Mini Pietro

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Después de más de tres horas en espera vi como salía alguien de la habitación con una carpeta en mano.

- ¿doctor tiene noticias?- pregunté a lo que todos se levantaron conmigo igual de desesperados para tener noticias de Wanda.

- como todo esta bajo la influencia de la magia, todo fue más rápido que un parto normal, así que debo decirles que ya el bebé nació y está en perfectas condiciones a pesar de ser prematuro- anunció

- ¿y Wanda?- pregunté

- ella sobrevivió...pero no está en buenas condiciones, a perdido mucha energía- dijo

- ¿y cree que mejore?- preguntó Natasha al yo no poder hablar

- no sabemos...por eso los mantendremos al bebé y a Wanda en observación- respondió

- ¿cuando podemos entrar a verlos?- pregunté

- inmediatamente que las enfermeras terminen de atender a Wanda y el bebé- confirmó

- bien Gracias doctor - dije

El doctor se marchó y yo me senté en los asientos, tenía miedo....mucho miedo por cierto. Por lo menos ella había sobrevivido, era muy fuerte, era mi pequeña guerrera.

Después de un tiempo pude entrar a la habitación, pude ver a mi bebé. Y me arrepiento de las tantas veces que actué como si su vida no me importara, que actué como si me quería deshacer de él, porque al verlo por primera vez era como si mi mundo se parara, era un amor tan incondicional que no podía explicarlo con palabras, era imposible. A pesar de estar acabado de nacer se le podía ver perfectamente su gran parecido a Wanda, el era mi angelito.

Lo cargué en mis brazos y sentí su ronroneo y sus pequeños sollozos.

- shh...es mamá...mamá está aquí mi vida...y te prometo que nadie te va a hacer daño- susurré y sentí como se calmó y siguió durmiendo.

Luego de cantarle un poco lo dejé donde estaba antes y fui al lado de Wanda.

- hola mi amor...- susurré tomando su mano y dando un beso- te extraño mucho Wanda...- dije

Entré en su mente y esta vez estábamos en su cuarto, ella estaba acostada leyendo un libro y cuando me vio sonrió pero tenía unas ojeras enormes y su sonrisa no era tan radiante como la que solía ver.

- hola mi amor...- dije

- hola mi vida - dijo con la voz ronca

- ¿cómo estás?- pregunté

- cansada- respondió con una sonrisa y luego empezó a toser y cuando la tos se le calmó dejó el libro a un lado y se acomodó de lado en la cama.

- Mini Pietro es hermoso...se parece mucho a ti - susurré sentándome a su lado

- se que te prometí que sería fuerte...

- no Wanda no empieces con esos típicos discursos de despedida...no podré entrar a tu mente para que descanses mejor...pero quiero que me prometas que estarás bien y que aguantarás...quiero que me prometas que despertarás - exigí casi en llanto

- mi vida...

- por favor mi amor- rogué

- prometo que haré lo posible por lograrlo - susurró

di un beso en su frente y luego en sus labios, como su aquel fuera el último. Salí de su mente y me senté en el asiento de la habitación y tomé mi celular para mirar nuestras fotos, tantos bonitos momentos.

Saqué el collar de abajo de mi camisa dejando ver nuestros antiguos anillos de matrimonio. Sonreí recordando aquel día.  Creí haberme quedado dormida porque cuando desperté y vi la hora, eran las nueve de la mañana. Fui a ver a Pietro y no estaba, como si aquello hubiera sido una bomba en mi pecho, me asusté demasiado, salí corriendo y casi empujando a todas las enfermeras que habían delante de mi, buscando en donde ponían a los bebes normalmente y tampoco estaba, mi respiración era cada vez más irregular y  sentía que el mundo me daba vueltas.

- hey hey...¿qué pasa?- preguntó Natasha agarrándome de los hombros asustada

- Nat Pietro...no está...se lo llevaron...ellos se lo llevaron- dije refiriéndome a lo que ella había olvidado, olvidando yo misma que ella no recordaba nada.

- no cariño nadie se llevó nada...solo lo están examinando para ver que todo está bien...calma si...en unos minutos estará contigo de seguro a demás que necesitan alimentarlo- dijo haciendo que me calmaran

- oh gracias a dios...pensé que le había pasado algo malo - dije poniendo la mano en mi pecho

- ¿y esos anillos? - preguntó

Oh no había olvidado esconder el collar con los anillos...

- emmm....nada solo encontré el collar en una tienda y me gustó- dije

- son dos anillos de matrimonio...- dijo viendo los anillos con curiosidad

- si me di cuenta....me gustaron mucho y los tomé- dije nerviosa

- espera....- se quedó mirándome como sorprendida

Oh no...

- ¿pretendías pedirle matrimonio a Wanda?- dijo sonriente y feliz

- ehhh....SII....eso es...iba a hacerlo pero...ocurrió todo....

- el problema conmigo...lo siento mucho...de verdad no se que me ocurría en el momento...pero guárdalos...cuando Wanda despierte será una gran sorpresa- sonreí tomando el collar, cosa que hago cuando estoy nerviosa o triste.

- Gracias...- ella me abrazó y fuimos a la habitación nuevamente.

Stories with Lizzie Olsen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora