El prometido de la familia Lee/Minsung

Las Cosas No Salen Como Uno Espera

Los primeros rayos de sol salieron y los preparativos finales continuaron con todo el personal bastante ocupado, entrando y saliendo de las puertas secundarias del gran salón y transportando flores tras flores y varias bandejas de bocadillos.

La señora Lee caminó con sus bellos tacones negros sobre la alfombra de terciopelo del pasillo en el hotel y se detuvo en una puerta, tocando suavemente con sus delicados nudillos y llamando el nombre de la persona que buscaba:

—Jisung, querido, ya es hora de levantarse y comenzar— pero nadie respondió a su llamado —Sung...— volvió a llamar con otros golpes que aumentaron su fuerza, pero aún no hubo respuesta —¿Jisung?— dijo ingresando a la habitación que ocupaba el doncel.

Ye-Jin cruzó lentamente el umbral y caminó hacia la cama de su yerno, pero todo estaba en completo orden, como si nadie hubiese llegado a dormir ahí antes. Ye-Jin estaba ligeramente sorprendida y no tardó en tomar su teléfono y llamar al doncel, pero tampoco obtuvo respuesta.

Se sintió ligeramente inquieta y corrió con prisa hacia la habitación de su hijo para preguntar si sabía algo de Jisung, pero tampoco había alguien ahí.

-— Oh, Dios mío, ¿Dónde se metieron estos chicos?

Marcó al teléfono de su hijo y esperó a que contestara la llamada, pero nadie contestó y eso sólo acrecentó más su preocupación.

Cuando salió de la habitación se encontró en el pasillo con Hyunjin y sus amigos, quienes estaban esperando en la puerta del doncel y también la saludaron.

-— Supongo que tampoco saben dónde está Jisung —- dijo ella soltando un suave suspiro y volvió a marcar a su hijo.

Con sólo escuchar esas palabras la alegre sonrisa en el rostro de Hyunjin desapareció completamente.

-—¿Sungie no está?

—- Y tampoco Minho.

Hyunjin no tardó en sacar su teléfono y marcar al doncel mientras caminaba apresuradamente hacia la habitación de Chaeryeong, abrió directamente la puerta dirigiéndose a la cama donde su prima aún dormía profundamente entre las sábanas revueltas. Entre más esperaba con el teléfono cerca del oído y nadie contestaba más desesperado se sentía, había llamado al doncel durante la noche pero tampoco nadie contestó, y cuando llamó a Chae ella le dijo que Jisung estaba bien, sólo que ahora no había nadie en su habitación y eso lo enfureció tanto en contra de su prima que tomó una almohada y la golpeó repetidas veces en la cabeza hasta despertarla.

-—¡Ya! —- Chaeryeong se despertó abrumada y trató de detener el ataque defendiéndose con las manos como pudo -—¡Qué es lo que te pasa idiota!

-—¿Dónde está Jisung?

—-¡Maldito idiota! —- exclamó la joven aún adormilada y buscando a tientas su teléfono en el buró —-Minho me dijo que ambos se fueron del lugar. Por qué no los buscas en sus habitaciones-—continuó mientras revisaba la hora, Hyunjin no tardó en arrebatar el teléfono de las manos de Chae y revisó el mensaje de su primo  que había sido enviado en la noche.

-—¡Devuélveme eso!—- exclamó Chae bastante molesta y arrebató el aparato de las manos de su primo -—Ayer en la noche todos nos dejaron, Chan también me dijo que se iba, y Felix...

Hyunjin no tenía intenciones de seguir escuchando a su prima, no estaba satisfecho con la noticia ya que Jisung no estaba en su habitación, pensó que tal vez salió temprano en la mañana a dar un paseo o algo y volvió a llamar al doncel nuevamente, pero nadie contestó una vez más y eso poco a poco fue quitando la idea de su mente y reemplazando todo con preocupación.