CELOSO • SK

Escenas no incluidas

Escena uno — Inseguridad.
Joaquín Cordovero.

En algún momento de nuestras vidas hemos llegado a sentir inseguridad por lo más mínimo que pasa en una relación, pero hay veces que las mismas personas nos dan motivos para ser así.

–Joaquín, tenemos que hablar. –Me dijo ella y sonrió falsamente.

–Está bien. –le respondí, confundido– ¿Sobre qué?

–Nuestra relación.

Le di una mirada y me quedé en silencio, esperando a que continuará hablando. Me podía hacer una idea sobre lo que pasaba. No era la primera.

–Joaco, me gustas mucho y agradezco estos excelentes meses de relación. –me sonrió y tomó aire– De un tiempo atrás me he sentido incómoda y a veces no encuentro el motivo para seguir aquí. Nada es lo mismo. Me siento vacía y sola.

Se quedó en silencio por unos segundos, me dio una mirada triste y decidió seguir hablando.

–Hace unas semanas conocí a un chico, es muy lindo conmigo. Él me hizo sentir cosas que hace tiempo no sentía contigo. –su tono de voz cambio– No quiero mentirte, pero él es mucho mejor que tú.

Sentí una punzada en el pecho y le di una mirada llena de tristeza.

–En base a lo que estoy sintiendo, he decidido que lo mejor es terminar nuestra relación. Es lo mejor para ambos. No quiero seguir lastimandote.

–Miranda, entiendo que hay personas que son mejor que yo, pero créeme, yo estoy haciendo mi mayor esfuerzo para que tú seas feliz y nuestra relación funcione. –baje la mirada por unos segundos– Dices que no quieres lastimarme, pero lo haces de una manera tan inconsciente.

–Lo siento mucho.

–Espero que no te arrepientas de lo que estás haciendo y que seas feliz.

–Cuídate.

Me dio un cálido abrazo, tomo su mochila y comenzó a caminar. Me quedé en silencio, maldiciendo lo que estaba pasando y odiandome.

No era la primera vez.

Siempre daba lo mejor de mi en todas las relaciones que tenía, pero eso nunca era suficiente, ella se aburrían y se iban en cualquier momento. Trataba de arreglar algo y terminaba destruyendo otra cosa.

Cuando se iban decían que ya habían conseguido a alguien más, era mejor que yo en muchos aspectos. Me dolía no poder hacer algo para que todo fuera diferente, pero lo que más me destruía era la forma en la que se despedían o en como me decían las cosas. Me hacen sentir insuficiente.

No se imaginan toda la inseguridad que me causan sus actitudes.

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Escena dos — Celos y más celos.
Lucía Jones.

–¿Quién es él? –me preguntó, molestó y suspiré– ¿Por qué le da me encanta a tus fotos? ¿Es tu amante?

Me estoy cansado de vivir siempre lo mismo con él. Sus celos son los que mandan en la relación.

–Alexander es mi compañero del salón. –respondí, fastidiada– No tiene nada de malo que le dé me encanta a mi foto, tú subes una foto y todas hacen eso. Él no es mi amante.

–Carla, quiero que borres esa foto. –Me pidió y me miró.

–No lo haré, me gusta como me veo. –respondí y suspiré– No estoy mostrando carne, no tiene nada malo.

–No te pregunté si querías hacerlo, te di una orden. –Protestó, molesto.

–Yo te dije que no lo haré. –me cruce de brazos– Tienes que aprender a respetar mi decisión.