Capítulo 06

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"La paciencia también cuenta como mérito."

Katana.

Apenas bajó del carruaje, Mo-Quing se aventó sobre la nieve, siendo el blanco de las miradas extrañas por parte de los guardias, los nobles y la familia real, quienes aguardaban en la entrada, esperando la llegada de las dos princesas.

Zaia bajó secundada por su hermana, la primera sonrió al ver a la comandante jugar como una niña pequeña con la blancura helada, Lan-Sui por su parte se acercó a Mo-Quing sin una expresión relevante en su rostro, no mostraba enfado, pero esa alegría tan característica que mantuvo en el camino se esfumó. 

Tendida boca abajo, Mo-Quing sintió un repentino sobresalto al ser levantada por dos delgados brazos, Lan-Sui la cargó como haría con un costal de papas, incluso un costal recibía mejor trato que ella en esos momentos.

—Padre. —Lan-Sui se inclinó delante del demonio, un reflejo de ella en casi todo. —Emperatriz. —Andrómeda se iluminó. —Madre. —El tono de Lan-Sui fue hostil, Mo-Quing se giró desde arriba, ajena a la mala relación de madre e hija, su sorpresa fue enorme al verlas congelarse simultáneamente con la mirada.

Armin esperaba a un lado de la familia real, vestida con túnicas del clan nieve, buscando impresionar a Lan-Sui, pero para su desgracia, ella no la miró ni siquiera una vez, en su lugar, dejó caer a Mo-Quing delante de los emperadores.

—¿Dónde está JiuJiu?

—Adentro. —Andrómeda se agachó siendo auxiliada por Ágape para que quedara al mismo nivel que Mo-Quing. —Su condición es estable pero en días nevados no es recomendable que salga, podría recaer de nuevo. Comandante, me alegra tenerla con nosotros de nuevo.

—Majestad, la alegría es compartida. —Mo-Quing se levantó ayudando a la emperatriz, después reverenció a Wan-Lian, quien le otorgó tres palmaditas en la cabeza. 

—Ha hecho un buen trabajo manteniendo a Lan-Sui de los problemas, mi imperio está en deuda con su persona.

—No es nada, solo cumplo con mi deber.

—En eso se equivoca mi estimada comandante. —Katana apareció junto a su hermano, ambos vistiendo túnicas sencillas, sus largas melenas blancas ondeaban como banderas de victoria, atadas en pequeños broches dorados, que sostenían los cabellos en coletas altas. Lan-Sui corrió a abrazarlos apenas los notó aparecer. —¿Lo ve? Lidiar con Lan-Sui es difícil, esto que hace por ella es mucho más que solo su deber, más tarde su recompensa será enorme.

Zhan se liberó del abrazo al notar una anomalía en su prima. 

—¿Cuándo cumpliste años que no me di cuenta? Aún no es la fecha, ¿y ya tienes dos colas? ¿Qué rayos pasó?

Respondiendo, ambas partes peludas se agitaron, Zhan se transformó en un zorro de tamaño mediano y se entretuvo jugando con aquellas partes. Lan-Sui se erizó al sentir como le mordió, acto seguido también recurrió a su forma animal para arreglárselas con su primo. 

Las dos bolitas blancas rodaron en la nieve, cuesta abajo, pero aún así ninguno cedió ante el otro, al contrario, sus agarres y mordidas fueron más profundas.

Viendo como caían, la familia imperial solo pudo negar y regresar al palacio de la montaña, más tarde ambos los alcanzarían, empapados por la humedad y helados por el frío.

—Venga con nosotras comandante. —Ágape tomó a Mo-Quing del brazo, separándola del punto en el que estaba parada, observando a Lan-Sui caer. —Vayamos dentro, hay comida esperándonos en la mesa. Ellos ya vendrán después.

The Princess And The Demon Witch IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora