El despertador sonó.
Catra Applesauce-Moon se levantó con el mismo pensamiento de siempre, volteó y encontró a su esposa dormida en la misma posición. Ni siquiera se molestó en darle un beso como hacía antes.
Después de arreglarse fue al comedor y sacó del refrigerador la comida insípida y horrible que su esposa preparaba. No sabía si era mejor comprar cosas enlatadas o lo que Glimmer siempre hacía.
Cometió el error de quejarse en voz alta, y poco tiempo después la omega de voz chillona apareció echando chispas (sí, chispas, no humo) de su cabeza.
Como todos los días desde hace años, la pelirosa buscaba cualquier cosa que la morena hiciera o no hiciera para gritarle. Esa no fue la excepción.
—¡¿Te quejas de mi comida?!—Gritó furiosa.
—Buenos días a tí también—Respondió con sarcasmo mientras trataba de seguir los consejos de su terapeuta.
—¡¿Cuál es tu problema?! ¡Desprecias cada cosa que hago por ti! ¡¿Acaso esto no significa nada?!—Acusó señalando la marca en su cuello.
—Significaba algo para mí, ¡Pero tú lo has arruinado con tu actitud, Glimmer!—Rebatió perdiendo los estribos.—¡Nada de lo que hago es suficiente! ¡No sé qué es lo que esperas de mí! ¡Tienes todo lo que quieres!—Al no poder decir nada, la pelirosa solo pudo arrojar el plato de la morena al suelo, con la ira saliendo por sus poros.
—¡Lárgate de mi casa!—Espetó. Catra resopló molesta antes de tomar su pequeño bolso y salir del enorme apartamento, sabiendo que nunca ganaría una pelea con la pelirosa, al menos no una a gritos y con argumentos sin fundamentos.
Suspiró mientras subía a su auto y se dirigía a su trabajo.
Pensaba en qué la hizo casarse con Glimmer en primer lugar.
Probablemente había sido la influencia de su suegra para hacerlo después de marcarla por accidente.
Quizá fue porque creía que la amaba.
Y si alguien le hubiera preguntado sobre la pelirosa hace siete años hubiera dicho que era perfecta. Pero claro, eso era porque su tonta yo del pasado no conocía para nada a la verdadera Glimmer.
Todo estaba bien al principio, después de casarse, el novio de Entrapta la ayudó a desarrollar una empresa estable, además de darle un empleo a Catra para que esta pudiera pagar su universidad y mantener a su esposa al mismo tiempo.
La morena prácticamente era la cordura que su amiga pelimorada no tenía. La ayudaba a centrarse en su trabajo y no usar el presupuesto de la empresa para experimentación personal.
Y durante todo ese tiempo la de mirada bicolor dio lo mejor de sí.
Pero las cosas empeoraron hace cinco años, cuando su omega comenzó a mostrar su verdadera personalidad.
Glimmer era muy vanidosa y siempre quería más de lo que tenía, derrochaba el dineo en maquillaje, ropa nueva cada semana y objetos innecesarios que desechaba poco después de comprarlos, etc.
Después comenzó a discutir con Catra sin verdaderos motivos. Le gritaba por cualquier cosa, sea o no culpa de la morena.
Si hubieran tenido hijos, las cosas posiblemente se hubieran vuelto insoportables, pero para suerte de la de aspecto felino, la pelirosa era completamente estéril.
Y así es como terminó así. Con un matrimonio infeliz y con la alfa sin saber por qué no acababa con él de una vez por todas.
Catra estaba harta, y a punto de terminar con el estilo de vida que la estaba matando poco a poco.
(...)
—Creo que realmente deberías comer algo, Wild Cat, no te hace bien saltarte una comida.—Aconsejó la peliblanca.
—No, estoy bien así.—Mintió la morena.
—Pero es la tercera vez en la semana que no desayunas, no quiero que te desmayes. Además, el desayuno es la comida más importante del día.—Insistió.
—Bien. Iré a buscar algo en la sala de descanso, ahora vuelvo.—Avisó levantándose
—Eso no es comida. Por favor, sólo ve a comer algo de verdad, nadie va a morir si sales por un tiempo. Necesitas aire.—Dijo Scorpia antes de llevarla hacia el ascensor y empujarla dentro.
La morena gruñó, pero obedeció a su amiga y salió del establecimiento.
Fue directamente a la cafetería que se encontraba frente al edificio y se sentó en una pequeña mesa de la esquina.
De inmediato, el olor a café y a dulces inundó sus fosas nasales, haciéndole recordar que tenía hambre desde hace algunas horas.
Pidió un café con un croissant y mantequilla a la mesera que se acercó.
Cuando volvió con su pedido, el olor del café pasó a segundo plano para dejar paso a un dulce olor de limón y vainilla.
Levantó la vista y encontró a una hermosa rubia de ojos azules evidentemente nerviosa.
Era extraño, el olor de las feromonas de la chica no le parecían desagradables en absoluto, es más, era, por mucho uno de los mejores aromas que había tenido el placer de oler.
Por supuesto estaba el de su esposa, pero esa mezcla de azúcar y brillo muy dulce no le gustaba. Estaba bien, aunque no se comparaba con lo que acababa de oler.
—¿D-desea leche en su café, señorita?—Preguntó la chica con una voz dukce y temblorosa, parecía estar esforzándose para hablar.
—Uh, no. Gracias...—Hizo una pequeña señal con su mano para que la rubia le dijera su nombre. Ella tardó un poco, pero finalmente entendió.
—A-Adora—Respondió.
—Lindo nombre. Soy Catra, Gracias por el café, Adora.—Agradeció amablemente.
—No hay de qué.—Dijo para luego retirarse con la bandeja en sus manos.
—Adora...—Repitió aún sintiendo el cosquilleo en su nariz por el dulce olor.
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Hey!
Realmente moría por publicar esta historia porque personalmente la considero uno de mis mejores trabajos que han visto la luz, ya que algunas personas han leído su fase beta, así que creo que es la primera de muchas que empezaré a publicar, como dije, tengo muchos fanfics guardados, y lo único que se necesita para que otras personas los vean es publicarlos.
Pero soy muy vaga como para pasar lo que he escrito a computador, así que no prometo que Late se actualice tan seguido, tengo como 8 caps escritos a mano, pero me cuesta demasiado pasarlo a mi laptop.
En fin, gracias por leer, espero que disfruten esta historia, y como saben, estoy abierta a cualquier crítica constructiva o sugerencia.
Si les gustó el capítulo no olviden dejar su estrellita.
Eso es todo, cuídense y no se olviden de sonreír siempre.
Los quiero <33
Atte: Heiwa
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Late -Catradora/Glitra (Omegaverse)
FanficCatra estaba harta. No, harta era poco para lo que sentía. Su esposa, Glimmer, era demasiado para ella. No había día desde hace cinco años en el que no se quejara o le gritara por cualquier trivialidad. Hasta que un día, amargo como el café que...