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Adrinette April
El Real Yo
Atrapado
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Adrien sabía perfectamente que en el segundo que pusiera un pie en la mansión, su vida no iba a ser nunca más la misma y tampoco quería arrastrar a Marinette a lo que fuera a pasar, así que, con todo el dolor de su alma, le entregó el miraculous del gato negro. Plagg lo miraba con mucha pena por no poder acompañarlo, en ese momento, pero entendía el trasfondo de todo, si su padre tomaba control del miraculous podría ser tremendo y peligroso para todos.
Marinette accedió, pero, de todas formas, al igual que con los otros kwamis, activó el anillo para que Plagg lo acompañara, independiente del miraculous.
—Pero...
—No puedo dejarte solo con tu padre y primo en la mansión —le explicó Marinette—. Plagg puede acompañarte, sin el miraculous no podrán usarlo, pero él si podrá defenderte, si algo pasa.
—¿Y no temes que haga algo malo? —preguntó el pequeño, mirando a la guardiana, sorprendido.
—Confío en que podrás controlar tu poder por el bien de Adrien —afirmó. Y Plagg, pegó su brazo a su pecho, como si hiciera una promesa silenciosa de que así sería.
Y los dejo irse, aun sabiendo que era probable que no lo viera en mucho tiempo.
—¡Adrien! —dijo, reteniéndolo con la mano y atrayéndolo a ella, para abrazarlo. Éste también la abrazó con fuerza, tratando de confiar en que todo iba a estar bien, y no era la última vez que la veía.
—Mi Nette... —la apretó un poquito antes de soltarla, tomarla del rostro y darle un breve beso—... nos vemos pronto.
—Eso espero.
...
Cuando Adrien llegó a su casa, había un gran alboroto, pues alguien discutía con su padre. Se acercó con cuidado para observar quien se encontraba en la casa y se encontró con Felix, que lejos de la pose estoica que solía mantener, muy parecida a la de Gabriel, estaba tan alterado como él.
—... y todo esto ha sido culpa tuya —dijo Gabriel enfrentando a su sobrino—. Si hubieras seguido en silencio, si no le hubieras puesto cosas raras en la cabeza a Adrien esto no hubiera sucedido.
—Si me hubiera dado el miraculous del Pavo Real cuando le he pedido, esto no hubiera pasado —respondió, agitando su cabello con su mano derecha—. Tendríamos un miraculous cada uno, yo tendría la seguridad de mi vida y usted el control sobre Adrien y ahora no tenemos nada.
Ante eso, Adrien abrió la puerta con la mano extendida, haciendo que ésta se azotara con demasiada fuerza, sobre saltando a ambos.
—Adrien...
—¿Qué acabo de escuchar? —parecía tan perdido en sus pensamientos, que ninguno de los dos pudiera sospechar que Adrien ya sabía todo.
—Pues la verdad —exclamó Felix moviendo sus manos—. Tu padre era Shadow Moth, Nathalie fue —fingió pensar un momento el nombre antes de decirlo—. Mayura y toda esta familia está tan podrida que tu madre está en un sarcófago cual princesa del bosque en el sótano.
—¿Qué?
—¡Felix! —protestó Gabriel, pero éste no se silenció.
—¿Qué? —dijo, acercándose a su primo—. ¿Eso te pareció aterrador? —al ver la cara de su primo completamente perturbada—. Sí, creo que puse la misma cara que tú cuando me enteré, antes de llamar a tu noviecita para hacer un trato, pero no lo aceptó.
—¿Qué tiene que ver Marinette en esto? —preguntó saliendo de sus pensamientos, ignorando completamente la conversación de estos. ¿Sería por eso que estaba tan asustada porque Felix estuviera en la mansión?
—No soy idiota, Adrien —Felix se acercó lo suficiente a Adrien para casi pegar su rostro al de él—. Sé que esa chica sabe más de lo que aparenta, ¿o no tío? —dijo volteando hacia Gabriel, Adrien lo observó, tenía los ojos azules completamente oscurecidos, cegado por una rabia incalculable—. Porque no le cuenta como aquella niña que tanto subestimo por ser la pareja de su hijo lo agarró con la guardia baja y lo desarmó en menos de cinco minutos —volvió a mirar a Adrien con una sonrisa que hizo que éste apretara el puño con rabia—. No hay que negar que hiciste una buena elección como pareja. Solo hablamos un par de minutos, pero apuesto que esa chica debe ser puro fuego, ¿no?
Cuando Adrien quiso reaccionar, ya le había pegado a su primo. Observó su puño sorprendido de haberse dejado llevar por sus emociones. ¿Eso es lo que pasaba al no tener el control de su padre sobre él?
—No te permitiré que hables así sobre ella —le advirtió.
—¡Wow! —con una sonrisa aun más irónicas, Felix volvió a arremeter sobre Adrien, pero éste lo esquivó con facilidad, barriendo sus pies, haciendo que estrellara su espalda contra el suelo—. Me has vuelto a sorprender, supongo que ser Chat Noir te dio algo de personalidad y agilidad.
—¿Qué? —Gabriel volvió a interrumpir, acercándose a Adrien para tomarlo de los hombros— Realmente, ¿eres Chat Noir?
—No soy Chat Noir —dijo convencido de sus palabras, después de todo, ya no lo era—. Y no entiendo porque creen que Marinette puede ser Ladybug.
Felix iba a hablar, pero Gabriel volvió a sacudir a Adrien.
—No me quieras ver la cara, Adrien, si tú tienes el miraculous del gato negro, podemos conseguir el que tiene Marinette y volver todo a la normalidad, cuando tu madre estaba con nosotros.
—No tengo ningún miraculous, padre —volvió a afirmar—. Si me ha elegido como portador provisorio, pero he usado el de la serpiente en una ocasión, nada más.
Gabriel se enderezó y lo miró fijamente.
—Te atreves a mentirme en la cara, bien —dijo colocando sus manos detrás de él—. No volverás a la escuela.
—Pero...
—No saldrás nunca más de esta mansión —afirmó—, claro, salvo que tengas un miraculous y me lo des...
—Que no tengo ningún miraculous —volvió a insistir, llevando su mano al pecho, aunque aquel gesto era más para calmar a Plagg que se movía realmente molesto dentro de su camisa blanca.
—Entonces, vete a tu habitación y no volverás a ver la luz —Adrien miró a su padre con tanta rabia, que el solo hecho de desviar la mirada y ver a su primo sonreírle con burla, le dieron ganas de moverse y volver a golpearlo, pero no. No iba a volver a caer en su juego. Volvió la mirada a su padre y afirmó.
—Si eso quiere, está bien, me pudriré en mi habitación —y tras decir eso, fue rápidamente hacia ese lugar, cerrando las puertas con mucha fuerza.
—Y tu Felix, no vuelvas a aparecer nunca más en esta casa —le advirtió, saliendo del despacho también hacia su habitación.
Felix se cruzó de brazos, analizando todo lo que había pasado en ese lugar. Luego, ladeó la sonrisa, al final el resultado no era tan malo. Su primo era libre como su madre quería, y su tío no tenía el poder para desaparecerlo nunca más...
Y realmente, no parecía que debiera preocuparse por Marinette, amaba tanto a su primo, que era seguro que protegería su vida, ante todo.
Con esa resolución, salió de la mansión hacia Londres, ya no tenía nada que hacer ahí.
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El Real Yo
FanfictionMarinette pensó que al compartir el peso de su maletin con Adrien, las cosas iban a mejorar, pero estaba completamente equivocada. Buscando la forma de disfrutar el sentimiento bonito que comparte con el chico, tiene que seguir malabareando con obst...