Perdiendo el control

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Narra Bela :

Estaba en el hotel, acostada en mi cama mirando el techo. Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas y por más que intentaba controlar aquellas terribles emociones no podía. Había pasado una semana desde que me fui de la torre y sinceramente extrañaba demasiado a mi pequeña familia. Extrañaba a Wanda, extrañaba todo de ella. Extrañaba sentir a mi bebé.

Me paré de la cama y fui al baño a lavarme el rostro. Me puse un pantalón negro y una camisa roja. Tomé mi bolso y fui a mi auto. Manejé hasta la torre y al llegar me di cuenta que me había dejado llevar por mis emociones, quería tanto verlos que no pude evitar venir, quizás hablar con ella sería lo mejor.

Entré a la torre y no había nadie, al parecer se habían ido a una misión, y como Wanda está embarazada estará sola. Fui caminando hacia la cocina y habían platos y vasos rotos, los muebles estaban tirados al suelo, todo estaba echo un desastre.

- Wanda?- la llamé pero no recibí respuesta de nadie

Fui corriendo a su cuarto y entré, no vi a nadie pero escuché la ducha abierta, así que entré al baño y ahí estaba ella, sentada en el suelo con ropa bajo la ducha, estaba temblando un poco, vaya a saber cuanto tiempo lleva bajo la ducha.

- mi amor....- susurré

Ella me miró y aunque el agua camuflaba sus lágrimas, pude ver sus ojos hinchados y rojos.

- yo...yo perdí el control de mis poderes y...yo lo siento tanto- me acerqué a ella y la abracé mojándome yo también

La cargué sacándola de ahí y apagué la ducha sacándola de ahí y dejándola parada en la alfombra. Quité su ropa mojada y tomé su toalla secándola y envolviéndola en esta. La cargué nuevamente y la llevé hasta la cama. Tomé una de sus pijamas mas calentitas se las puse luego de ponerle su ropa interior. La tapé con las sábanas y ella me miraba aún llorando.

- ya no llores más si ?...nuestro hijo puede sentir todo y luego lo afectará cuando nazca- dije limpiando su mejilla

- ahora solo te interesa el no?- preguntó - lo escuchaste todo supongo-

No , me interesan los dos , pensé

- es lo único que tengo por el momento...- respondí- vamos ahora duerme mientras yo recojo la cocina- dije y fui a la cocina, recogiendo con mi magia el reguero que había. Luego de una hora terminé de recoger todo y comencé a hacer una sopa, después de pasar tanto tiempo bajo el agua, una sopa le haría bien a Wanda y al bebé.

Al terminar la eché en uno de los pocos platos que quedaban, tomé una cuchara poniéndola en una bandeja, y serví un jugo de naranja.

Fui hacia el cuarto de Wanda quien estaba completamente dormida y puse la bandeja en un lado. Me senté en un costado de la cama cerca de ella y empecé a acariciar su cabello.

- si supieras como me duele verte así cariño- susurré

Puse mi mano en su panza acariciandola y luego de unos segundos sentí una patadita del bebé. Me asombré quitando mi mano del susto y luego lentamente la puse ahí y sentí otra.

- no puede ser - dije casi gritando y tapé mi boca cuando sentí a Wanda moverse un poco y luego bostezar mientras abría poco a poco sus ojitos.

Su mirada confundida se encontró con la mía llena de asombro y felicidad.

- Wanda el bebé pateó - dije emocionada

Ella sonrió y miró su panza mientras hacía vueltas el ella con su mano.

- te traje sopa - dije y ella se sentó en la cama y yo tomé la sopa de la bandeja con la cuchara y preparé una cucharada de sopa. Cuando empecé a acercarla a su boca, ella frunció el ceño y alejó la cabeza.

Stories with Lizzie Olsen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora