El prometido de la familia Lee/Minsung

Tal vez es por algo más

Aún si Minho conducía con la vista al frente y el seño fruncido como muestra de concentración absoluta, su mente divagaba en otro lado:

Primero en Bang, ahora incluso en Hyunjin; de repente todos eran tan buenos amigos del doncel, todos lo querían y lo cuidaban. Si tanto lo adoraban esos dos, entonces por qué su abuelo no lo casó con uno de esos dos en lugar de elegirlo a él.

¿Era Han Jisung tan bonito? Si, él lo sabía y lo aceptaba.

¿Era Han Jisung tan agradable? Parece que para todos los demás lo era, él no estaba tan seguro.

¿Eran sólo coincidencias que todos los jóvenes Lee tengan algo que ver con él? ¡Si no era eso entonces qué mierda era!

-¡Lee Minho!- escuchó la exclamación de Jisung tan claro y fuerte seguido de un doloroso manotazo en la parte trasera de su cabeza que lo trajo a la realidad; su primera reacción en ese momento fue voltear agresivamente hacia el doncel y gritar:

-¡Ah! ¿¡Qué mierda te pasa!?

-¡Baja la maldita velocidad!- respondió el doncel bastante apegado a su asiento y con una expresión aterrada.

Minho bajó la velocidad cuando se dió cuenta de que había estado acelerando cada vez más hasta convertir la ruta en una pista de carrera, no sabía cuánto tiempo había estado conduciendo así, pero por suerte no habían tenido ningún accidente.

Aún si cometió un error inconscientemente, volteó a ver al doncel que trataba de relajarse del susto que se llevó, Minho volteó la mirada hacia otro lado y bufó molesto.

Luego el coche se dirigió al centro de la ciudad y las dos personas estaban más calladas que nunca. Aún si Minho dejó de ignorar la existencia del doncel como lo había hecho por las últimas semanas, las palabras que le dirigía eran muy pocas y cortantes.

Jisung no pensó en nada más acerca de las esperanzas perdidas que tenía intenciones de enterrar de una vez por todas y dejar de llorar al idiota que conducía el coche. Volteó la mirada hacia la ventanilla y observó el resto del camino hasta que llegaron a la sección comercial de la ciudad.

Las luces de las calles concurridas y los altos edificios comerciales comenzaron a encenderse por la caída del sol, iluminando brillantemente la ciudad, la gente caminaba en distintas direcciones por las amplias aceras dejando ver que llegaba una noche bastante activa.

Minho estacionó el coche y bajó a abrir la puerta para Jisung, no sabía por qué lo había hecho, pero ya lo había hecho y sabía que sería hacer el tonto si se movía de ahí.

El doncel no estaba nada acostumbrado a esa clase de comportamiento por parte de su prometido y se quedó viendo la puerta abierta con el seño fruncido, a lo que Minho se cansó de esperar:

- Baja.

Jisung se levantó ligeramente del asiento y cerró la puerta del coche para luego volver a abrirla y bajar.

- Es la costumbre- dijo el doncel alzándose de hombros.

- Como sea. ¿Qué quieres?

-¿De qué?

Realmente Minho no sabía qué decir, así que tomó al doncel de la muñeca y lo llevó hacia una de las grandes tiendas de joyería. Una vez adentro soltó al doncel cerca de los mostradores:

- Elige todo lo que quieras.

- Lee Minho,Puede que no tenga suficiente dinero para comprarme muchos lujos pero,¿Te parezco tan necesitado?- dijo Jisung ligeramente molesto, él no era muy fan de las joyas y tampoco quería un absurdo regalo sin ningún motivo por parte de su prometido.