El Real Yo

18. Rescate

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Adrinette April

El Real Yo

Rescate

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Marinette observó nuevamente el banco vacío de Adrien a su lado. Llevaba ya dos semanas sin asistir a clases, y aunque sabía por medio de Plagg que estaba bien, no dejaba de preocuparle el hecho de que lo habían dejado completamente incomunicado, pues le habían quitado el internet y en una nueva discusión con su padre, había perdido el teléfono.

Se sentía muy apenada de no poder hacer nada por él, y es que él tampoco quería que hicieran nada para sacarlo de ese martirio porque lo único que podría liberarlo, era que Marinette entregara sus aretes, y eso nunca lo iba a permitir.

Y a eso, Marinette tenía que sumarle el martirio que tenía que escuchar cuando todos le preguntaban por Adrien, como todos empezaron a suponer que lo de ellos iba directo al fracaso debido a lo que estaban pasando.

Quería parar el tiempo y descansar un par de segundos, solamente.

Y en eso, apareció Kagami, también preocupada por Adrien.

Entre las dos, mediante malteadas de chocolate y crema batida, conversaron de todo lo que estaba pasando, tratando de idear un plan para poder ayudarlo.

Marinette suspiró, cuando más necesitaba ideas, estaba nula, y el chocolate no parecía estimularle la imaginación.

—Pensaba —dijo Kagami, moviendo el sorbete de su malteada—, una vez Adrien me comentó que deseaba desaparecer e irse a vivir al medio de la nada.

—Sí, a una isla —comentó Marinette, un poco risueña, apoyándose sobre su propio hombro—. Siempre ha querido salir del control de su padre, pero no ha podido. Como siempre me dice, solo quedan dos años más.

—¿Con dieciocho él podría independizarse sin problemas?

—Claro, además tiene la herencia que le dejó su madre, tranquilamente puede vivir sin ver a su padre nunca más.

Y en eso, a Kagami se le ocurrió un plan.

—¿Sabes si Gabriel le pasa una mensualidad a Adrien o algo?

—No que yo sepa, todo tiene que ganárselo, ¿recuerdas la chaqueta rosa que me regaló hace un año? Tuvo que trabajarle para poder conseguirla.

—¿Crees que Adrien tenga la fortaleza para emanciparse?

—¿Emanciparse?

—Si, con un buen abogado, informando de que él podría tener recursos si se le pagara por el trabajo realizado, quizás un juez le daría ese beneficio.

—Pero es complicado —le recordó Marinette—, llevar a su padre a juicio traería mucho ruido, e incluso la compañía de tu madre tendría problemas.

—Es que ese es el punto, mi madre no lo permitiría—dijo con una sonrisa, preocupando a Marinette. Kagami cada día tomaba más riesgos— ¿Qué?

—Me haces sentir que soy una mala influencia para ti.

Kagami solo se rio.

—Estoy más que segura que usaría a nuestra abogada para que Adrien y su padre hablen entre ellos, sin ir a un juzgado —le comentó—. Problema resuelto.

Marinette la observó y luego, bebió de su malteada mientras analizaba las palabras de Kagami.

—¿Estás segura que funcionará?

—Nada perdemos con intentarlo —le respondió, encogiéndose de hombros.

...

Dos días se demoró Kagami en informarle a Marinette lo que había pasado con su madre.

En un inicio, la señora Tomoe no había prestado atención al asunto, puesto que Gabriel Agreste tenía el derecho de castigar a su hijo como le pareciera más adecuado, pero en el momento que le mencionó la ideal del menor, todas sus antenas se encendieron. No podía permitir que la imagen de su compañía se manchara por una disputa entre padre e hijo, y menos, ahora que Adrien era el rostro de su compañía también.

Como la mujer de armas tomar como era, inmediatamente, contactó a su abogada para que fuera a hablar con el señor Agreste.

—¿Cuándo va a ir la abogada?

—El lunes a primera hora —le informó, mirando el calendario de su computadora—. Hay que buscar una forma de avisarle a Adrien, no vaya a estropearlo todo.

—Yo me encargo de eso —afirmó Marinette, entusiasmada con la idea de poder liberar a Adrien de su padre—. Muchas gracias por todo, Kagami.

—De nada, Marinette —dijo, también sonriendo—. La idea es que Adrien pueda ser feliz y me alegra poder ayudarlo de alguna forma, además, nosotras iremos ese lunes también.

—¿Y las clases?

—Un día que faltemos, no matará a nadie.

—En serio, Kagami, soy mala influencia para ti —dijo sonriendo.

—No creo que lo seas, quizás lo que eres, realmente, es una llave mágica que ayuda liberar el real yo de cada persona, así como lo has hecho con Adrien y conmigo.

—Odio que me hagas llorar —respondió con los ojos entrecerrados, limpiándose las lágrimas que aparecieron en ellos.

—Tú te lo buscas —dijo la japonesa, antes de cortar la llamada.

Marinette se lanzó hacia atrás en la silla de su escritorio y movió la cabeza hacia la caja de costura donde tenía la caja de miraculous.

—Solo hay una forma de poder ir a ver a Adrien...

...

Pegabug apareció en la habitación de Adrien, un poco entrada en la noche, pues era la única hora prudente en la que podía aparecer sin correr el riesgo de ser descubierta.

Para su suerte, Adrien aún estaba despierto escuchando música, en cuanto la vio, se demoró solo dos segundos en tenerla rodeada por sus brazos.

—Te extrañe tanto —dijo, afirmándola contra él, como si buscara impregnarse del aroma de la chica.

—Yo también, Adrien, no veía la hora de poder verte, abrazarte. pero me preocupaba mucho no saber que hacer, hasta ahora.

—¿Hasta ahora?

—Si —afirmó—, tenemos un plan para liberarte de esta prisión.

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¡Y adivinen qué!

¡Sí!

Esta es la actualización donde me pongo al día ;o;

Soy tan feliz...

¡Gracias a todos por leer lo que escribo!

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Aquatic~

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21 de Abril 2022