XXIII

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-¿Qué en el jodido infiernocrees que estás haciendo? – Abrí mis ojos al mismo segundo que escuche su vozcomo un gruñido, mis ojos se agrandaron ante la visión del puño de Black acinco centímetros de mi cara siendo detenido por la fuerte mano de Justin.

-¡Suéltame ahora, idiota! – Lamueca de indignación en la cara de Katherine no tenía precio, honestamente, desviémi mirada hacia el rostro enfurecido de Justin que la miraba como si laquisiera asesinar en los próximos cinco segundos.

-¿Qué crees que estabas apunto de hacer, perra? – En menos de un segundo Justin empujo a Black haciaatrás de una manera nada suave causando una exclamación de sorpresa de parte dela perra, de una simple zancada, se encontraba frente a mi como una especie depared de ladrillos, su ancha espalda me cubría totalmente, el chico era jodidamentealto y yo le llegaba hasta los hombros. Me eche a un lado para ver la expresiónde perplejidad, indignación y molestia de Katherine.

La zorra Black engancho suselegantes manos en su cintura y adopto su típica posición de perra odiosa,mirando a Justin con desdén, fijo sus ojos un segundo en mi con asco y luegohacia él.

-¿La estas defendiendo? –Pregunto con una mueca de desagrado y sorpresa, su maldita voz chillona haciaque me sangraran los oídos.

-¿Algún problema con eso? –La voz furiosa de Justin resonó en mis oídos, vi como cruzaba sus brazosdelante de mí en posición protectora.

Los ojos de Black seestrecharon como rendijas.

-¿Estas defendiendo a ese pobrepedazo de mier...? – Antes de que siquiera pudiera terminar de hablar, Justinestaba frente a ella tan cerca que por un momento pensé que la estaba besandojusto en mis narices.

Pero no.

Abrí mis ojos conincredulidad al ver el puño de Justin cerrado sobre la preciosa y cara camisetade Black, su mirada se convirtió en sorpresa y miedo de un segundo a otro, yJustin jamás quito su expresión asesina.

-Termina la maldita frase... –Susurro tan bajo que casi no lo pude escuchar, su voz ronca y amenazadora – Yme olvidare de que eres una mujer en el momento que la termines de pronunciar –En ese momento, tuve realmente miedo de lo que él pudiera hacer.

Prácticamente vi comoKatherine se estremecía ante sus palabras.

-Ahora vete a la mierdalejos de aquí... - Murmuro nuevamente y la soltó de golpe, dando un paso haciaatrás, cruzando nuevamente sus brazos sobre su fornido pecho, Black lo miro sinpoder objetar nada, mi sorpresa incremento al ver sus ojos inundados en lágrimasy su cara tan pálida como podría estar – Ahora – Su gruesa voz retumbo como untrueno en el amplio y vacío pasillo haciendo que todos los cabellos de micuerpo se erizaran, Katherine lo miro por última vez sin decir una palabra,volvió su mirada a mí, luego a él, y nuevamente a mí, y pude ver la promesa dealgo peor allí.

Y luego, sin una palabra más,desapareció por el pasillo con el sonido de sus tacones retumbando en micorazón.

Me quede perfectamentequieta en mi lugar mientras trataba de procesar lo que acababa de pasar, fijemi mirada atónita en Justin, el cual acababa de voltearse y cambiaba su rostrofurioso por una mueca de preocupación y un ceño fruncido en cuestión desegundos.

-¿Estas bien? – Tome unprofundo aliento que no sabía que estaba conteniendo en el momento en que pusosus manos sobre mis hombros, jadee rápidamente al sentir el fuerte dolornoqueador de mis costillas, ni siquiera me había dado cuenta del dolor hastaque pude respirar de nuevo.

-No lo sé – Murmuro,encogiéndome sin poder evitarlo al sentir mi torso como si me hubieran golpeadonuevamente, me concentro en regularizar mi respiración tomando profundasbocanadas de aire, casi me caigo de la sorpresa al sentir sus manos callosassobre mis mejillas, siento mi corazón acelerarse al sentir sus manos empujarsuavemente mi rostro hacia arriba, sus ojos preocupados me dan un vistazo.

-Disaster- (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora