^MY LADY ASTRID^

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2 años después...

-¡Zephyr, espera!- una agitada Astrid trataba de seguirle el paso a su pequeña niña de 2 años y medio, pues ella soltó el agarre de su mano para correr hacia el campo del castillo, donde Chimuelo y Tormenta corrían con libertad.

-¡Caballos!- chilló la pequeña ojiazul con felicidad, mientras estiraba sus barzos hacia al frente y seguía corriendo.

La rubia veía con terror a su hija corriendo hacia ellos, ya que podrían pasarla o patearla. No le ayudaba sentir náuseas mientras corría.

-¡Te tengo!- Hiccup apareció por su costado y logró alcanzar a su hija, justo antes de estar cerca a los caballos- ¿Estás bien?- le preguntó a su esposa, al verla dando arcadas.

-Un segundo...- dijo ella en un jadeo para después respirar hondo y calmarse- Uff, parece que alguien heredó tu amor por los caballos.- comentó ella en una pequeña risa, mientras se acercaba a su familia.

El castaño también soltó una risa ante sus palabras.

-Sí, bueno, es la que más le da aliento a Jack en las carreras.- dijo con gracia, antes de darle un beso en la mejilla a Zephyr, quien seguía mirando a los caballos jugar entre ellos.

-Tú montarás con ella en Chimuelo, eres mejor jinete que yo.- le dijo Astrid para alzar el ego del príncipe- Oye, no te hagas mucho, porque sigue siendo mejor que tú en las armas.- le recordó y el ojiverde dejó de sonreír.

-Está bien, pero, ¿aún quieres cenar con mis padres? Sabes que no es necesario.- le dijo él demostrando su disgusto.

-Hiccup, siguen siendo tu familia y los desacuerdos que tengamos entre nosotros no debe afectar nuestro núcleo familiar. Además, me la he pasado de maravilla con tu padre últimamente, estamos conectando y tu madre no se queda atrás, siento que por fin me están aceptando.- opinó la princesa risueña.

Y era cierto, en el último año, los reyes británicos han sido mucho más amables con su nuera, incluso han realizado acciones que no eran muy habituales en ellos. Por ejemplo, hacer un picnic con ellos y sus amigos, llevar juguetes en la última Navidad a los niños más pobres y dar ellos en persona una inspección a los trabajos sociales a lo largo de toda su nación. Claramente, esos cambios han sido notado por todo el pueblo inglés y muchos han coincidido que Astrid es la causa de ello.

-Es verdad, mis padres ya te ven con mejores ojos, espero que todo siga bien.- concordó Hiccup, quien había olvidado por completo que hay otra amenaza hacia su esposa, la cual no está en el castillo.

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-¿Dónde están Hiccup y Astrid?- preguntó Valka, oyes ya era la hora de la cena y todos se encontraban en la mesa, menos los mencionados y Zephyr.

-Estaban terminando de bañar a la niña.- contestó Elsa al lado de Jack.

-Uy, sí, denle la culpa a la niña.- comentó Bocón con picardía haciendo reír a los demás.

-¡Llegamos!- anunció el heredero entrando con su hija en brazos y su esposa a su lado- Disculpen la demora, pero alguien juega mucho en la tina.- agregó con gracia, mientras se sentaban en sus respectivos lugares.

-¡Astrid, qué atrevida!- chilló nuevamente Bocón para luego reír a carcajadas, pues el matrimonio más joven se sonrojó con intensidad.

Estoico y Jack lo acompañaron en las carcajadas, mientras que Elsa y Valka sólo rieron levemente. Por otro lado, Zephyr sólo rió, porque vió a los demás haciéndolo.