8: Frustración

1.4K 217 14
                                    

Los días transcurren con normalidad, Jimin de vez en cuando se ha encontrado con Namjoon en las escaleras del edificio pero no ha sido muy agradable, apenas le dirige la mirada.

Esa mañana, Namjoon se levanta gruñiendo por la pereza y el ligero dolor de cabeza, la noche anterior tuvo una cena de trabajo y bebió más de la cuenta. Nota que está desnudo y se sorprende de que hay alguien más  durmiendo en su cama.

Una preciosa chica de tez canela y cabello rizado, yace plácidamente dormida a su lado. Usualmente nadie se queda la noche en su departamento cuando tiene sus encuentros. Esta fue al parecer, la excepción. Mantiene la vista fija en ella, que se mueve apenas para cambiarse de lado en la cama, despacio acomoda unos rizos de su cara, es muy bonita. Namjoon esboza apenas una pequeña sonrisa y se dirige al baño para lavarse.

Cuando ha salido por fin, la mujer ya está despierta, colocándose la última prenda para marcharse. Namjoon la observa y sonríe. —¿No te quedarás para desayunar?— preguntó. La mujer le regala una sonrisa y niega con la cabeza, — lo siento, no puedo, ya me he quedado mucho tiempo — respondió mientras se coloca los zapatos.

— No recuerdo tu nombre — comenta apenado, —que poco caballero de mi parte, perdón.

— No hay nada de qué disculparse, tampoco recuerdo el tuyo, me llamo Ava.

— Mucho gusto, soy Namjoon —dijo entre risas, —me siento un poco tonto al presentarme así cuando ya...

— Lo sé y no hay problema con eso. Me tengo que ir, gracias por todo. La pasé muy bien.

— ¿Te gustaría ir por un café en algún momento?

— Claro. ¿Por qué no?

Intercambiaron números y se despidieron por fin. El chico ve la hora y ya es casi medio dia. Vió a su alrededor y toda su ropa estaba regada por la habitación, suspiró pesado y comenzó a ordenar todo. Cambió las sábanas, por unas nuevas y limpias, tendió la cama sin dejar ningún rastro de arrugas, recogió la ropa y la colocó en su respectivo cesto, detestaba el desorden. Al final organizó su closet y mientras movía sus camisas y chaquetas, vió su saco celeste y recordó a Jimin y el percance de la lavandería.

Se muere de coraje por tan sólo recordar su rostro, siempre tan infantil e irritante, definitivamente no le agrada en absoluto.

Namjoon da un vistazo al sitio y todo está impecable. Su paz se ve interrumpida, pues alguien está llamando desde afuera.

— Joonie, Joonie, Jonieeeeee, ¡ábreme!— grita su mejor amigo por el intercomunicador.

—No quiero.

—Te compré samgyeopsal.

— ¿Con fideos?

— Claro, ábreme pendejo, se enfría, vengo con Tannie.

— Sube tú y déjalo afuera.

— No seas estúpido y ábreme.

Sonó la puerta de metal, indicándole a Taehyung que podía subir. Entra despacio mientras empuja con su espalda la puerta para cerrarla, lleva en una mano a su perro y en otra la comida. Sube despacio y se topa nuevamente con el vecino de Namjoon, que notó enseguida la presencia del perrito.

—Tu otra vez, niño bonito, ¿cómo estás?

—Holi, yo estoy bien, ¿y tú?

—Muy bien, gracias, ¿por qué tan apurado?

—Tengo una actividad de la universidad y voy atrasado, ¿a qué departamento vas?

—Al tercer piso.

Pequeño GRAN Desastre ~ NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora