El prometido de la familia Lee/Minsung

Quiero ser el personaje secundario, el que pueda cuidar de ti aunque duela

Las cosas que hace uno por amor. Las grandes tonterías que uno comete por amor.

Jisung tenía a la persona que amaba en su cama, lo estaba abrazando y podía oler el ligero aroma de su pelo, sentía la calidez de su cuerpo y sus brazos rodear su cintura mientras escondía su cabeza en su pecho.

Tenía a Minho una vez más en su cama y se sentía la persona más desafortuna en el amor.

Porque Minho dijo lo que sentía, porque Lee Minho se sentía solo y sólo buscaban un poco de compañía.

- Si necesito consuelo y sentirme seguro y tú eres la única persona presente que puede darme eso, no quiere decir que en un futuro voy a ponerte bajo una luz diferente. No importa lo que hagas, no voy a cambiar mis sentimientos hacia ti, no voy a dejar de odiarte.

Pero había una oración que nunca dijo en voz alta: "Te odio porque me recuerdas a él, la persona que me abandono"

Aún así, Jisung podía sonreír y apresarlo más en su pecho, no importaba si sus ojos se nublaron con las lágrimas que amenazaban con salir, no importaba si su corazón sólo se lastimaba cada día más.

Cuando Minho se quedó dormido al fin pudo declarar sus propios pensamientos acompañados de su voz quebrada y su dolor:

- No te preocupes, te sientes solo y no soy nadie para negar tu tranquilidad. Al final, son las cosas que uno hace por amor. Estar siempre ahí para cuidar y proteger e incluso dar su propio cuerpo para consolar a la persona que aman, sólo porque no quieren verlo triste. Pero está bien, si puedes romper este compromiso, puedes ser libre, casarte con la persona que amas, recibir todo el cariño y consuelo de esa persona, tener un hijo con esa persona, vivir una vida a su lado. Porque aunque te amo, a ti no te importa lo mucho que llore y ruegue por tu mirada, nunca vas a voltear a verme, está bien, algún día tendré que superarlo.

Lentamente sus ojos se cerraron y todo fue oscuridad.

La noche era silenciosa y triste, dos personas estaban acurrucadas juntas como una pareja amorosa durante una noche de tormenta, sólo que la tormenta estaba en sus propios corazones y el amor había sido destruido hasta que no pudo ver, escuchar o caminar.

Había un sueño donde el cielo era nublado, el llanto de un pequeño no cesaba y el miedo era cada vez más. Una voz llamó su nombre y lo abrazó con ternura, Minho buscó el rostro de Ye-Jin para sentirse seguro, pero ya no era ella.

Su suave mirada y esa hermosa sonrisa en sus labios adornados por un lunar a un costado, sus brillantes ojos oscuros lo miraban con amor.

Jisung lo sostuvo en sus brazos y Minho ya no era ese niño de cinco años, era un adulto que también le devolvió el abrazo con una dulce sonrisa, lo apartó un poco y llevó su mano hacia el abdomen del doncel, acariciando suavemente su vientre.

En ese sueño ya no habían lágrimas, sólo sonrisas.

Cuando el sol salió por la mañana Jisung abrió los ojos y soltó un ligero suspiro porque estaba solo en la cama, la persona que durmió a su lado durante toda la noche ya se había ido sin dejar rastro de su presencia.

Se dijo una vez más que sólo eran las tonterías que uno hacía por amor y que en un futuro no tenía porqué repetirlo.

Bajó a la cocina y fue recibido por el personal, Jisung quería comer algunos pasteles y ver televisión dando vida al cliché de un perdedor, pero sólo quedaban tres pasteles de todos aquellos que preparó la noche anterior; quería preguntar por el resto pero pensó que no tenía importancia y era mejor dejarlo así.

.

Cuando Rosé terminó la jornada universitaria salió del campus para tomarse la tarde en buscar nuevamente un empleo.