10: Espacio Personal

1.4K 228 34
                                    

Los días de Namjoon seguían siendo simples. Mantenía la misma rutina de siempre, con la diferencia de que ahora, todos los días recibe un mensaje de buenos días por parte de Jimin, los cuales ignora por completo.

Pero parecía que no era problema para él, Jimin siempre se encargaba de llamar su atención. Esa mañana muy temprano, Namjoon se alistaba para su trabajo y tocan suavemente su puerta. Siente curiosidad, son las 7 de la mañana y nadie lo visita a esa hora.

Se acomoda el cuello de su camisa antes de ponerse su abrigo y sale a abrir la puerta, al otro lado, Jimin, sonriendo como siempre, movía sus pies de atrás hacia adelante como un niño pequeño.

-Buenos diaaaaaaaaas, Nam.

-Eran buenos, Jimin.

-¡Lo sé, ahora son mejores!

-Yo creo que no. ¿Qué necesitas?

-Toma, hice bibimpab para desayunar y preparé extra para ti- comentó Jimin, extendiéndole un pequeño tupper de plástico, con la carita de Pororo estampada en la tapa.

-¿Gracias?

-De nada, espero te guste, tiene panceta y huevo. Come bien, ¡que tengas un lindo día!- dijo con una gran sonrisa mientras sus ojos se iluminaban, se despidió agitando la mano antes de regresar a su departamento.

Namjoon se queda parado en el umbral de la puerta por unos minutos, con el tupper en sus manos. Es imposible decirle que no a ese diminuto chico, siempre logra hacer lo que quiere.

Ve tan ridículo el tupper, al abrirlo, el aroma del arroz con aceite de sésamo invadió la habitación, no podía negar que la comida se veía muy buena. Decidió llevarlo al trabajo. Sí, este chico enorme de 27 años va a llevar a su trabajo un tupper de Pororo.

Sale de su departamento no sin antes contemplar a su pequeño bonsai de ciruelo rojo, ahora ya tiene dos flores preciosas, lo ve tan maravilloso, como si fuera lo mejor que haya visto en toda su vida.

-"Te amo bebé, espero ser lo suficientemente bueno para cuidarte" -le dice a su planta mientas la toma con su mano para verla más de cerca, solo le falta besarla y se habría vuelto completamente loco.

Dirige también su mirada al cactus que le obsequió Jimin, su flor única es hermosa, brillante y parece mágica, se acerca un poco a ella y le habla como si fuera a contestar.

-"¿Chimmy, dormiste bien? Es fresco aquí, ¿verdad? Espero hoy no sea un día tan soleado. Eres muy hermosa".

Al salir escucha un grito: ¡Que tengas un lindo día, Nam! Proveniente del piso de arriba, al levantar la mirada está él, siempre, como todos los días, asomado y con una gran sonrisa en su rostro. Éste solo le sonríe de lado, y niega con la cabeza, él ya no tiene remedio. No podrá librarse de él nunca.

Baja las escaleras y sale del edificio junto a su bicicleta, mira hacia el cielo y se encontraba despejado, una brisa fresca rozó su rostro, el cual lo hizo respirar profundo, estaba seguro que iba a ser un buen día.

Llega a su trabajo antes que sus demás compañeros. Tiene tiempo para poder desayunar, había preparado café y lo había llevado en un termo. Se sienta sobre su escritorio, bebe un sorbo de su café y come un poco de bibimbap.

Pequeño GRAN Desastre ~ NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora