III

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Estoy muerta, estoy literal y malditamente muerta.

El rostro de Bieber se transformó en cuestión de segundos en pura furia, sus musculosos brazos estaba a cada lado de su cuerpo con las manos hechas puños, y sabía que estaba muy molesto por que sus nudillos estaban literalmente blancos, volteo su rostro hacia mí y me observo con furia, creo que su rostro estaba tan rojo que si le hubieran echado humo los oídos, no me hubiera extrañado, la mejilla donde le golpee estaba roja, mucho más que el resto de su rostro, y en un parpadear de ojos me tomo de las muñecas y con un duro golpe que me dejo sin aliento me estampo contra las taquillas con los brazos arriba de mi cabeza, Round n°3, la tercera es la vencida.

- Nunca en toda tu despreciable vida vas a haber lamentado más algo como lo que has hecho ahora, pequeña perra Brown - Susurro con dureza en mi oído, y su aliento me hizo estremecerme, estaba jodidamente tocándome toda, todo su cuerpo pegado contra el mío, y no dejaba de estremecerme, era un horrible sentimiento, recuerdos espantosos dejaron un sabor amargo en mi boca,  como cuando estas corriendo y el aire se va de tus pulmones, su rostro estoico de la furia prometía una buena paliza de esas que nunca se te olvidan, como si le hubiera lastimado profundamente, como él lo había hecho conmigo, y entonces lo sentí, era allí, mis muñecas ardían y dolían, todas las heridas se estaban abriendo, todas, podía sentirlas abrirse y podía sentir también como toda la sangre salía de ellas, era tan doloroso que grite, un grito solitario y terrorífico de dolor, me estaba apretado las muñecas con demasiada fuerza, pero claro, que más se iba a poder esperar de un hombre, porque todos ellos era unos despreciables animales.

Bieber frunció su ceño y me miro extrañado, las lágrimas salían a borbotones de mis ojos y aunque solamente grite una vez, no podía dejar de gemir de dolor.

¡¿Qué carajo?! - Me soltó rápidamente y se miró las manos cubiertas totalmente de mi sangre, lentamente me observe las mías, mis brazos estaban cubiertos por mi sudadera, pero estaban casi completamente rojos por la sangre, levante con mucho cuidado mi manga y Jesús, nunca me había asustado tanto, mi brazo estaba mutilado, todas las cortadas estaban jodidamente abiertas y la sangre no cesaba, las gotas caían al piso y yo simplemente no podía dejar de mirar, Dios, era un espectáculo espantosamente hermoso, yo me había causado esto, había causado este daño en mi cuerpo, si mis tíos alguna vez vieran lo que he hecho, seguramente me enviarían a un jodido loquero o algo así de malo, cuando caí en cuenta de que tenía que hacer algo, mire a Bieber y casi me caigo al suelo de lo pálido que se veía, sus ojos estaban completamente abiertos y su boca también, entonces me miro a los ojos y susurro:

-Que mierda...- Cuando acerco su mano hasta mi brazo me aleje, y sin pensarlo dos veces comencé a correr hasta la salida como si la SWAT viniera detrás de mi.

- ¡Brown, vuelve aquí, maldita sea!.- Escuche sus gritos molestos hasta que salí del Instituto y comencé a correr a casa, la lluvia caía como rocas sobre mi cabeza, y todo volvía darme vueltas, cuando pisaba el agua lo primero que veía era rojo, mis heridas aun expulsaba sangre, y me alarme al pensar que tal vez me había abierto una vena, joder, tendré que tener más cuidado, sentía mi cuerpo flácido, como si fuera de pluma, y mis pies quemaban del cansancio, estaba totalmente empapada y la lluvia torrencial no cesaba, mi respiración era cada vez menos profunda, podía sentirla superficial, observe cada vez más cerca mi casa, bueno, la de mis tíos, al llegar al porche respire pesadamente y entre a casa, corrí hasta mi cuarto y justo al entrar y cerrar con pestillo, mi cuerpo se desintegro en solo segundos, y luego todo se volvió negro.

***

-Eli, despierta cariño!! John va a llevarte al Instituto, vas a llegar tarde!!.- Sentí los gritos de tía Clarie y suspire, ¿Qué coño había pasado ayer?, sé que solo recuerdo haber cerrado la puerta de mi habitación y de ahí, todo desapareció, me levante del suelo y suspire por los mareos que tenía, me costaba mucho enfocar la mirada en algo específicamente, y todo mi cuerpo se sentía como si una bola de demolición hubiese colisionado contra mí, camine lentamente hasta mi baño y abrí el grifo del agua, deje que se templara y se llenara la bañera, mientras quitaba toda mi ropa observe mis brazos, joder, estaban horriblemente lastimados, pero al menos la sangre estaba seca y todas las heridas empezaban a cicatrizar, me metí en el agua caliente y me concentre en tratar de recordar lo ocurrido ayer, bueno, la perra Katherine me dio dos palizas, si, el constante latido detrás de mi cabeza lo confirmaba, pelee con Bieber, y lo golpee, oh mi..., yo, la antisocial del Instituto golpee a Bieber, solté una risita ante eso, luego el vio mis heridas, y se asustó.... esperen, la puta que lo pa...., ¡Vio mis heridas!, seguramente ya le conto a todo el Instituto que soy una suicida antisocial o algo así, Dios, dame un respiro.

Cerré los ojos e incline mi cabeza hacia atrás, este iba a ser un día incluso más horrible que ayer.

Me quede unos minutos más en la bañera para estabilizar mi mente y mi cuerpo, puedes con esto, Elizabeth no es como si no pasara desde antes, solo que ahora es un poco más jodido, piénsalo, antes era un jodido infierno, ya no hay peleas, ya no hay golpizas, no más abusos, ni verbales, ni físicos, al menos no tan duramente, tu estas bien, solo tienes que soportar la escuela y ya, y cuando entres en la universidad todo estará bien, porque después de la tormenta sale el sol, ¿no? mamá siempre decía eso, así que no te darás por vencida aun. Pensar en ella era doloroso, ellos no sabes de ella, no la conocen, mamá siempre será mi recuerdo más bonito, y no dejare que nadie lo joda ni lo ensucie.

******

Al llegar al Instituto lo primero que vi fue a los populares en las escaleras, suspire pesadamente y decidí que iba a caminar más rápido de lo normal para que no me dieran sus cariñosos buenos días, como siempre, obligue a mis pies a continuar mi camino y no mire a ningún lado, mi capucha tapaba mi rostro y la herida de mi cabeza, todo estaban distraídos así que pude caminar sin ningún peligro hasta la entrada, corrí a mi taquilla y saque los libros de física, una de mis materias favoritas, respire con tranquilidad pensando que por lo menos podría pasar la mañana sin preocuparme de que alguien me golpeara o me hiciera una contusión en la cabeza, no saben cuánto me gustaría decir esto con sarcasmo pero no, no era así.

-Brown.- Le escuche pronunciar, mierda.

Mi cuerpo entero se tensó, eso pasaba cada vez que un hombre estaba cerca de mí, me tensaba completamente, Bieber poso su mirada estoica en mí y yo temblé, estoy muerta, pero aun así, no pude evitar quedarme observando sus lindos ojos color miel, se vean tan… profundos, tan melancólicos, y tristes, era como si estuviera vacío, como yo, tenía la misma mirada que yo, observe su recta nariz y luego sus labios rosados, y llenos, perfectamente besables y provocadores, su cabello era corto y tenía un corte salvaje y despeinado, que sumándole los tatuajes que llenaban sus musculosos brazos, le terminaban de dar esa apariencia de chico rudo, el tipo probablemente estaba aquí para matarme, y bueno, ahí estaba yo, admirando lo sexy y hermoso que se veía con esa musculosa negra, los vaqueros negro y las infaltables supras del mismo color, y oh , Dios mío, soy una maldita masoquista.

-Disaster- (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora