¿Por qué mi corazón se acelera cada vez que estoy cerca de ella?
—¿Esperaste por mucho?
Llega corriendo a la entrada de la biblioteca donde me encuentro.
—Para nada. —Le sonrío antes de ingresar.
Han pasado algunos días y he empezado a pasar más tiempo con Elif, solo nosotros dos.
—¿Qué leeremos hoy? —Hemos llegado a la primera estantería.
A veces venimos aquí un par de veces a la semana a pasar el rato juntos mientras esperamos a que Nain termine sus prácticas.
—¿Lenguas antiguas? —pregunta un poco apenada y jugando con sus manos.
Por algún motivo se me hace tierno verla así y un pequeño cosquilleo en mi estómago aparece, como cada vez que salimos.
—¿Te gusta?
—Un poco. —Juega con el collar que jamás se quita.
—En ese caso, veamos qué idioma aprenderemos el día de hoy —Enarco una ceja antes de encaminarnos.
Ella me ha dicho que aún no sabe qué hará al salir del colegio, pero después de haber pasado todo este tiempo con ella y conocer un poco más sus gustos en el estudio tengo una idea...
—¿Aún no sabes que quieres hacer después del colegio?
—Tengo algunas ideas, pero aún no estoy muy segura. Sin embargo —da un saltito gracioso—, eso no me preocupa. Alguien una vez me dijo que el que no lo sepa aún, no significa que el mundo se vaya a acabar.
Coloca ambos manos sobre mis hombros y suspira dramáticamente.
—¿Qué pasó con el tema de Erby?
—Obviamente el sentimiento de decepción ante la espera de ser aceptado ha aparecido. —Le dedico una sonrisa un poco triste antes de recomponerme—. Pero entendí que si no llego a ingresar no será el fin del mundo. Erby no es el único lugar donde puedo estudiar para ser arqueólogo.
—Palabras muy sabias, mi querido Yun.
Por un momento mi aliento se corta y mi corazón late violentamente. Una sensación que no había sentido desde hace tanto se apodera de mí y me provoca un sabor un poco amargo y triste. La última vez que alguien me llamó así fue hace años. Casi una eternidad desde mi punto de vista. Sinceramente ese es un tema que no logro compartir con mucha facilidad.
—¿Dije algo malo? —Retira ambas manos de mis hombros y veo que se tensa mientras juega con sus manos.
—¿Qué? —Parpadeo—. No, para nada.
—¿Y por qué pusiste esa cara?
—Es que de repente recordé a alguien, pero no pasa nada. —Le sonrío para que se relaje.
—De acuerdo.
—¿Quieres buscar conmigo algo más sobre Hyelu? —Cambio de tema.
—Me encantaría.
Sin pensarlo mucho, tomo su mano y no logro evitar sonrojarme mientras juntos caminamos sin rumbo y leemos el nombre de los libros que vamos pasando.
...
Al llegar a mi habitación me recuesto en la cama y me llevo una mano al corazón. Cierro los ojos y recuerdo el tiempo que pasé hoy junto a ella en la biblioteca. Últimamente ese sentimiento es tan frecuente que he llegado a acostumbrarme. Ella es tan especial.
—Dyunis... —Recuerdo que llamó mi atención con las mejillas sonrojadas.
—¿Sí? —Estábamos en las gradas pasando el receso un rato. El viento jugaba con su cabello mientras en él se reflejaba el sol. Cada vez que eso pasa, inconscientemente, una sonrisa se dibuja en mi rostro.

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Hyelu © [Libro 1]
Teen FictionUn lugar mágico, que nadie ha visto, se convierte en el único refugio que tiene Dyunis para escapar de lo difícil que es la vida luego de haber perdido a una de las personas que más ha amado. Las malas experiencias lo lleva a trazar un plan de vida...