El prometido de la familia Lee/Minsung

La Voluntad Suficiente Para Tomar Una Decisión

Cuando el doncel despertó el reloj marcaba más de las doce del medio día, tenía un ligero dolor de cabeza por el largo período de sueño y una pequeña molestia estomacal, pero Jisung no le prestó más importancia, analizó su entorno y se dio cuenta que esa era su habitación.

Por un instante se sintió como si hubiese despertado de un pesado sueño y aún faltaran días para su boda, pero sabía que no era así.

Soltó un bostezo y dejó la cama, caminando de forma perezosa hacia la cocina y una vez en la puerta, lo primero que vió fue a Minho muy entretenido observando la cafetera eléctrica y el sueño que aún persistía se esfumó completamente y también dejó de caminar, quedando inmóvil en el umbral.

Jisung no tenía intenciones de verlo ni hablar con el contrario y retrocedió sus pasos, pero al final su presencia terminó siendo notada y su ahora esposo volteó a verlo, llamó su nombre con una ligera sonrisa en los labios y tratando de esconder el nerviosismo que sintió por el primer encuentro después de todo lo que había pasado la noche anterior. El recuerdo de sus disculpas aún se mantenían frescas en la memoria de ambos y el ambiente solo se hizo más incómodo cuando ninguno de los dos tenían palabras para intercambiar, fingiendo una escena cotidiana de pareja para mantener el ambiente relajado.

-Debes tener hambre- Minho se apresuró a decir tratando de romper la incomodidad entre ambos -no hay comida pero encontré un buen postre, ven, siéntate y te prepararé un poco de café.

Jisung dudó un instante pero terminó por seder, caminó lenta y silenciosamente hacia la mesa y ocupó una silla. Minho depositó frente a él una apetecible rebanada de pastel de chocolate negro. Estaba por tomar la cuchara cuando también se dejó una taza de café caliente junto a su pastel.

-Tanto el pastel como el café son muy buenos, anda, rueba- instó Minho.

Para ser su primer día actuando conforme a sus verdaderos sentimientos y expresándose como realmente quería ser delante de su esposo, no estaba seguro de qué hacer o cómo actuar.

Minho se había preocupado demasiado por lograr recuperar al doncel y los sentimientos que no supo valorar en el pasado. Buscó en las redes sociales el "cómo ser un buen esposo", pero al final no estaba lo suficientemente convencido, así que decidió hacer lo que pensó que era correcto: ser lo que quiso ser para su persona especial. Ser considerado, ser comprensivo, ser atento, ser amoroso, ser capaz de sacrificar cosas valiosas de su vida y su tiempo para dárselos a su persona especial.

Un pastel que fue a comprar muy temprano en la mañana cuando se dió cuenta que ni siquiera sabía hervir unos tristes fideos para comer, y un café recién molido y con su fragante aroma para tomar en la tranquilidad de la mañana. Luego recalentó varias veces la fragante bebida y esperó toda la mañana en la cocina por la llegada del doncel, hasta que al final pensó en llevar el desayuno a su cama pero lo vió llegar, ahora sólo podía esperar con ansias para ver al doncel tomar el primer bocado de su esfuerzo.

Jisung quería tomar la taza de café, pero el dulce aroma del mismo le pareció insoportable y no pudo evitar quedarse viendo la taza y arrugando ligeramente la nariz por el desagrado, dirigió lentamente su mano hacia la misma e hizo una pausa antes de tocarla, al final se apartó y dejó la silla.

-No me siento bien del estómago desde hace unos días atrás, mejor me retiro.

Minho no entendió el problema al principio pero luego supuso que era por la desconfianza que Jisung pudo desarrollar hacia él. Eso sería algo bastante normal, después de todo, Minho había hecho cosas que lo llevaron a eso, pero no pudo evitar sentirse ansioso debido al fracaso de su primer intento por arreglar las cosas entre ambos.

Rápidamente fue tras Jisung, sosteniéndolo instintivamente de la muñeca, ambos terminaron viéndose de frente y la incomodidad que había intentado quitar antes regresó una vez más con aquel contacto.