6: Ofrenda De Paz

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La noche cayó y Namjoon volvió a casa agotado, aquella reunión fue difícil de llevar, intentar convencer a los clientes fue muy complicado, pero después de todo, lograron firmar el contrato y pronto iban a empezar a realizar los diseños.

Metió su auto en el garage del edificio y subió despacio y casi arrastrando los pies por las escaleras, sólo quería quitarse la ropa, tomar un baño largo y acostarse a dormir.

Namjoon volvió a ponerse de mal humor al ver a Jimin junto a su puerta, tenía algo en sus manos y lo observó con una gran sonrisa.

- Holi - saludó sacudiendo su mano con euforia.

- ¿Qué quieres ahora? No tengo tiempo para tus cosas.

- No seas tan malo - dijo formando un puchero - Vengo a ver tu ropa y entregarte una ofrenda de paz. Lo siento, ¿si? Prometo no causarte más problemas. Pero acepta este pequeño obsequio.

El chico le estiró una pequeña maceta con un cactus que apenas había florecido. Era precioso, su pequeña flor era color morado, Namjoon la tomó con ambas manos y su rostro se iluminó por completo, observaba la diminuta planta con asombro.

- Es una Gymnocalycium o cactus chin. Pensé que podría gustarte.

- Gracias - respondió con sinceridad y por poco se siente mal por haberse comportado como un cretino.

Jimin le sonrió dulcemente y sin que le hayan pedido una opinión, habló.

- A ellas les gusta estar en semi sombra, no debe darle la luz del sol directamente. Son felices en lugares amplios y su flor durará un día y morirá, pero volverá a florecer.

Namjoon lo escucha con atención, ve lo apasionado que es al hablar sobre la planta y sus cuidados. Por un momento olvidó que no le agradaba.

- Espera un momento, veré la ropa.

- Está bien.

El chico entró a su departamento con la nueva planta en sus manos, la colocó junto a las demás y contempló una vez más su gran colección. Sonrió ampliamente, estaba enamorado de sus pequeñas.

- Bienvenida pequeña. Espero poder cuidarte bien - le hablaba a la maceta con dulzura, como si esta la pudiera escuchar.

Se dirigió a su dormitorio para recoger la ropa manchada, la miró y por poco se enoja de nuevo. Con el ceño fruncido sale nuevamente del apartamento y Jimin seguía ahí, con una gran sonrisa en su rostro.

- Toma, el saco se lava en seco, por favor. No lo olvides. Me costó mucho dinero, en cuanto tengas listo todo, lo traes, ¿si?

- Listo, lavar en seco, lavar en seco, lavar en seco. Muy bien. No lo olvidaré. ¿Ya sabes que nombre ponerle a tu planta? Yo le pongo nombre a todas las que tengo. Y a esa le puse Chimmy.

- ¿Chimmy?

- Si. Sólo se me ocurrió. Bueno, me iré, no te molesto más, una vez más te pido mil disculpas por lo de hoy.

- OK.

- Hasta mañana, Nam.

Jimin subió las escaleras hacia su departamento, entró y dejó en algún lado la ropa de Namjoon, observó a su alrededor y notó que todo seguía siendo un desastre. Miró la hora y vió que no era aún muy tarde, está vez procuró no poner tan alto el volumen de la música y según él, ordenó.

Sacaba las cosas de una caja para meterlas en otra. Abrió su armario y metió toda la ropa que pudo en él. Miró su silla llena de ropa y colocó más, pronto se cansó y se lanzó sobre la cama, mirando hacia el techo. Se distrajo en su teléfono hasta que se quedó dormido.

Namjoon por otro lado se preparaba para tomar un baño. Entró en la ducha y mojó su cuerpo, para luego colocar algo de jabón líquido en sus manos para pasarse la esponja por la espalda. El agua cálida lo hizo relajar un poco. Su enojo se había disipado por completo.

Salió de la ducha al fin. Se colocó la ropa interior y se dirigió a la cocina para preparar algo rápido para comer. Preparó café, miró la hora en su teléfono y se sentó en su silla para revisar los correos en su laptop. Respondió algunos de ellos y fue por su taza de café.

Namjoon es excelente dibujando, con mucha concentración, deliniaba las partes de los pilares de un edificio, dibujaba cada detalle con mucho cuidado, casi sin errores. Sacó punta a su lápiz para obtener mayor precisión a la hora de hacer sus dibujos y continuó hasta terminar.

Observa con mucho orgullo la fachada en la gran hoja de dibujo y sonríe con placer. Miró nuevamente la hora y se sintió en extremo cansado. Enrolló la gran hoja y la metió dentro de un portaplanos, la puso con cuidado sobre su escritorio y soltó un gran bostezo.

Se lavó su rostro y cepilló sus dientes y se acostó por fin en su gran cama suave. Después de todo su día caótico no terminó tan mal. Taehyung le había enviado un mensaje de texto, que respondió rápidamente y dejó su teléfono en su mesita de noche y se durmió sonriendo inconscientemente al recordar su nueva plantita.

Pequeño GRAN Desastre ~ NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora