Late -Catradora/Glitra (Omegaverse)

16. Bow

—¿Catra? ¿Eres tú?—Se escuchó desde el otro lado. La morena asintió, recordando que su amigo no podía oírla.

—Yep.—Respondió ella.—¿Qué sucede, Arrow Boy?—Cuestionó, mirando a la rubia de reojo.

—Perdona por llamarte a esta hora. Solo quería desearte un feliz cumpleaños, y... verte a ti y a Glimmer.—Explicó con un tono calmado, muy usual en el moreno.—Volví a Etheria ayer, pero no me ha dado tiempo de ir a Bright Moon aún, estoy en casa de uno de mis hermanos.

—Oh.— Solo dijo.—Ya veo. Solo que... no me encontrarás en Bright Moon.—Dijo intentando no sonar seca.

—¿A qué te refieres?—Cuestionó.—¿Fuiste con Glimmer de viaje? Oh, por cierto, ¿Cómo está su hijo?—Continuó preguntando, con un dejo de dolor y a la vez de ingenuidad en su voz. Catra pareció pensar un segundo antes de contestar, guardando el dolor aún latente en su corazón cuando Bow le recordó que iba a tener un hijo. Un hijo con Glimmer.

Suspiró lentamente, guardándose las lágrimas que amenazaban con salir cuando sintió la mano de Adora frotando su espalda para reconfortarla.

—Bow....—Habló al fin.—Hay... muchas cosas que debo decirte sobre... uh... sobre Glimmer y yo.—Explicó sin saber muy bien cómo, observando a la omega congelarse un momento ante su sentencia.—¿Crees que podemos vernos pronto?—Ofreció.

—Sí.—Aceptó de inmediato.—¿En dónde?

—Ya no vivo en Bright Moon.—Se apresuró a aclarar—Estoy en Plumeria ahora. ¿Crees poder venir? Aún no hemos acomodado las cosas en casa aún.—Soltó sin pensar, hasta que se dió cuenta que un 'hemos' se escapó de sus labios. Dudó de si Bow no dijo nada porque no quiso, o porque lo pasó por alto. La línea se quedó en silencio por un par de minutos.

—Está bien.—Se escuchó después.—Te llamaré de nuevo mañana temprano.

—Ok, te veo mañana.—Dijo como despedida, intentando no sonar seca.

—Oh, y, feliz cumpleaños de nuevo, Catra.—Finalizó colgando.

—¿Catra?—Llamó la rubia despacio, encarando a la alfa. La morena solo dio un largo suspiro, tirándose al colchón y atrayendo a la ojiazul a su pecho para seguidamente dejar un corto beso en sus labios.

—Mañana será un largo día.—Murmuró, aspirando el olor a shampoo del cabello Adora mezclado con su característico aroma.—Buenas noches.

—Descansa.—Terminó con un dejo de confusión.

(...)

—¿Quieres ir conmigo?—Ofreció la morena antes de entrar a la ducha. La rubia negó con la cabeza y una pequeña expresión de decepción apareció por un minuto en el rostro contrario.

—Solo seré un estorbo.—Dijo, restándole importancia a sus palabras, como si realmente no hubiera significado algo para ella llamarse a sí misma un estorbo. Catra quiso insistir, pero sabía que cuando Adora quería, podía ser realmente terca. Prefería explicarle después que no era un estorbo en absoluto, pero no tenía suficiente tiempo para eso en ese momento.—Prefiero quedarme aquí y terminar de colocar nuestras cosas en su lugar.

—¿Segura?—Cuestionó, esperando que la ojiazul cambiara de opinión al último momento, como solía hacer de vez en cuando.

—Estaré bien, lo prometo.—Aseguró con una pequeña sonrisa que no terminó de convencerla.