Capítulo XXIV

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Hello there! Acá otro capítulo. Recuerden votar y comentar. Realmente un comentario me hería feliz, no cuesta nada jeje. Besos y abrazos.

Anakin y Padmé estaban de turno en el hospital y los niños estaban en el colegio hasta tarde ese día. 

Entre una cirugía y otra, por fin habían coincidido en el horario de descanso. 

Se sentaron a almorzar en la sala de descanso, y vieron a Ahsoka ingresar a calentar su almuerzo. 

Padmé le preparó un café a Ahsoka ya que hacía frío ese día y Ahsoka se sentó con ellas.

- ¿Alguien ha hablado con Satine?- preguntó Ahsoka y Padmé negó.

- No, de hecho la he llamado varios días y no me contestó, iba a ir a visitarla, pero Anakin descubrió el por qué- dijo Padmé mirando a Ahsoka que se sentó con ellas.

- Obi- Wan está usando su teléfono, algo ocurrió con su teléfono y está ocupando el de Satine- dijo Anakin que se había encontrad con Obi- Wan y le había preguntado ya que Padmé estaba inquieta con el tema de Satine.

- Eso explica mucho, tal vez por eso ella no se acordó de la hora médica- dijo Ahsoka y Padmé la miró con curiosidad.

- ¿Hora médica?- preguntó Padmé bebiendo de su café.

- Si, ella tiene algunas marcas inexplicables en su cuerpo, creo que puede ser falta de hierro- dijo Ahsoka y el matrimonio Skywalkler la miró conmocionados.

- Ella no nos había dicho nada- dijo Anakin y Ahsoka asintió.

- Ya saben como es, nunca quiere preocupar a nadie- dijo Ahsoka y Padmé asintió.

Esa misma tarde, Padmé iría a ver a Satine, necesitaba saber que pasaba con ella.

Tocó la puerta y nadie salió a pesar de que se escuchaba la televisión dentro de la casa. 

Iba a tocar nuevamente cuando apareció Obi- Wan.

- Padmé, no avistaste que venías- dijo Obi- Wan con una sonrisa abriéndole la puerta e invitándola a pasar.

- Lo siento, olvidé avisar- dijo Padmé extrañada de que esa puerta estuviera con tantas cerraduras.

Se sorprendió más aún cuando vio a Satine al lado de la puerta, como si hubiera estado allí todo el tiempo que ella tocó.

- Cariño- dijo Obi- Wan saludando a su esposa.

Se miraron largos minutos y Padmé apartó la mirada para no incomodarlos, ellos solían ser cariñosos.

- Padmé- dijo Satine abrazando a Padmé con fuerza.

Padmé se sorprendió cuando Satine la abrazó de esa forma, la única vez que la había abrazado así fue cuando Obi- Wan se fue a la guerra y ella había quedado sola con Ayra.

Padmé no notó como Obi- Wan miraba a Satine, como si la estuviera amenazando con la mirada.

Satine quería hablar, quería pedir ayuda, pero se dio cuenta de que no era capaz.

Cada vez que quería decir algo, no podía, y cada vez que estaba decidida a hablar, él la detenía.

Llevaba días encerrada allí, él no le había gritado o hecho daño, pero no la dejaba salir. Al menos esos días él había vuelto a ser el hombre amable, romántico y cariñoso que solía hacer.

Tal vez si esperaba un poco, él volvería a ser el mismo. Aunque muy en el fondo, sabía que estaba equivocada.

- Padmé ¿Cómo está Shmi? ¿Cómo están los niños? Los extraño ¿Podemos ir a verlos?- preguntó Satine y Padmé la miró sorprendida por el anhelo con que ella lo decía.

Después de todo: Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora