-Disaster- (Justin Bieber)

XII

Cuando despierto, unos grandes ojos mieles me miran fijamente con una  sonrisa.

-¿Eres la nueva novia de Justin? - Su pequeña cabeza cubierta de cabello rubio y castaño cae hacia un lado mientras me mira divertidamente.

-Uh..

-Eres muy linda nueva novia de Justin, me gusta mucho tu camisa, aunque se parece a una de las de Justin - Mueve su cabeza hacia otro lado pensativa - Tal vez te la dio, aunque Justin no suele darle su ropa a sus novias, eso sería muy…

-Eh, yo..

-Las novias de Justin siempre usan poca ropa, a mí me parece de mal gusto, ¿No te parece eso de mal gusto novia de Justin? - Parpadeo -  Tú tienes mucha ropa puesta y es muy linda, por eso serás mi favorita, eres mi favorita novia de Justin, ¿Soy tu favorita? - Pequeños dientes de leche se asoman en su sonrisa.

-Pues..

-Justin dice que soy su favorita, porque soy muy linda y por qué dice que le gusta mucho que le dé abrazos, así que tengo que ser tu favorita  - Sus ojitos mieles se desvían hasta mis muñecas - ¿Te lastimaste novia de Justin?- La pequeña se balancea de adelante hacia atrás en sus pies mientras sus manos desaparecen en su espalda.

-No exactamente - Le sonrió somnolienta.

-Entonces porque hay vendas blancas alrededor de tu muñeca? Cuando yo me lastimo y me pongo a llorar Justin me da besitos y me curo - Me sonríe - Puedo darte un besito - Inclina su cabeza como si estuviera pensando un momento - No, espera, puedo pedirle a Justin que te de un besito y así te sentirás mejor.

Me rio en voz baja ante su ocurrencia.

-¿Cómo te llamas, pequeñita? - Ella se ríe encantadoramente.

-Mi nombre es Jazmín, pero Justin me llama princesa, tienes permiso para decirme princesa también, novia de Justin - Presiona sus labios juntos formando una sonrisa sin dientes.

-Ese es un lindo nombre, princesa - Ella parpadea y se sonroja.

- Gracias novia de Justin, ¿Cómo te llamas tú? - Piensa nuevamente, mirando a otro lado en la habitación - Tienes cara de llamarte Isabella, ¿Te llamas Isabella, novia de Justin?, tengo una Barbie igual a ti que se llama Isabella.

Intento seguir el hilo de su habladuría, pero la confusión en mi cabeza hace que me sienta momentáneamente inestable.

-Yo, uh, me llamo Elizabeth – Le sonrió un poco.

Sus ojos mieles se abren con aprobación.

-Ese es un nombre hermoso, Elizabeth, casi tan hermoso como Jazmín – Ríe, balanceándose en sus pies - ¿Te gustaría jugar algún día a las muñecas conmigo? Tengo una que podría llamarse Elizabeth, solo para hacer la excepción porque eres mi favorita – Su sonrisa sin un diente es gigante y me ilumina, no puedo hacer más que reír.

Trato de incorporarme en la cama hasta quedar sentada para poder hablar mejor con ella, el dolor en mi abdomen es alucinante, pero reprimo el gemido que estuve a punto de soltar y simplemente hago una mueca, Jesús, siento como si me hubiera arrollado un auto.

-Sí, algún día deberíamos jugar… - Murmuro, medio respirando, tomo respiraciones profundas para aliviar el dolor, controlándome frente a la pequeña niña que no necesita ser traumada con un millón de maldiciones que estaban casi en la punta de mi lengua.

Ella sonríe ampliamente, sin embargo, algo se desliza en sus ojos como una sombra.

-¿Te sientes bien, Elizabeth? Parece como que te duele algo – Ella murmura, preocupada, sus ojos bajan y su mirada es entre cálida y un poco triste.