El prometido de la familia Lee/Minsung

Solo es culpa...¿verdad?

-¿Eh?¿No me escuchaste?

Los hombres comenzaron a reír burlones.

Han Jisung había tenido una noche muy larga y sólo quería entrar a su casa y descansar. Él volteó molesto enfrentando a los hombres.

-Si se van ahora prometo que no les irá mal...

-¿Ah?— al notarlo con más claridad bajo la luz de los postes de luz los hombres soltaron un alarido de sorpresa y él también se sorprendió.

Uno de los hombres reaccionó y se abalanzó sobre Jisung llorando mientras lo estrechaba en un fuerte abrazo.

- ¡Pequeño jefe, pequeño jefe! ¡Estás aquí!

Luego de la sorpresa el resto de los hombres también se abalanzaron y lo abrazaron lloriqueando de forma muy dramática y Jisung sólo bufó molesto expresando una ligera sonrisa.

— Pequeño jefe, hace mucho que no vienes y aquí nosotros nos sentimos abandonados -dijo uno de los hombres con un puchero triste.

- Tú nos dejaste, el gran jefe también nos dejó, todos nos dejaron- agregó otro comenzando a llorar de manera muy dramática.

Jisung sonrió ligeramente ante la exageración de su viejos amigos.

- Yo no vi que se sintieran abandonados, más bien, parecían tan felices que retomaron el viejo oficio.

- No diga eso pequeño jefe -
refutó uno de los hombres-, sólo estábamos haciendo nuestro servicio de vigilancia.

-¿Asustando a los transeúntes?

- No, bueno, algo por el estilo. Es que una pandilla pasa por aquí últimamente, y el presidente nos puso a cargo de la vigilancia y dijo seamos novedosos y cuidemos у de los jóvenes que caminan solos por la noche, así que decidimos asustarlos para que no salgan de casa.

Jisung sonrió divertido al escuchar el método de protección que sus viejos amigos habían tomado. Sabía que no habían pensado que ellos podrían ser acusados por los vecinos al asustar a la gente del lugar.

Estaba por hablar cuando una joven pasaba a un par de metros de distancia, estaba muy concentrada en su teléfono que nos siguiera notó la presencia del grupo. En cuanto uno de ellos la vió llamó al resto entre susurros:

— Ahí, ¡la muchacha de la panadería!

Cuando los demás la notaron empujaron a uno de ellos hacia la joven, tratando de no hacer mucho ruido.

El que fue empujado caminó detrás de la joven procurando no ser notado y dijo con una voz profunda y algo atemorizante:

- Hola, qué hace una chica tan solita y bien vestida.

Jisung vió de primera fila cómo la joven se tornaba pálida dando un brinco y volteando alarmada, al ver el rostro conocido de la persona frente a ella era como si su alma hubiese regresado a su cuerpo.

Los chicos junto a Jisung y el joven junto a la muchacha repitieron las mismas palabras que decían luego del acto:

- Concientización, no camine sola tan tarde en la noche.

La muchacha estaba tan blanda que terminó deslizándose, pero no tardó en reaccionar molesta tomando su bolso y golpeando las piernas del contrario con todas sus fuerzas.

- Oye ¡casi me matas del susto! i

- Pequeña, no se enoje, sólo hacemos nuestro trabajo de concientización— dijo el contrario dando un par de brincos hacia atrás para evitar seguir siendo golpeado.