28: Ridículo y enamorado

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Desde que están juntos, Namjoon mira el mundo de manera distinta. Tal vez si era cierto lo que su padre le dijo: Tal vez Jimin era lo que necesitaba en su vida.

Una buena mañana, el viento fresco acariciaba sus rostros, el sol apenas había salido para brindarles un leve resplandor, no había rastros de lluvia, era un día perfecto para dar un paseo en bicicleta.

Namjoon se alistó con ropa cómoda y cuando ya estaba listo para salir, ya su novio lo esperaba en la puerta con esa enorme sonrisa que hacía desaparecer sus ojos, y con algo en sus manos, Jimin le extendió un ridículo sombrero de campo, formando un puchero en sus labios, el rostro de Namjoon se suavizó, suspiró y aceptó ponerselo. Salieron por fin del edificio, caminaban tranquilamente por las calles de la ciudad tomados de las manos y con aquellos sombreros graciosos, Namjoon se sentía absolutamente ridículo, pero quería tanto a su pequeño, que no le importaba llamar la atención de las personas a su alrededor.

La pareja se encontraba ya en el sitio, Taehyung y novio llegaron minutos después, llamando la atención de todos en el lugar, pues el pintor llevaba toda la protección para montar bicicleta, casco, rodilleras, y coderas, causó que Namjoon casi se tirara al piso de tanta risa, Jungkook se sentía tan diminuto a pesar de sus 177 de altura, no sabía dónde meterse por lo abochornado que se sentía.

—¿Qué rayos traes puesto, acaso tienes 12 años?—preguntó Nam mientras secaba unas lágrimas causadas por la risa.

— Este hombre vale miles de dólares, no puedo permitirme lastimarme— contestó inflando el pecho. — Joon mejor dime, ¿qué rayos traes puesto en la cabeza?

— Estoy combinado con Jimin, ¿okey?— habló con el rostro rojo haciendo reír a los demás.

Jimin soltó una carcajada y saludó a Jungkook, apenas se conocieron, se volvieron muy buenos amigos, a pesar de tener muy pocas cosas en común.

— Ya vamos a alquilar las bicicletas, ¡aprovechemos el tiempo!—dijo Jimin mientras tomaba la mano de su chico. Dando saltitos de alegría, Namjoon lo miraba con ternura, lo abrazó y continuaron caminando.

Tomaron cada uno una bicicleta justo a la medida y comenzaron el paseo, los amplios senderos llenos de hermosas flores y césped verde, con una vista espectacular al río y las montañas que rodeaban el parque, era simplemente especial, riendo y jugando, capturando momentos y los preciosos paisajes con sus cámaras fotográficas.

Pararon por un momento a un lado del sendero para beber agua y tomarse fotos juntos, Jungkook y Taehyung dándose muestras de cariño y Namjoon y Jimin riéndose y conversando.

— Aprendí a montar en bicicleta a los 15 años. — comentaba Jimin con un poco de vergüenza.

— ¿¡15 años!? Yo aprendí a los 6 o 7 años, un día simplemente me subí a la bicicleta y comencé a pedalear. Mi padre quedó sorprendido y grabó un video.

— Quisiera verlo, te imagino gordito y cachetón.

— ¿Cómo sabes?

— No sé, te imagino así.

Nam besó la frente de Jimin y le sonrió, estar con él era como volver a ser niño, era tan tierno e infantil, lo sacaba siempre de su zona de confort, le tenía demasiada paciencia cuando tenía momentos en los que el trabajo lo agobiaba. Siempre con una sonrisa, Namjoon podía sentirse en paz con él, lo hacía muy feliz.

— Una vez salí a pasear en bicicleta con mi mamá y casi me muero — Jimin habló con diversión.

— ¿Qué sucedió?

— Hacía una carrera con otros niños y aposté una funda de golosinas a quien llegara primero al final de la calle. Fui tan rápido que no me había dado cuenta que los frenos de mi bicicleta estaban en mal estado, tropecé con algo y volé.

Namjoon se imaginó la situación al ver las expresiones de Jimin al contar aquella anécdota y quiso reírse pero se contuvo.

— Nam, puedes reírte, yo veía desde arriba como la gente me observaba atónita, caí sobre el pavimento y me lastimé la pierna, no me rompí ningún hueso de milagro.

— ¿En serio?

—Ja, ja, ja, si. Me comencé a reír de los nervios mientras mi madre corría a ver si estaba bien. Al final llegué primero que el resto y gané la funda de golosinas.

— Qué manera de ganar una apuesta.

— Lo importante es que gané, desde ese entonces no he montado una bicicleta hasta hoy.

—¿Quieres volar entonces? Creo que debo pedirle el casco a Tae.

— No es necesario, ya aprendí la lección.

— Sabes que te voy a sostener muy fuerte cuando vueles y te caigas, ¿verdad?

— Si, eres mi grandote favorito.

— ¿Osea que hay más grandotes?

— Tonto.

Ambos sonrieron divertidos y llenos de cariño, Jimin se acercó y rodeó en sus brazos el cuello de Namjoon, se puso de puntitas y besó sus labios, el más alto lo abrazó fuerte y sonrió entre besos. Se levantaron para terminar el paseo e ir a comer juntos, el tiempo había pasado tan rápido y sin darse cuenta, ya eran las 4 de la tarde.

Dejaron las bicicletas en su sitio y ambas parejas caminaron hacia un pequeño restaurante al aire libre para comer.

Compartieron juntos los buenos momentos, con muy buena comida. Saliendo un poco de la rutina del trabajo y la universidad, disfrutaron de su compañía hasta caer la noche entre risas, fotos y anécdotas, todos disfrutando en la mesa bebiendo y comiendo. Estaban felices.

Llegaron cada uno a sus respectivos departamentos, agotados pero felices. La relación de Jimin y Namjoon poco a poco se iba fortaleciendo, así como su amistad con Taehyung y su nuevo compañero, Jungkook.

Namjoon con el corazón lleno de calidez pensó que era un buen momento para dar el siguiente paso...

No, casarse no, llevar a Jimin a conocer a sus padres. ¿O es muy pronto?

Pequeño GRAN Desastre ~ NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora