El prometido de la familia Lee/Minsung

Primer beso desperdiciado

(…)

Dos personas estaban juntas, una apoyada a la otra.

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Dos personas estaban tan juntas, dando la impresión de ser una pareja enamorada disfrutando de una hermosa noche estrellada, mientras desde la terraza de la casa los miraba un tercero con un rostro sombrío.

Al día siguiente, los jóvenes tenían planeado hacer una barbacoa, por lo que se dividieron los oficios: Jisung y Chan se encargarían de preparar la barbacoa, BamBam, Chaeryeong y Felix harían las compras, y Minho se desparramó como si fuese un enorme pulpo atrapado sobre una de las tumbonas con vista al océano, acomodó la sombrilla estirando una mano y bebió una cerveza. Chan notó que la actitud de su primo se había vuelto más desagradable que el día anterior, y el verlo tan у desocupado e indiferente lo molestó aún más que cuando desayunaron durante la mañana y Minho no había parado de mirarlo de una forma que no lograba distinguir si era indiferencia o desprecio. Él tenía que admitir que era la primera vez, pero también se estaba cansando.

-¿No piensas colaborar?- le preguntó de pie frente a Minho, llevando ambas manos a la cintura en señal de desaprobación a la actitud reciente del contrario.

Minho se quitó las gafas de sol que llevaba puesto y lo observó un instante antes de ponérselo otra vez y contestar:

- Yo traje las cervezas.

- Nos las acabamos ayer.

Seis latas de cerveza vacías gracias a dos personas que estuvieron casi toda la noche fuera de la casa, por algún motivo, recordarlo le causó más molestia.

- Hay más en mi coche - su voz se escuchó más fría y molesta, pero Chan no prestó atención al detalle.

- Entonces no olvides llevarlas a la nevera- se retiró.

Minho ignoró la última petición de su primo y continuó descansando por algún tiempo más hasta que escuchó algunas risas alegres provenientes de la playa.

Al ser interrumpido de su descanso, Minho se quitó las gafas de sol y esta vez vió a su primo y Jisung jugando sobre la arena con una pelota de voleibol, ambos estaban parados junto a la red improvisada que los chicos habían armado el día anterior para jugar algunos partidos.

Las dos personas no estaban usando la red ni lanzándose la pelota el uno al otro, más bien, Chan enseñaba al contrario las técnicas del juego y el manejo del balón.

Si algún desconocido fuese a pasar por el lugar y vieran la escena entre esos dos no pensaría que sólo son amigos; la forma en que Chan guiaba las manos del contrario, las suaves risas que compartían...

Chan estaba tan cerca de Jisung, tomando sus manos con delicadeza, hasta el punto en que Minho no resistió seguir viendo aquella escena desagradable.

-¡Qué demonios creen que hacen!

Al escucharlo, ambas personas voltearon hacia él con una expresión de confusión en sus rostros, él tampoco estaba seguro del porqué había gritado aquello, pero se sentía frustrado, y eso lo ponía aún más de mal humor.

- ¡Bangchan, ayúdame con la cerveza!- continuó disimulando su enojo, se puso de pie y caminó hacia su coche, volteando disimuladamente hacia atrás, asegurándose de que su primo lo estuviese siguiendo en lugar de continuar jugando y riendo con el doncel.

Jisung continuaba en el mismo lugar intentando golpear correctamente el balón, y su primo caminaba varios pasos tras él, entonces todo estaba bien.

Una vez que las provisiones faltantes llegaron comenzó el preparativo para la barbacoa, habían risas, había juego, había  bastante alegría, pero también estaba ahí la nube oscura sobre la cabeza de Minho, incomodando la alegría con el enojo reflejado en su rostro.