¿Podía ser peor?
Adora despertó a lado de Catra repentinamente, una extraña sensación posándose en su estómago. Simplemente... extraña.
Las náuseas la invadieron segundos después, por lo que tivo que casi salir volando en dirección al baño para expulsar todo lo que tenía en su estómago.
La morena escuchó a la rubia regurgitar y fue a buscar a la rubia con cautela para cerciorarse de que estuviera bien.
—¿Adora? ¿Todo bien?—Preguntó.
—Uh... sí.—Respondió terminando de cepillar sus dientes.—Puede que no haya sido buena idea mezclar shushi con pizza anoche.—Se quejó.—Tomaré medicina, se me pasará pronto.—Aseguró.
—Te dije que no debía hacer eso.—Refutó poniendo los ojos en blanco un segundo antes de dar una media sonrisa al ver a la rubia.
No había pasado demasiado tiempo, pero las terapias con Perfuma realmente habían logrado hacer un cambio. Adora trataba aún de asimilar lo sucedido y dejar de culparse por los hechos, pero sabía que con ayuda lo conseguiría.
Eso esperaban, de hecho.
Catra, en realidad se culpaba a sí misma. Si no hubiera conocido a Glimmer nada hubiera pasado. Si no se hubiera casado con ella todo sería diferente.
Aunque claro, eso no lo decía. Era algo que prefería guardar.
La alfa regresó a la habitación no muy convencida de aquello, empezando a cuestionar todo, pero decidió creerle.
Aún sabiendo que era extraño lo que la rubia pedía para comer últimamente.
Resulta que, como ninguna sabía cocinar, todos los días comían afuera o les traían algo a su departamento. Ya era una rutina para ellas.
Pero la última semana, las peticiones de la ojiazul eran algo... anormales.
Supuso que no era realmente nada de lo que preocuparse.
Claro que, ninguna de las dos sabía el verdadero motivo, mucho menos lo imaginaban.
Quizá se negaban a verlo.
(...)
Una larga semana después, los vómitos, náuseas y mareos se hacían cada vez más frecuentes en la rubia, no quedando casi ninguna duda en la morena sobre cuál era el verdadero motivo.
Como la casi felina trabajaba en su casa desde aquel incidente, la alfa podía notar todo lo que sucedía.
Cambios en su cuerpo, en sus hábitos y en su olor. Olía ligeramente diferente, sin dejar de ser Adora, pero eso no estaba bien.
Supo que había algo que no le estaba diciendo.
—¿Estás segura de que no necesitas que te lleve a un doctor?—Cuestionó con la ceja arqueada cuando la omega se acercó a la sala después de vomitar nuevamente.
—Sí, sí. No es nada... creo.—Respondió insegura, bajando la mirada. Esta vez no le creyó.
—Adora.—Llamó firme pero sin sonar ruda, haciendo que la ojiazul la mirara directamente.—¿Hay... algo más que haya pasado últimamente? ¿Algo que me ocultas?—Inquirió con su mirada fija en la rubia. Ella agachó la cabeza, removiéndose incómoda.
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Late -Catradora/Glitra (Omegaverse)
FanfictionCatra estaba harta. No, harta era poco para lo que sentía. Su esposa, Glimmer, era demasiado para ella. No había día desde hace cinco años en el que no se quejara o le gritara por cualquier trivialidad. Hasta que un día, amargo como el café que...