—Siempre es lo mismo. Alguien termina aprovechándose de ti y no haces nada para evitarlo -es la voz de Lara, pero no veo su rostro.
—Yo confié en ti. ¿Por qué lo hiciste?
—Para que aprendas y dejes de ser tan ingenuo. No todo en la vida es color de rosas.
—Pero ¿qué ganas al hacerme esto?
—Solo te diré que deberías pensar bien cuáles son tus prioridades...
De nuevo vuelvo a caer en una oscuridad profunda que me arrastra. ¿Cuántos días llevo en este sufrimiento? A lo lejos puedo escuchar una voz llamando. Suena familiar, pero no logro descifrar de quién se trata debido a mi actual estado.
Unos segundos después la luz ha vuelto a aparecer. De repente, a lo lejos, veo un... un monstruo lleno de escamas verdes y rojas. Me muestra una sonrisa inocente que está llena de dientes filosos.
No puedo respirar, algo me oprime, algo muy pesado. Bajo la vista a mi cuerpo y noto como sus garras me mantienen inmóvil. Su agarre ejerce la presión suficiente para hacerme daño sin dejarme caer inconsciente. Sus ojos color miel me recuerda a... Lara.
—¿Ya despertaste tesoro?
—Suéltame -gruño entre dientes.
—Tú no eres nadie para exigirme. -Su agarre se hace más fuerte.
—¡¿Cuál es tu maldito problema?! Ya tienes lo que buscabas, déjame tranquilo.
—No, hasta acabar contigo. -Su mirada es fría y calculadora. Ríe. Lo está disfrutando.
Empiezo a desvanecerme, todo se vuelve cada vez más borroso y llega de nuevo la oscuridad.
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero poco a poco abro los ojos. La noche abunda en el lugar. La escasa luz de la luna que se filtra a través de las ramas de los árboles es lo único que me permite ver un poco mi alrededor.
Creo que todo sigue igual. No hay ningún monstruo. Es como si no hubiera pasado nada. Sobre mi cuerpo logro ver un abrigo, que obviamente no es mío, y dudo que la perversa chica me lo haya dejado.
Me levanto con cuidado. No sé exactamente cuánto tiempo estuve inconsciente. ¿Algunas horas?
Otra maldita vez jugaron conmigo.
Aunque esta vez fue peor que la anterior, y de eso no me cabe duda. ¿Por qué quiere encontrar ese lugar? La muy cínica se mostró linda y comprensible para sacarme toda la información que pudo, y luego deshacerse de mí. Logro jugar conmigo, y no me di cuenta. Pensé que había encontrado a alguien que por fin me entendiera y me quisiera, pero...
Un ruido de hojas secas me pone alerta. Quizás se dio cuenta de que es mejor eliminarme de una vez por todas.
Palmeo mi pantalón y encuentro la navaja. Agradezco con todo mi ser a mi vieja costumbre de tener la navaja siempre en el bolsillo. Mi mochila se encuentra a una distancia de cuatro metros de mi posición, pero creo que no me dará tiempo de buscarla. Aún sintiéndome un poco débil, logro esconderme detrás de un gran árbol, en posición de defensa.
Una figura esbelta se aproxima a mi campo visual. Esta vestida de negro, de la cabeza hasta los pies. Carga una mochila, y tiene el cabello suelto. Comienza a buscar en el lugar donde me encontraba tendido. Camina de manera sigilosa mientras observa detenidamente todo. Mete su mano dentro de la mochila. Me asomo un poco más para ver el rostro de aquella persona, pero su cabello no me permite tener una visión completa.
De pronto saca un cuchillo.
Bien esto se pondrá feo. Debo escoger entre mi vida y la de aquella persona. Ya me han demostrado que debo ser cruel y solo pensar en mí para logar lo que quiero.

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Hyelu © [Libro 1]
Teen FictionUn lugar mágico, que nadie ha visto, se convierte en el único refugio que tiene Dyunis para escapar de lo difícil que es la vida luego de haber perdido a una de las personas que más ha amado. Las malas experiencias lo lleva a trazar un plan de vida...