo una y otra vez disculpas.

-Oye, ya, basta, no-

Suspiró pesadamente, dándole palmadas en la espalda del otro, sentía pena por su amado.

-Ay Bae, no te haré nada, ¿bien?, por lo menos sé que estás mejor, y que tienes suficiente fuerza, je, eso es bueno, ¿no?-

ROTTALE (afterdeath).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora