Después de todo: Para Siempre

Capítulo XIII

Y acá un nuevo capi más.

Luke y Leia no hablaron mucho por una semana, pero poco a poco volvieron a recuperar sus ánimos y deseos de hablar. 

En esos días ellos sabían que necesitaban seguir investigando, pero no podían hacerlo solos. 

Ellos tenían dos personas en mente para pedirles ayuda, pero no estaban seguros, de hecho a una de ellas la tendrían que descartar.

Aayla Secura era demasiado leal  a Anakin como para pedirle ayuda a ella. Ella los delataría  y probablemente informaría a sus padres que ambos tenían teléfonos.

Solo les quedaba Ahsoka, y no sabían si ella los ayudaría. Ahsoka solía meterse en problemas, pero ahora ella era madre, y una muy responsable, probablemente Ahsoka ya no era tan impulsiva como antes y no los apoyaría. 

Eso les dejaba otra persona que ellos tenían en mente. Habían escuchado a su madre hablar con alguien por teléfono, y habían escuchado hablar de él cuando su padre estaba en la guerra. 

No sabían si era amigo de su madre, pero tal vez pudiera ayudarlos o tener información. 

Ese hombre se llamaba Palo, y ellos ya habían averiguado quién era. 

Una tarde en que ellos les habían pedido a sus padres ir con ellos al hospital, ellos lograron escabullirse por los pasillos buscando a aquel doctor, pero grande fue su sorpresa cuando él los encontró primero. 

- Dos pequeños me buscan por todo el hospital, no finjan sorpresa, serían malos detectives- dijo Palo sentándose en el sofá mientras los niños lo miraban nerviosos- El otro día los vi entregándole algo a Aayla Secura- dijo él y Luke y Leia se encogieron de hombros. 

No tenían en quién más confiar, y parecía que su madre confiaba en él. Fue por eso que Luke tomó la carpeta y le contaron todo lo que sabían. 

Palo tuvo que sentarse al mirar las fotografías. No era que nunca hubiera visto algo así, de hecho algo que solo Padmé sabía era que él había estudiado un tiempo una especialización en medicina forense, aunque no terminó la especialización. 

- No deberían haber visto esto, me quedo con la carpeta- dijo Palo seriamente y los niños asintieron- Aceptaron muy rápido ¿Tomaron fotografías no es así?- preguntó él y Leia asintió.

- No confiamos en nadie- dijo Luke y Palo se habría sentido orgulloso de no ser porque ahora se le sumaba otro secreto que ocultar. 

No solamente ocultaba su amistad con Padmé, el crimen de Teckla, lo que ocurría con los Naberrie, el que Clovis estaba vivo, sino que ahora ayudaba a los dos pequeños Skywalker. 

Si, definitivamente si Anakin Skywalker se enteraba iba a darle un boleto directo a la morgue, o Padmé.

Aunque en su defensa, eso era culpa de Aayla Secura, ella debería haber revisado esa carpeta, pero seguramente no había alcanzado. 

- Niños, investigaré todo esto, pero no los haré parte de la investigación, les diré lo que encuentre, pero entiendan, esto no es para niños de su edad- dijo Palo y Luke negó. 

- Si no nos incluyes le diré a papá que te escondes para ver a mamá en el hospital- dijo Luke y Leia sonrió.

- Pequeño demonio- dijo Palo mirando a Luke- ¿Cómo sabes eso?

- Te escondes en cualquier sala cuando papá pasa cerca de mamá y tú estabas hablando con ella, el otro día fui por una leche de frutilla a la cafetería y te vi esconderte detrás del mostrador-dijo Leia y Palo se sonrojó. Correcto, esa vez pensó que nadie lo había visto, y Padmé se había burlado mucho de él.