Pensé En Ti

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Tan tarde en la noche la cantidad de personas que iban y venían eran demasiado escasas. Los minutos pasaron y las dos personas continuaron de pie, mirándose de frente y esperando alguna palabra del contrario, pero ninguno dijo algo.

Bajo las fuertes luces blancas que iluminaban todo el lugar, los ojos del doncel eran demasiado brillantes y hermosos, trayendo consigo el recuerdo de una escena similar que ambos compartieron en una ocasión en el pasado, sólo que, a diferencia de esa vez, cuando las puertas del elevador se abrieron y ambos se encontraron de frente en aquel restaurante testigo de promesas que se rompieron, a diferencia de aquel día, los ojos del doncel nunca lo miraron de la misma forma más que con indiferencia.

Pero también como aquella vez, Minho todavía no tenía palabras con las que expresarse.

Al fin Jisung se cansó, inhaló profundo y soltó todo el aire de sus pulmones. Caminó los pasos restantes y se sentó en una silla,
sentando a su lado a su gran ardilla de peluche.

-La droga en la bebida que me diste esa
noche...¿Qué tipo de droga era?- Minho llevó la vista hacia él, ligeramente sorprendido por el inicio de la conversación y tardó en responder:

-Era un somnifero- bajo la indiferente actitud del doncel, se sintió desesperado por contar su versión de los hechos, como si realmente no tuviese otra oportunidad en el futuro, como si al igual que aquella noche que le hizo promesas que nunca cumplió y luego lo dejó ir, haría lo mismo una vez más y luego se quedaría solo en su arrepentimiento, al igual que aquella vez. -Lo que quería decirte, era eso. No importa cuán molesto estuviera contigo, yo sería incapaz de lastimarte de esa manera. Las personas que contraté para crear la escena de infidelidad son conocidos míos y cuando les pregunté el porqué tomaron a Felix me dijeron que pensaron que él eras tú, si no hubiera sido por eso, ellos ya no habrían hecho nada.

Era la única respuesta que tenía en mente y esa también era toda la verdad para él.

- No sé cómo terminó convirtiéndose en un afrodisíaco. Pero yo no quise lastimarte de esa manera.

Jisung dejó el peluche de lado y lo miró atentamente, analizando cada expresión en su rostro en busca de cualquier indicio que pudiese contradecir su declaración, pero la mirada de Minho era sincera, toda su apariencia demostraba su sinceridad y su esfuerzo por ser escuchado.

Minho esperó por alguna otra pregunta por parte del doncel, pero Jisung regresó la vista hacia el peluche. Su gran cabeza y las tiernas orejas de conejo que colgaban desde la capucha de su disfraz eran bastante adorables, pero por algún motivo, a Jisung le causó molestia desde el primer momento en que lo vió en el juego de tiros del centro comercial, tanto así que desperdició ochenta y cinco fichas y tres horas de su tiempo para conseguir ese peluche y poder hacer algo que quería hacer ahora:

Jisung lo tomó de sus suaves orejas y golpeó a Minho con él, sobresaltándolo con su repentino accionar y sin darle oportunidad de defenderse más que llevando las manos hacia el frente para cubrir su rostro. Algunas personas que aún estaban por ahí y los de seguridad habían volteado hacia ellos, prestando atención a la pelea, pero una vez que el doncel se detuvo también regresaron a sus propios asuntos.

-Digamos que te creo- dijo el doncel arreglando sus ropas ligeramente desordenadas -ahora dime ¿Qué pretendes con quitarte la culpa?

Minho ni siquiera se molestó en responder, porque entendió claramente la pregunta y la acusación que venía en la misma, Jisung tampoco se molestó en esperar su respuesta y cambió de tema:

-Sabes, durante estos días que disfruté tu ausencia también disfruté de pensar por mí mismo sin necesidad de escuchar la voz de tu madre susurrando todas sus opiniones cerca de mi oído, eso no me molesta porque entiendo que quiere un buen esposo para su único hijo y mayor tesoro, pero debo decir que fue muy agradable poder escucharme a mí mismo y recordar la clase de persona que dejé atrás.

El prometido de la familia Lee/MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora