Nota de inicio: Esto no es un capítulo de Paraísos Artificial, sin embargo, podría ser un extra... Quizá se pregunten: ¿Por qué escribí esto? Bueno, hay ocasiones en las que ya no quiero seguir escribiendo, entonces, llega ella: Godesseve, La conocí gracias a esta historia. Deluleamos sobre que pudo pasar, o que va a pasar en un futuro con los personajes. Ella no me suelta y siempre pide que escriba más; y yo eso se lo agradezco infinitamente. Por eso escribí esto, porque es cumpleaños de Lee Know y porque sé que ama el amor que este siente hacia Yongbok.
Oigan, ¿y qué pasa si yo digo?...
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Jisung lo miró a la distancia. Había un café en su mano y sus uñas estaban tan destruidas que ahora mordía con violencia su labio inferior. Y Minho miraba el azul grisáceo del cielo perdido en recuerdos hostiles que lastimaban su alma.
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Una pierna colgando sobre la otra. Ese día se sintió particularmente nostálgico a tal nivel de visitar los antiguos lugares.
Primero acudió a la iglesia derruida donde Felix se abalanzaba contra un público invisible. Akiho solía concentrarse tanto que su sudor se convertía en vapor al tocar los calientes platos metálicos. Ju-hi rasgaba el bajo como dominado por un espíritu demoniaco tratando de ganar una lucha contra arcángeles. ¿Y él?, él trataba de no odiarse más por la existencia misma de su propia bestia.
Algunas veces descubrió a Innie follando con Hyunjin lo que le dio increíble asco, ya que veía a Jeongin como un niño pequeño al que había que cuidar. Solía bailar sobre los bancos carcomidos por termitas, también dormir ahí hasta que alguna gotera cayese sobre su rostro haciéndolo volver de entre los muertos.
Una vez se pajeó en el confesionario. ¿Por qué? Porque era un maldito adolescente caliente y tenía que luchar contra su propio instinto de alfa idiota. Cuando su celo llegaba sentía arder su centro hasta el punto en preferir no salir de casa. Cambio de residencia a los 17, cuando su madre le dijo que buscara algo más cómodo para sus bestias; fue así como Lee Baek le concedió un departamento en una zona suburbana de la gran ciudad.
Ni muy marginal y ni un pelo de ostentoso, pero su vida ahí había sido lo más feliz que pudiera recordar.
Felix solía dormir del lado izquierdo de la cama. Un día alegó que necesitaba la frialdad de la pared para conciliar el sueño, él no objetó demasiado, él podía dormir en cualquier lugar. Dos o tres veces por semana Felix se quedaba ahí, era relajante verlo dormir al lado de Mate y Soonie.
Pero cuando esa fecha llegaba, parecía odiar cualquier contacto con el mundo. No soportaba ni siquiera a Felix, el cual siempre decía mierdas como: "¿Qué, no puedes contenerte?" "¿Quieres joderme Hyung?".
Y él lo miraba con odio y desaparecía por días enteros. Hasta que sus feromonas se restablecían y volvía como un gatito a los pies de Felix el cual lo recibía con una enorme sonrisa y con suciedad en todos lados.
—Algún día yo tendré un celo. ¿Crees que podrás soportarlo?
—¿Qué? ¿Por qué haces preguntas raras? —dijo él aventando un pedazo de rama al rio.
Y Felix acuclillado pensaba en cómo sería su primer celo, su primer orgasmo, su primer enamoramiento.
—Tal vez mi omega nunca se desarrolle. Soy un desastre. Jeongin es más joven que yo y su omega apesta toda la casa cuando llega esa fecha.
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【Paraísos artificiales】
Fanfiction𝐻𝓊𝒾𝓇... 𝓈𝒾𝑒𝓂𝓅𝓇𝑒 𝒹𝑒𝒷𝑒 𝒽𝓊𝒾𝓇. Su existencia no es más que la cáscara que sirve para alimentar otro cuerpo. Los omegas siempre son eso, o ¿no? Al menos eso es lo que él piensa. A veces la vida de diversas personas se entreteje crean...