Al entrar a la habitación en donde se encontraba su esposa, todo lo que vio fue una expresión fría y vacía, como si no le importara cómo se sentía Catra en ese momento, el dolor que sentía al al fin haberse dado cuenta de toda su vida con Glimmer fue una mentira.
Antes se hubiera preocupado, pero no, ya era tarde para ello. Esa vez no iba a ser así.
Había tenido tiempo para pensar y analizar el pasado lo suficiente como para darse cuenta de que nunca valió la pena estar con la omega. Cada año, cada momento, desde la primera vez que sus miradas se cruzaron... todo había sido una mentira. Lo del cachorro solo había sido otra manera de atarla cuando vio la vulnerabilidad de la morena, la facilidad con la que ella podía irse.
Y Catra cayó en ella, porque amaba a la pelirosa, porque creía cada palabra que salía de los labios de aquella infame mujer.
—¿No tienes nada que decir?—Inquirió, su ira volviéndose más visiblle con el paso de los segundos.
—¿Qué? ¿Quieres que me ponga a llorar? ¿Que te pida perdón por no haberte escuchado? No lo voy a hacer. Y por tu expresión sé que ya lo sabes, ¿no es así?—Respondió, sin una pizca de emoción en su voz.
—No vas a obtener nada de lo que quieres de mí, Glimmer, no más.
—¿Ah, no? Adivina qué, cielo.—Dijo con sarcasmo, acentuando la palabra.—Mientras lleve esta cosa dentro de mí y por el resto de tu miserable vida no podrás soltarte de mí. Porque "ese es tu deber como alfa"—Repitió, lo que enfureció aún más a la morena.
—¡Esa cosa es nuestro hijo!—Gritó, perdiendo los estribos finalmente.—O lo era. Tú lo mataste. Con tu irresponsabilidad, con tus mentiras, con todo lo que hiciste. Mi hijo está muerto gracias a tí, y únicamente por ti. Y así como lo mataste con tus actos, mataste esta relación.—Rebatió fría—Ya no hay nosotras, Glimmer. Acabaste conmigo, con todo. Al menos no puedes obtener lo que quieres, ya no más.
La pelirosa observó asustada la escena, pero no dijo una sola palabra al respecto.
—Oh, y no te molestes en volver. Le llevaré tus cosas a Angella más tarde.—Finalizó, queriendo salir, pero antes de alejarse, una mano pequeña pero gruesa se aferró con fuerza a su muñeca. No hacía falta voltear a ver a la omega, pues sabía que en el mismo momento en que la mirara todo se iría a la mierda, se jodería aún más de lo que ya estaba.
—C-Catra, e-espera. Yo t-te amo y te necesito.—Intentó. Catra río amargamente, sabiendo que esas dos palabras dolían en lo más profundo de su herido corazón. Y el mismo truco no funcionaría dos veces.
Para cuando la morena salió de la habitación, ya no había ningún vínculo (salvo su matrimonio roto y a punto de terminar) que las uniera. El ardor en su cuello se intensificó y fue cuando la omega entendió que lo había perdido todo.
(...)
—¡Wild Cat!—Gritó la peliblanca preocupada cuando vio a la morena salir de la habitación, importándole poco estar en un hospital.—¿Está todo bien con Glimmer? ¿No le sucedió nada?—Preguntó.
—No.—Respondió seca, frotando su cuello con su mano, pues el ardor de la anterior marca seguía presente.
—¿Y... y el cachorro?—Al finalizar esa palabra el semblante de la morena cambió rápidamente a uno triste y desolado, se veía que luchaba con fuerzas inhumanas para no llorar. Scorpia se dio cuenta de lo que había pasado y trató de hablar, con un nudo enorme en la garganta.—Oh, no.—Las primeras lágrimas cayeron de los ojos heterocromáticos, aumentando hasta que parecían una cascada saliendo por sus ojos, un desgarrador llanto que podía partirle el alma a cualquiera.
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Late -Catradora/Glitra (Omegaverse)
FanfictionCatra estaba harta. No, harta era poco para lo que sentía. Su esposa, Glimmer, era demasiado para ella. No había día desde hace cinco años en el que no se quejara o le gritara por cualquier trivialidad. Hasta que un día, amargo como el café que...