^MY LADY ASTRID^

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Castillo real de Inglaterra...

Habían pasado 2 semanas desde la tragedia en Snorck, las intensas búsquedas no cesaron hasta que pudieron encontrar todos los cuerpos, lamentablemente, todos sin vida. Y los 5 niños que lograron salvarse fueron los únicos sobrevivientes, que aún están en cuidados intensivos.

La reina y el rey fueron los encargados de llevar las condolencias a todas las familias de todos los fallecidos, por insistencia de Astrid e Hiccup, fueron a una reunión para expresar las condolencias con ellos. Mientras que los príncipes, junto a sus novias, fueron al hospital de Snorck para visitar a los niños internados.

-Por Dios, Hiccup. ¿Puedes decirnos para qué nos llamaste a todos?- preguntó el rey impaciente, sentado sobre su gran sofá personal.

-Lo siento si te quito tu valioso tiempo, padre.- respondió su hijo con desdén, mientras se paraba al frente de su familia y de Bocón- Tengo una pregunta que hacerles.- les reveló llevando ambas manos tras su espalda.

-No, no puedes comerte toda el helado de la despensa.- habló Jack con diversión.

Su hermano mayor lo fulminó con la mirada.

-No iba a preguntar eso, Jack, pero de todas formas, gracias.- le dijo con voz irritada, pero tratando de seguir amable- Lo que quiero saber es cuáles son sus opiniones respecto a Astrid. Ya quiero proponerle matrimonio.- les confesó con una risueña sonrisa.

El único que sonrió ante lo anunciado fue el menor de todos, él estaba tan entusiasmado con la idea de que la novia de su hermano forme parte de la familia como él mismo. Pero para desgracia de los hermanos Haddock, lo que vieron en sus padres y en su mentor, fue todo lo contrario.

-Bueno, sin duda Astrid es...- Valka empezó a hablar con tono serio y en su rostro sólo estaba la expresión de repudio.

-Es diferente.- atinó a decir Bocón.

El ojiverde rodó los ojos, su novia sin duda no era como todos en la realeza, pero es era lo que más le encantaba de ella. El ser auténtica.

-Es una buena chica, hijo, pero no cumple con los estándares.- volvió a tomar Valka la palabra- Es inoportuna, descuidada, irrespetuosa de las reglas. Da una mala imagen a la familia.- añadió.

-Al parecer, eso es lo que le gusta a la gente.- murmuró el peliblanco.

-Y eso lo jugaremos a nuestro favor, sobretodo para el tuyo, Hiccup.- intervino Estoico con una ligera sonrisa de lado, los demás supieron de inmediato que se traiga algo entre manos.

-¿A qué te refieres?- preguntó su hijo biológico, llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón.

-Desde que diste a conocer al mundo tu noviazgo con la menor de los Hofferson, han estado en la mira de la prensa nacional e internacional. Y, así como dice Jack, Astrid es adorada por la gente, sólo por esa razón, te aconsejo que la desposes. Su fama será la tuya, serán la pareja más querida y aclamada de los tiempos, su unión te traerá gloria a ti y a la familia.- les dijo a todos con emoción.

Pero Hiccup sólo lo miró como si estuviera lunático. ¿Solo por eso iba a dejar que se case con Astrid?

-Tu padre tiene razón.- secundó la reina a su esposo- Tú también llamaste mucho la atención de las cámaras y periodistas cuando tuviste tu etapa de rebeldía y no te comportabas como deberías. Bueno, hasta ahora lo sigues haciendo y ahora más con Astrid.- terminó rodando los ojos en desaprobación.

-Esa es nuestra decisión. Tómala o déjala.- sentenció su padre con firmeza.

El heredero a la corona miró a todos, esperaba alguna ayuda por parte de Jack o incluso de Bocón, pero su hermano sólo tenía la cabeza baja y el rubio levantó los hombros sin saber qué hacer.