Stories with Lizzie Olsen

Cita desocontrolada

Terminé de vaciar las maletas y me fui a dar una ducha, pronto debía buscar a Wanda para nuestra cita. Me puse un traje beige que llevaba una camiseta blanca, me gustan mucho como me quedan los trajes así que casi toda mi ropa es eso.

Me dejé el pelo suelto y me puse unos tacones bajos, una ligera capa de maquillaje y estaba lista.

Me monté en el auto y empecé a conducir mientras escuchaba la radio. Iba casi llegando cuando mi teléfono comenzó a soñar indicando que me estaba entrando una llamada.

Al mirar la pantalla sentí que esto era una pesadilla, se podía ver el nombre de « bucky Barnes » en esta.

Atendí si no quería que mañana el me hiciera todo un espectáculo en la oficina.

- ¿que quieres?- pregunté

- así que tienes novia...y no me lo dijiste- dijo este del otro lado de la línea

- no te debo explicaciones de lo que hago con mi vida Bucky - dije serena

- bueno...está muy buena tu secretaria...me la prestarías...será cosa de una vez...como lo hice contigo- dijo y sentí que se me encendía la sangre

- escúchame bien maldito asqueroso...tu no vas a tocarla, ella es mía...y si veo que intentas algo...recuerda una cosa...soy mucho más poderosa que tu Bucky...tu eres tan inmaduro que ni siendo el legítimo heredero lograste tener todo esto...juro por mi padre que haré que nunca más vuelvas a ver la luz del día- dije tan enojada que solo quería tirar el teléfono 

- uuuy que miedo...cuida a tu noviecita...no vaya a ser que te la roben- finalizó colgando la llamada

- HIJO DE PUTA- grité y tiré el teléfono.

Lo recogí del suelo me calmé y sali para tocar a la puerta de Wanda, este idiota no me arruinaría la noche.

Wanda es mía...y será mía y nadie tiene derecho a quitármela.

Te metiste en donde no debías Bucky...

Toque el timbre y me abrió Pietro, nos dimos un saludo rápido y entré para sentarme en el sofá de la sala. Pietro se sentó también y había un silencio incómodo.

Wanda me gustaría que te apuraras...tu hermano me va a matar si continuamos así.

- ¿ a donde llevas a mi hermana ?- preguntó

- un lugar muy bonito....- susurré

- bueno cuida de mi hermana...la quiero aquí sin un rasguño- me dijo con voz amenazante

- Pietro déjala en paz quieres- fue la voz de Wanda la que me hizo ver hacia las escaleras

Ella llevaba un vestido que le llegaba por las rodillas, sus labios estaban pintados en rojo y su pelo largo estaba suelto, llevaba unos tacones de tacón alto y un collar que le había dejado en la gaveta del tocador de su cuarto.

Oh...dios....mío

- ¿pasa algo cariño?- dijo preocupada acercándose a mi

Si la cara de estupida que debía tener, tenía que ser muy evidente como para preocuparse.

- te...te ves preciosa amor- dije mientras nos tomábamos de las manos y una sonrisa se colocó en mi rostro.

- tu también te ves bien...- dijo nerviosa

- bueno no sean tan melosas y y'a váyanse quieren ?- dijo Pietro detrás de mi

Wanda giró sus ojos y salimos al auto. Nos montamos y seguimos nuestro camino con el sonido de la radio. Llegamos al restaurante en el que había reservado y tomé su mano para ayudarla a bajar, para entrar luego al restaurante y que uno de los meseros nos indicara nuestra mesa.