9. Everything else, but you.

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Algunas horas antes

Minutos después de llegar de su universidad, la rubia decidió salir de su apartamento, pues en su camino de regreso, logró ver en una vitrina un collar precioso, con un dije de una máscara roja que, por alguna razón, le llamó la atención desde el principio.

Quería dárselo a la morena como agradecimiento por todo lo que había hecho por ella, por haberla cuidado y protegido desde que la conoció.

Además, pensó en confesarle sus verdaderos sentimientos hacia ella, profundos y muy grandes, que cada vez iban creciendo más y más, con cada detalle, con cada acción.

Y, aunque Catra no sintiera lo mismo, ella no era tan idiota como para no intentarlo.

Sin embargo, su plan no pudo llevarse a cabo, pues poco antes de llegar al edificio, todo dejó de tener un verdadero sentido.

Al principio no le prestó atención a la presencia extraña de una camioneta negra de la acera, es más, no le importó hasta que sintió alguien justo detrás suyo, como esperando para hacer algo.

Claro que, cuando se dio cuenta, era ya demasiado tarde. Todo lo que sintió después fue confuso, se sentía como si nada fuera realmente cierto, como si lo estuviera viendo desde otra perspectiva.

Millones de emociones se posaron en ella durante el poco tiempo que logró pensar coherentemente, pero el que más dominó fue el miedo, la deseperación.

¿Quién estaba detrás de todo aquello? ¿Huntara? O... ¿Quién? ¿Tenían a Catra? ¿Era su culpa acaso?

Miró a su alrededor aturdida antes de que sus párpados empezaran a caer involuntariamente, trató de resistirse, de gritar, pero nada pareció dar resultado.

Todo lo que logró articular fue un último "Catra", casi como un murmullo sorpresivamente fuerte, como una súplica, un llamado.

Pero la morena no pudo escucharlo.

(...)

El tiempo seguía corriendo y la morena no hallaba aún a la rubia. Era demasiado tiempo ir a Mystacor en auto y no podía darse el lujo de perder cuatro horas que podrían ser importantes, por lo que decidió ir al aeropuerto mientras Scorpia iba a Eternia para cerciorarse de que la omega no se encontraba allí.

Llamó desesperadamente al viejo número de Glimmer infructuosamente, escuchando como único sonido el tono de voz chillona que jamás cambió. ¿El por qué? No le importaba realmente.

Finalmente decidió llamar al número de la tía de su ex-esposa, ansiosa por encontrar a la ojiazul.

—Por favor, contéstame.—Suplicó escuchando el ruido intermitente en su oído.

¿Hola? ¿Catra?—Habló la mujer desde el otro lado, escuchando un suspiro aliviado por parte de la alfa.—¿Qué sucede? ¿Por qué llamas a esta hora?—Cuestionó extrañada.

—Uhm, hola.—Saludó por cortesía.—Lo siento por molestarla tan tarde, pero necesito saber si Glimmer está contigo.

No.—Respondió rápidamente.—Salió hace dos días y no vuelve aún. ¿Sucede algo malo con ella?—Inquirió preocupada.

—Sí. Quiero decir, no lo sé. Realmente necesito saber donde está.—Dijo con sinceridad. La mujer suspiró pesadamente, sabiendo lo que pasó hacía meses atrás con su sobrina y temiendo lo peor.

Late -Catradora/Glitra (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora