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-- ¡ Quién te dió derecho a poner tus sucias manos sobre mí esposo! -- exclamó Minho
Al momento del primer llamado, Hyunjin había medido las posibles consecuencias y esperó con una sonrisa divertida que se le borró completamente cuando Minho tomó una vieja pero gruesa rama del suelo y la empuñó dispuesto a usarla como arma.
--¡Date por muerto imbécil!
Minho atacó ferozmente y Hyunjin se levantó tan rápido como pudo del tronco en el que estaba sentado junto al doncel y se esforzó por esquivar cada ataque, pero, por su embriaguez terminó tropezando con sus propios pies y cayendo sobre el suelo un par de veces mientras gritaba aterrado y también tuvo que volver a levantarse para seguir corriendo si quería resguardar su vida y conservar su atractivo físico intacto.
En ningún momento los ataques de su primo se detuvieron y la escena se convirtió en la de un maniático asesino persiguiendo a una pobre y lastimada víctima, usando lo que podría ser una motosierra para desmembrarlo una vez que lo atrape. Nuevamente tropezó y cayó de espaldas al suelo y la vieja rama se estrelló sobre la arena a sólo centímetros cerca de su entrepierna mientras sus ojos se abrían por la sorpresa de lo cerca que había estado de quedar sin herederos.
Minho volvió a levantar firmemente la rama, sus ojos brillaban llenos de ira y su rostro era bastante feroz, estaba listo para batear con la cabeza de su primo y Hyunjin presionó los párpados afrontando su final, pero no pasó nada, la peligrosa arma había sido detenida por las manos del doncel y ambos hombres lo miraron espectantes, expresando cada quien una emoción diferente, Hyunjin agradeció mil veces internamente a su salvador mientras luchaba por regular los latidos de su agitado y aterrado corazón, mientras Minho se enojó aún más al ver cómo su esposo estaba dispuesto a proteger al sinvergüenza que se aprovechó de él hace poco, pensó que tal vez, aquello a lo que le tenía miedo era real; probablemente su doncel ya no era de él.
-¿Lo vas a proteger a él?- a diferencia de la demencia y la ferocidad en toda su apariencia, su voz se escuchó bastante débil y quebradiza.
La expresión del doncel era completamente neutra, sin una sola pizca de otra emoción que no fuese la indiferencia, tan parecido a la misma expresión que solía tener cuando Minho acababa de regresar del extranjero. Jisung llevó sus oscuros ojos hacia él y habló:
--Es mi mejor amigo.
Minho ya no dijo nada, soltó la rama y la misma cayó sobre la pierna derecha de Hyunjin a falta de fuerza por parte del doncel para seguir sosteniéndola, a nadie le importó tal accidente y solo Hyunjin se cubrió la boca con ambas manos para no llamar la atención de su primo con sus gritos de dolor y así evitarse una posible paliza.
Había muchas emociones que Minho se esforzó en reprimir en ese instante: demasiada rabia, el enojo de su orgullo de hombre herido al ver que alguien más tocó los labios de su esposo, abundantes celos y odio porque el corazón del doncel probablemente ya había sido ocupado por alguien más y él no quería admitir la derrota. Se esforzó por reprimir todas las groserías que quería gritar y los golpes que quería soltar sobre la cara de su primo y suprimió su corazón herido, limitándose a tomar al doncel por la muñeca y arrastrarlo de regreso al muelle para llevarlo tan lejos como fuese posible de aquellos que querían apartarlo de su lado, realmente sintió que iba a perderlo para siempre y no quería correr tal riesgo.
-¡Minho!- por algún extraño motivo, Jisung sintió pánico en cuanto la mano del contrario sostuvo su muñeca y trató de llamar su nombre, pero no fue escuchado y sólo pudo caminar torpemente tratando de seguir los pasos del contrario para no caer.
-¡Lee Minho lo estás lastimando!- Hyunjin se puso de pie y también intervino, preocupándose más por el bienestar de su amigo que por el suyo propio.
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El prometido de la familia Lee/Minsung
FanfictionLa familia Lee tiene mucho poder y dinero. Han Jisung es sólo uno más de la clase media. Lee Minho es el heredero. Han Jisung puede ganarse el cariño y respeto de todos, pero no de su esposo. Entonces a él no le importa, porque al final de cuentas e...