XIX

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-¿Elizabeth? — El fuerte jadeo de Damián me saca de mis locos pensamientos.

-Uh...

Justin está detrás de Damián, viéndose un poco incómodo con la situación. Damián se acerca a mí a paso acelerado, y en menos de dos segundos tiene sus brazos a mi alrededor, apretándome contra el con todo el cuidado posible, engancho mis brazos alrededor de su cuello, sintiéndome una completa idiota por mis ojos húmedos.

En toda mi vida, Damián era el único que se había preocupado verdaderamente de mi luego de mi madre.

Damián sabia parte de la verdad, mi madre había muerto, mi padre se había mudado, estaba deprimida.

Sí.

Era todo lo que podía contarle.

Y él se preocupaba a cada instante para saber cómo me sentía, notaba los más pequeños detalles que nadie había notado, se daba cuenta cuando eran mis días buenos y mis días malos.

Era mi único y mejor amigo.

-¡Estaba tan malditamente preocupado! ¡Dios! ¡Casi no peque un ojo anoche! — Damián me aparto en un segundo mientras sus ojos desenfrenados evaluaban cada parte de mí, agradecí instantáneamente el que Justin me pasara un sweater negro cuando bajamos porque hacia un poco más de frio, así que ocultaba las vendas de mis muñecas - ¿Estas segura de que te sientes bien? ¿No deberíamos ir al hospital o algo así?

Le sonrio levemente.

-No, estoy bien — Me aclaro la garganta escuchando mi voz rota por el reciente llanto — Estoy bien, solo cansada, lo juro  - Puedo ver la preocupación y la incertidumbre en sus ojos azulados, le doy un leve asentimiento comunicándole mi bienestar, el parece calmarse un poco más mientras asentía hacia mi levemente también.

Un fuerte carraspeo de garganta hace que me sobresalte momentáneamente y me aleje un poco de Damián.

-Bieber — El sonido del apellido de Justin en la boca de Damián de alguna manera suena como una advertencia.

-Maddox — Gruñe Justin.

Pongo los ojos en blanco mientras los observo.

La mirada de Damián es de todo menos amable.

-Supongo que tengo que agradecerte por lo que hiciste por Elizabeth — Dice Damián, mirándolo fijamente con sus ojos azules brillante y su ceño fruncido.

Justin cruza sus musculosos brazos sobre su pecho y alza una ceja hacia Damián luciendo levemente aburrido.

-No tienes que agradecerme una mierda — Su mirada se cruza con la mía y sus ojos mieles profundos parecen suavizarse - ¿Estas segura de que te sientes lo suficientemente bien para irte? — Su voz es indudablemente más amable que el tono duro que uso hace unos segundos con Dam.

-Estoy bien — Asiento ligeramente, dándole una sonrisa de labios apretados, el me mira tratando de leerme así que observo fijamente sus ojos mieles escudriñadores, cuando decide que estoy siendo verdaderamente honesta, asiente hacia mí.

-Bien — Dice con voz baja.

Damián mira confundido de Justin hacia mi luciendo realmente confuso, luego de unos segundos de incomodo silencio, Dam se acerca hasta mi nuevamente.

-¿Nos vamos?

Asiento en respuesta.

Damián cruza su mirada su mirada con Justin dándole un asentimiento de despedida y veo a Justin responderle de igual manera, Dam pone su mano entre mis omoplatos para guiarme a la salida, pero me salgo de su agarre al pasar a un lado de Justin, me acerco hasta su inmensa figura fuerte y musculosa y puedo ver como sus ojos mieles me miran interrogantes, antes de poder arrepentirme de lo que estaba a punto de hacer, me paro de puntillas con todo el esfuerzo del mundo y le doy un beso en la mejilla.

-Disaster- (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora