21. Always

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El clima era perfecto para la ocasión.

El sol brillaba en su punto más alto, no había ni una nube en ese cielo azul, casi tan perfecto como los ojos de Adora.

Aquellos días habían pasado tan rápido como si fueran solo minutos, y ahí estaba su rubia; recibiendo un diploma por tener las mejores notas en toda su facultad; sonriéndole a su prometida con los orbes más brillantes que había visto nunca.

Porque a pesar de todo lo que sucedió, había logrado salir adelante.

Flashback.

—¿Sabes?—Cuestionó la rubia en un momento de lucidez, mirando el atardecer desde el suelo del césped de un parque de la tranquila Plumeria.

Había necesitado algo de aire después de una horrible pesadilla que tuvo en su siesta de media tarde por obligación de Spinnerella, y, la morena no solo la tranquilizó durante ese momento, sino que tomó sus cosas y se llevó a su omega a una simple caminata por el lugar.

No era mucho, solo era algo de helado y una linda vista, pero se sentía como lo mejor del mundo con Catra a su lado. Ella entrelazó sus dedos despacio, y no pudo evitar el suspiro que salió de sus labios cuando apoyó su cabeza llena de castaños cabellos sobre los hombros de su rubia.

—¿Qué?—Inquirió usando una voz dulce que pudo haberla derretido.

—Todo esto te lo debo a ti.—Dijo con una sonrisa, y la morena la miró directamente, esos ojos bicolor brillando extrañados.

—¿Por qué lo dices?—Fue todo lo que logró preguntar.

—Porque sin ti no hubiera podido ser nada de lo que ahora soy.—Explicó. La alfa negó con la cabeza repetidas veces.

—No.—Negó rotundamente. La ojiazul formuló un "¿Por qué?" con su expresión.—Te lo debes a ti misma, mi vida.—Corrigió con suavidad.—Eres fuerte, y no dejas que lo que te rodea cambie quién eres. Eres tú quien sigue aquí conmigo pese a todo, y tú fuiste quien logró continuar y superar sus problemas con el mismo brillo en sus ojos y esa sonrisa que me encanta. —Halagó, no por hacerlo de manera intencional, sino porque eso era lo que ella veía en Adora, era lo que amaba.—No digas que fui yo quien te salvó.—Pidió acariciando suavemente uno de sus mechones dorados. Ella sonrió.

—Pero así fue.—Rebatió.

—No. Tú me salvaste a mí.—Corrigió, tomando su mentón suavemente y chocando sus labios despacio. Tenían sabor a chocolate, como su helado, pero también sabían a paz, a vida.

Sabían a algo que, si bien algún día tendría un final, sería el más brillante de la historia.

Fin del Flashback.

Una sonrisa llena de amor fue lo que obtuvo por respuesta. Y se sentía bien de que toda su familia estuviera allí, con ella.

Pero cuando volvió a donde estaban todos, ya no quedaba nadie. Ni Catra, ni sus padres, ni sus hermanos.

Su ánimo decayó un poco, y, con los minutos, cada vez más y más.

—Parece que solo somos tú y yo, Finn.—Le habló a su vientre poco hinchado.—¿Sabes algo? Tendrás una familia llena de idiotas.—Contó acariciando su estómago. Aún no crecía del todo, pero ya lograba ver una curvatura algo pronunciada en él.—Pero todos te aman mucho. Demasiado, diría yo.

—Oh, como si tu madre no lo hiciera.—Dijo Mara, la rubia observando cómo su familia llegaba de la nada. Fingían muy mal, pero, como hablamos de Adora, ella no notó nada extraño.

Late -Catradora/Glitra (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora