【Ｐａｒａíｓｏｓ ａｒｔｉｆｉｃｉａｌｅｓ】

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Este capítulo ha sido editado el 26/11/2023. Sus cambios no alteran el curso de la historia.

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—¿Entonces lo harás?

La mirada de Yongbok estaba pérdida en un punto fijo en el techo, él no prestó atención a lo dicho por su hyung, se sentía extremadamente cómodo y tranquilo con Soon-ie recargado en el pecho.

Después de la noche que había pasado con Hyunjin hace algunos días, se sentía realmente estresado y molesto con el hecho de haber disfrutado tanto estar con él. Así que en la primera oportunidad que tuvo, huyó del apartamento; las cosas con el predestinado de su hermano se volvieron incomodas para ambos, Félix procuraba pasar mucho tiempo en el estudio trabajando y tratando de resolver todos los problemas en la empresa. Hyunjin pasaba gran parte del día durmiendo, él soñaba con Jeongin y por alguna extraña razón se sentía como un hijo de puta por lo hecho con Félix... Pero, ¿no era lo mismo que hacían una y otra vez durante tanto tiempo? No entendía porque ahora se sentía diferente.

En las noches Félix y él dormían en la misma cama, hablaban de aventuras del pasado y recuerdos que ambos habían olvidado. Jeongin nunca apareció en las conversaciones, todo era muy áspero y robotizado, no obstante algunas veces sus manos se tocaban y ambos se sonrojaban como simples adolescentes. 

Entonces, Minho le habló esa tarde para invitarlo a una presentación que darían en un pequeño auditorio al noreste de la ciudad, era un lugar mucho más grande que el tugurio de la familia Kim. Félix no puedo evitar emocionarse, porque cuando era un adolescente muchas veces se sentó frente al recinto y se prometió que algún día se presentaría ahí. Bueno, eso no ocurrió, pero podría ir como grupie del alfa de ojos cansados. 

—Te estoy hablando —Minho le tiró una de sus almohadas a la cara.

El omega se espabiló y el gato pardo optó por desaparecer al instante, fue cuando Félix se irguió y cruzó ambas piernas sobre el afelpado colchón.

—¿Qué dijiste?

—Eres un bastardo, ¿por qué no me prestas atención?

—Estaba pensando en algo —El chico gateó hasta la orilla de la cama y tomó asiento ahí—. Hyung, ¿Cómo van las cosas contigo y Jisung?

El alfa lo atravesó con una mirada asesina. Se volteó y siguió buscando ropa para la presentación de esa noche, su torso estaba desnudo y su piel apiñonada se reflejaba en el espejo. Algunos tatuajes relucían de forma uniforme sobre sus costillas y sus brazos.

—¿Crees que en verdad mueras si no completas el vínculo? —Félix se mordió las uñas mientras miraba la espalda de su mayor.

—Moriré si lo hago, moriré si no lo hago, y él también lo hará. Todos lo haremos.

—Morir de amor debe ser lo más estúpido del mundo —Entonces el omega se dejó caer de nuevo en el colchón.

—Tendríamos que definirlo... ¿A qué te refieres con "morir de amor"? —El hyung encontró una playera básica y holgada color blanco, sobre la misma se puso otra playera un poco más corta color negro—. Puedes morir de amor por salvar a la persona amada o puedes morir de amor, porque eres un idiota que cree que estar sin tu alfa u omega te hará daño. ¿A cuál te refieres?

—A la segunda —Se quedó en blanco un segundo y continúo—. Sí, a la segunda. Aunque es algo real, bueno... Yo soy un omega marcado y abandonado. Si no consumo mi medicamento, mi sistema nervioso colapsa y por ende todo mi cuerpo se va a la mierda. ¿Eso también sería morir por amor?