La ventana de la camioneta estaba totalmente abierta, él agachó un poco la mirada sin estar realmente seguro de estar haciendo un bien. Se mordió el labio y cambió la música en el aparato reproductor.
Estaba ansioso. Dos veces había encendido el motor para largarse del maldito aeropuerto ¿Qué es lo que podía esperar realmente? No había nada, enserio no lo había.
El solo de piano de aquel japonés vibró en sus oídos, le parecía un músico demasiado triste para escuchar en ese momento. No lo cambió, él solo dejó caer su frente sobre el volante de la camioneta y se dejó llevar por las teclas que escapaban miserables por los dedos del artista.
El tiempo se detuvo con la embriagadora melodía. Hyunjin debía confesar que todos esos intérpretes los había conocido gracias al pequeño pecoso...
—¿Así que tú también estás aquí?
Una voz conocida lo sacó de sus pensamientos, alzó el rostro y miró a un Minho demasiado roto.
—¿Qué te sucedió en la cara? —cuestionó él.
Minho movió la mano restándole importancia al asunto.
—¿Tienes encendedor?
Él asintió y sacó el encendedor que siempre cargaba.
—Yo —dio una calada para encenderlo—... Yo le avisé que vendría por él. ¿Tú hiciste lo mismo?
Hyunjin lo miró sin algún tipo de expresión en el rostro. Sacó el brazo de la ventanilla y le robó un cigarrillo al otro alfa.
—¿Por qué estás tú manejando esta cosa? Se supone que tú vas atrás como el amo y señor de todo Seúl.
—He estado solo los últimos días, no quería a nadie cerca de mí.
Minho enarcó una ceja, miró hacia la entrada del aeropuerto y al ver que Félix no aparecía miró de nuevo a Hyunjin.
—¿Qué sucede contigo y ese imbécil?
—¿Qué sucede de qué?
—Quizá no estaba totalmente en mis cabales, pero, te escuché decir que lo amabas y que Jeongin lo sabía ¿Qué demonios pasó ahí?
El rubio recargó su cabeza en el asiento ¿Qué pasó ahí? Ni siquiera él lo entendía bien.
—¿Desde cuándo?
—No lo sé. Probablemente desde la primera vez que entró al pabellón. —dijo con un poco de sarcasmo en su dicción.
—¿Enserio lo sabía Jeongin?
Hyunjin aspiró el filtró del cigarro y asintió brevemente. Estaba harto de tener que aparentar que no era una mierda. ¿Qué más podía perder?
—Eres un hijo de puta, ¿lo sabías?
—Naturalmente.
Minho levantó un poco su labio superior a modo de molestia. ¿Todo había sido una mentira? Un mal sentimiento se estancó en la boca de su estómago.
—Vamos Minho... ahora tú conoces a tu predestinado ¿Lo amas? —Él jaló nuevamente humo— Apestas a él... probablemente te lo jodiste hasta hacerlo llorar pero... ¿Lo amas?
El alfa mayor frunció su ceño. Hyunjin tenía razón, había estado los días anteriores revolcándose con Jisung de formas inimaginables. En este momento el chico se había quedado dormido abrazando a Dori.
—Es diferente.
El rubio carcajeó en el acto ¿Era diferente? ¿En qué maldito sentido era diferente?
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【Paraísos artificiales】
Fanfic𝐻𝓊𝒾𝓇... 𝓈𝒾𝑒𝓂𝓅𝓇𝑒 𝒹𝑒𝒷𝑒 𝒽𝓊𝒾𝓇. Su existencia no es más que la cáscara que sirve para alimentar otro cuerpo. Los omegas siempre son eso, o ¿no? Al menos eso es lo que él piensa. A veces la vida de diversas personas se entreteje crean...