Temor o Miedo. Uno se apodera de mi con el fin de ayudarme a buscar la mejor escapatoria ante el peligro. Y el otro me impulsa a huir de situaciones que muchas veces son producto de mi imaginación, confunde mi mente y me proyecta una realidad totalmente diferente.
Él se abalanza sobre mí y blande el cuchillo cerca de mi rostro, sin embargo, soy capaz de esquivarlo. Recuerdo nuestro último encuentro. Sus movimientos son rápidos y con fuerza, pero solo es capaz de enfocarse en una sola cosa a la vez.
Mi primer plan es buscar algo que me ayude a enfrentarme a él, pero no puedo darle la espalda, eso es muy peligroso. Sus ojos están encendidos y llenos de venganza. Me odia y el sentimiento es mutuo.
Vuelve a abalanzarse sobre mí con su arma. Nuevamente lo esquivo, pero esta vez sin mucho éxito. Siento el frío del cuchillo en mi brazo. Mientras me alejo aprovecho para agacharme, recoger tierra y cuando se acerca la tiro en su rostro.
—¡Ahh! —Gruñe entre dientes y se lleva las manos a la cara.
Perfecto. Soltó lo que tenía en mano. Debo aprovechar este momento para quitársela. «Necesito la ventaja» me voy diciendo al acercarme para agarrar aquel cuchillo. Mi afán por llegar a ese objeto me distraer de seguir vigilando a mi oponente, por eso él logra tirarme al suelo y me lanza golpes a la cara. Me cubro con el brazo lastimado, lo cual es una pésima idea. La sangre que brota empieza a esparcirse por mi rostro e incluso veo que tiene parte de ella en su camiseta.
No me está dando la oportunidad de defenderme. Aprieto los dientes mientras trato de frenar sus manos en vano.
—Ahora... —La voz de la chica me desconcierta y veo que a él igual.
Solo soy capaz de ver la patada que le lanza a mi contrincante y con eso logra quitármelo de encima.
Sin esperar me levanto. Tomo a la chica de la mano y ambos salimos corriendo. Necesito tiempo. Por ahora solo requiero eso...
Pego mi brazo lastimado lo más cerca a cuerpo posible.
Corro sin pensar en nada más que no sea escapar de él para recuperarme. Miro la cara de la chica por unos segundos y está roja como un tomate. Corre tratando de igualar mi velocidad. Se nota porque puedo escuchar el sonido de su respiración agitada. Todavía mantiene en su espalda mi mochila.
Obviamente mi plan no era huir, pero luego de lo que ella hizo, no podía permanecer en ese lugar. Debo alejarla porque si le dejo aquella decisión, elegirá no hacerlo.
Sin darme cuenta llegamos a un lugar con más espacio. No hay muchos árboles y a unos metros se extiende un río. Avanzamos un poco más y cuando estamos cerca vemos que su agua corre con fuerza.
Recorro mi entorno con la mirada y veo un conjunto de roca, como una pequeña muralla.
—Lif, necesito que permanezcas detrás de aquellas rocas...
—Te dije que no pretendo dejarte. —Me interrumpe.
Todavía con poco aliento le sonrío.
—Ya lo sé. Me lo dejaste más que claro. —Sigo sin soltarla—. Lo que voy a necesitar es que te escondas y me ayudes cuando te lo pida.
—Júrame que si me necesitas me lo harás saber.
—Te lo juro.
Suelta un suspiro y sale corriendo para hacer lo que le pedí. Obviamente, no le pediré ayuda. Este sujeto está loco... Y hablando del rey de roma.
Llega a mi encuentro y suelta un gruñido. Su respiración es fuerte, porque incluso a la distancia, soy capaz de ver su pecho subir y bajar a un ritmo acelerado.
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Hyelu © [Libro 1]
Teen FictionUn lugar mágico, que nadie ha visto, se convierte en el único refugio que tiene Dyunis para escapar de lo difícil que es la vida luego de haber perdido a una de las personas que más ha amado. Las malas experiencias lo lleva a trazar un plan de vida...