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El silencio en el comedor real se volvió incómodo.

Astrid jugaba con sus dedos debajo de la mesa, mientras mordía con discreción su labio inferior, pero a pesar de que tenía un poco baja la cabeza, no podía quitar su mirada de los reyes, quienes también la miraban con atención.

El príncipe mayor pensó en decir algo, sin embargo, la hermana de su novia alzó su voz para tomar la palabra.

-No escucharon mal, majestades.- fue lo primero que dijo, antes de apretar ligeramente sus labios y luego siguió hablando- Astrid es mi hermana menor y con gusto puedo explicarles todo, si me lo permiten.- pidió con respeto.

-Adelante.- concedió Estoico.

Elsa miró a su hermana de reojo por un segundo y volvió a hablar.

-Nuestra familia siempre fue una de las más prestigiadas en Inglaterra y, probablemente, en el mundo; así que siempre mis padres has estado expuestos  a la vida pública y, obviamente, se dieron cuenta de lo tedioso que es. No obstante, se dieron cuenta muy tarde como para aislarme a mí del mundo y, la verdad, yo estaba de acuerdo, quería apoyarlos. Y cuando nació Astrid, yo ya tenía 8 años, estaba grandecita para darme cuenta del mundo real, así que los 3 nos pusimos de acuerdo para protegerla y lo hicimos aislándola de todo y de todos.- explicó lo más breve posible.

-Hasta que Hiccup la conoció.- comentó Jack con una risa burlesca.

Sus palabras hicieron que sus padres miraran rápidamente a su hermano.

-¿Y tú cómo la conociste?- preguntó su madre.

-Bueno...- Hiccup soltó una pequeña risa al mismo tiempo que llevaba una mano a su nuca para rascar sus cabellos- Jack me había pedido que vaya por Elsa, pero cuando llegué ella tenía algor por terminar, por lo que me pidió que la esperara unos minutos. Fue ahí cuando pasó Astrid y, cuando se dió cuenta de mi presencia, intentó ocultarse, pero yo ya la había visto. Así que no tuvo otra opción más que presentarse.- relató con una risueña sonrisa.

Pero ante sus últimas palabras, la rubia desvaneció su sonrisa y frunció el ceño, mientras levantaba, por fin, su cabeza.

-No es que no tenía otra opción. Era que ya estaba harta de las medidas de mi familia, no quería vivir en las sombras, también quería ser reconocida, ser una persona libre e independiente. Muchas de las buenas acciones de mi familia son gracias a mí, fui yo quien las puso sobre la mesa para ejecutarlas, pero gracias a que ellos me eliminaron de la familia ante los ojos del mundo, jamás me dieron el crédito. Soy muy buena en muchas cosas y siempre he tenido atracción hacia la familia real, en especial, hacia Hiccup y cuando lo ví, simplemente supe que era mi oportunidad de hacer que mi vida sea como YO quiera. Y ahora he logrado cosas que jamás pensé que iba a lograr, todo de la mano de Hiccup, hasta estar aquí con ustedes.- espetó con ímpetu y seguridad- Majestades.- añadió al ver la sería mirada de todos sobre ella, sobretodo la de su hermana, sin embargo, el peliblanco fue el único que la miró con diversión.

Cabe resaltar que los demás la miraban con molestia, casualmente, por las misas razones. La menor de las Hofferson había actuado como toda una bárbara de acuerdo al pensamiento de la monarquía y alta sociedad. Habló con un tono tosco y déspota, sin las pausas adecuadas para dar una buena buena opinión y no se dirigía a ellos con el respeto debido.

Los reyes estaban principalmente molestos, porque ella se dirigía a su hijo como 'Hiccup', en vez de llamarlo como realmente tenía que hacerlo: 'El príncipe Hiccup'.

Esto sólo les confirmó que no tenía la educación ni las bases para ser parte de la familia real y era lógico, pues si familia la había mantenido oculta con la intención de que la familia real sea la última conexión con Astrid, pero ahora ella sola se metió en la boca del lobo.

^MY LADY ASTRID^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora