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Adrinette April
El Real Yo
Llamadas Nocturnas
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Cuando Adrien salió de la mansión con dos maletas, Gabriel no salió a despedirse de su hijo, y tampoco era como que Adrien esperaba que lo hiciera, a diferencia de Nathalie que si lo hizo. La mujer de lentes, lo abrazó susurrándole al oído que cualquier cosa que necesitara, contara con ella. Agradeció el gesto, devolviéndole el abrazo.
—Gracias Nathalie, por todo —le dijo, antes de subir al auto, donde su guardaespaldas habia guardado ambas maletas—. Te dejé en la habitación, anotado mi nuevo número de teléfono.
Ésta afirmó y lo despidió con un gesto de su mano, luego observó hacia la ventana que daba al despacho de su jefe, claramente se podía ver a Gabriel observando por ella. Suspiró y negó con la cabeza.
Estaba segura que Gabriel pensaba que Adrien no soportaría la vida, que no tardaría en volver, rogando que lo perdonara, pero también, estaba segura que Adrien no volvería, no ahora que había podido finalmente las cadenas que lo amarraban a esa familia.
Solo esperaba que todo le fuera bien.
...
Adrien abrió la puerta de su departamento e ingresó las maletas frente a él, el espacio era un tanto reducido, pero podía moverse. Llegó hasta el final del mismo y se sentó en su cama, el colchón era suave y estaba seguro que no tendría problemas para dormir esa noche. Miró a su alrededor, todos sus amigos habían estado después de clases, ayudándolo a ordenar el lugar, y aunque contaba con un espacio reducido, todos se la ingeniaron para de una u otra forma, llenarle un mural que Marinette había hecho, con mensajitos de aliento y ánimos para la nueva vida que hoy comenzaba.
Aspiró profundo y se puso de pie, acomodaría primero su ropa, y luego, buscaría algo para comer.
Ese era el plan.
Pero, era casi de noche cuando terminó de desempacar y organizar todas sus cosas en el departamento, incluyendo colocar las sábanas y el plumón en la cama. Agradeció la ayuda de Plagg con un buen trozo de Camembert y se dejó caer en la cama con los brazos extendidos, tenía hambre y tampoco era como si supiera que hacer de comer, ¿quizás un sándwich?
Estaba debatiéndose, justo cuando tocaron el timbre, se levantó a ver quién era, encontrándose a la señora Solange, que venía con una pequeña olla sostenida por un paño de cocina.
—Muévete, hijo —le pidió, haciendo que Adrien se moviera contra la puerta del baño para permitirle el ingreso. La mujer dejó la olla sobre el quemador de la cocina de dos platos que tenía y le sonrió—. Te traje un poco de estofado, me imaginé que no tienes tiempo para cocinarte algo.
—Realmente —dijo, apenado —. No sé cocinar, así que estaba pensando pedir algo.
—Pedir es costoso —le advirtió, deberías hacerte algún menú o puedo enseñarte a cocinar —le propuso—. Mientras tanto, comételo todo, y me devuelves luego la olla.
—De acuerdo —afirmó.
—Que descanses —Adrien se despidió y cerró la puerta, se acercó a la olla y levantó la tapa, el aroma del estofado de carne y papas le llegó directo al estómago, se miró con Plagg y sabía que aquel glotón lo acompañaría a cenar.
...
Tras ducharse y ponerse el pijama, se acostó finalmente a dormir, aunque estaba muy cansado, daba vueltas y vueltas sin poder conciliar el sueño, hasta que escuchó su teléfono sonar.
Lo buscó en la mesa junto a la cama y sonrió cuando observó que era Marinette.
—Marinette... —exclamó, activando la videollamada.
—Adrien, ¿Dormías?
—No —respondió—, no sé como me despertaré mañana para ir al colegio.
—Es por una de las razones que te llamé, la otra es porque necesitaba verte y oír tu voz —Aquello hizo que Adrien ladeara su sonrisa, es que ella era tan encantadora...
—¿Y qué tal tu día?
—Fue hermoso, Adrien —respondió ilusionada—. Audrey me llevó a conocer los talleres de una de los diseñadores que conocí en la gala de Lyon. Me pidió sugerencias, hablamos de telas... fue tan mágico.
Adrien sonrió, amaba escuchar a Marinette disfrutar tanto de su sueño, y estaba seguro que nunca se aburriría de eso.
—Quiere que hagamos una colaboración —completó.
—Wow, mi novia es la mejor del mundo —respondió.
—Y sí, tengo que esforzarme en hacer dinero, tengo un novio que mantener —contestó empuñando su mano derecha a un lado de su rostro, haciendo que Adrien también se riera.
—El tres, mi padre empezará a depositarme, ahí te pago mi primera cuota.
—No te preocupes —respondió con una sonrisa, haciendo que Adrien también sonriera al verla—, lo importante es que no te falte nada, el dinero lo vemos después. Nunca fui rica, así que puedo vivir de lo que me dan mis padres —en eso bostezó.
—Creo que alguien tiene sueño.
—Sí, es que incluso acabo de llegar del viaje, me bañé, me acosté y me dije, voy a llamar a Adrien antes de dormir.
—Gracias por eso —le agradeció.
—¿Quieres que lo haga todas las noches?
—¿Qué cosa?
—Esto, llamadas nocturnas de buenas noches.
—Me encantaría —respondió.
—Buenas noches, Adrien, descansa.
—Tú también, Marinette, nos vemos mañana en la escuela.
—Adiós.
Marinette se despidió con un gesto de su mano y cortó la llamada, Adrien dejó el teléfono de nuevo en la mesa y Plagg se acomodó sobre sus cabellos.
—Buenas noches, Plagg.
—Descansa Adrien —se despidió el Kwami, esperando que, a partir de ahora, las cosas fuera solo buenas para su portador.
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¡Y al fin actualización en el día que corresponde! XD
Quiero avisarles que durante el capitulo final, subiré una hoja donde estarán detallados el orden de los capítulos por si quieren leerla en orden y comprender mejor lo que escribí... que espero que si tenga sentido cuando lo lea ordenado al final del mes xD
Por otra parte, anunciar que ya inicié el mes Marichat, 😉
¡Así que vamos a estar leyéndonos durante todo mayo también!
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¡Gracias a todos por leer!
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Aquatic~
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22 de Abril 2022
ESTÁS LEYENDO
El Real Yo
FanfictionMarinette pensó que al compartir el peso de su maletin con Adrien, las cosas iban a mejorar, pero estaba completamente equivocada. Buscando la forma de disfrutar el sentimiento bonito que comparte con el chico, tiene que seguir malabareando con obst...