VI

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Trate de levantarme de la silla pero Bieber fue más rápido, levantándose y tomando mi brazo,  me estremecí ante su toque, Jesús, lo odio, obligándome a sentarme nuevamente.

- Vengo en son de paz, Brown - Observe sus ojos cautelosos  con incredulidad mientras pronunciaba esas palabras. Observo las marcas en mi cuello y casi vi un destello de culpabilidad en sus ojos, casi.

Y una mierda.

- No sé qué diablos quieren de mi todos ustedes - Susurre con la vista fija en la mesa blanca. Desearía que todos estos idiotas se fueran a la pu…

Bieber recostó su espalda contra la silla.

- No voy a cargar con un suicidio a mis espaldas, Brown - Levante mis ojos alarmados hacia los suyos.

- ¿Qué?               

- Vuelvo a repetir que sé lo que vi,  y también sé que tu padre no está muerto - Hablo lentamente, como si fuera alguna clase de estúpida que no comprende su idioma.

- Pues yo lo considero muerto, Bieber - Gruñí en voz baja.

- Estoy seguro de que no lo harás por mucho tiempo, por lo menos hasta que le cuente lo que su querida hija se está haciendo a si misma - Lo mire con odio un momento, antes de mentalizarme en lo que iba a hacer, cerré los ojos y conte hasta tres, para tratar de calmar el enfado que se hacía presente en mi interior.

- Mira Bieber, se lo que hago con mi maldita vida, así que no te metas, no es tu maldito problema - Gruñí peligrosamente y me levante para correr hasta la salida.

Cuando estuve lo suficientemente lejos del Starbucks comencé a caminar lento, ¿Qué diablos le pasaba a este tipo? Primero es un completo hijo de puta que me trata mal y trata de golpearme, y como si no fuera suficiente su estúpida novia me usa como chivo expiatorio, luego trata de hacerse el alma puritana, lo peor es que me amenaza para hacerse la buena persona, en realidad, el tipo necesita que alguien le de unas cuantas patadas, o hacerse seriamente un examen para ver si su cerebro aun trabaja correctamente, y si no fuera tan cobarde, yo personalmente lo haría, maldito Justin Bieber.

Busque mis audífonos y comenzó a reproducir Warrior, de Demi Lovato, coloque mi capucha y seguí caminando a casa, la canción era como, de alguna manera, un lema personal, hablaba de ser fuerte, de ser un guerrero y luchar, cuanto me gustaría poder ser así, ¿Cómo se sentirá? Ser fuerte, que nadie te pueda derrumbar, mirarlos con la cabeza en alto, pensé en Bieber, ¿Qué diablos me pasaba? Bieber era, de muy lejos, un enigma, era duro como el acero, y cerrado, nadie sabía casi de él, aun no sé cómo es que en un pueblo tan pequeño donde todos se conocen  nadie sabía casi de su vida y su familia.

Demonios, si prácticamente nadie sabe si sus padres están vivos o no.

Suspire pesadamente.                                

¿Desde cuándo yo pensaba en Bieber? Algo está mal conmigo, seriamente. Cuando llegue a casa supe que estaba sola justo cuando entre, cuando están mis tíos siempre están riendo o con la tv encendida, fui directamente a mi cuarto para sumergirme en un muy caliente baño espumoso, deje la bañera llenando y cuando me quite la ropa me fije en el espejo, mi cuello tenia las marcas de las manos de la perra de Katherine, tendría que usar muchísimo maquillaje para que mis tíos no se dieran cuenta, desvié mi mirada a la hojilla que se encontraba oculta en el mueble del espejo, pensé indecisa, tenía heridas recientes, realmente es malo hacerlo muy seguido, cerré los ojos y volví a pensar en todo lo que había pasado esa mañana en la escuela, los ojos de satisfacción de Katherine cuando tenía sus manos alrededor de mi cuello mientras me ahorcaba, la dura actitud de Bieber, la golpiza, todo, volví a abrir mis ojos, necesito esto.

Tome la hojilla y me metí en la bañera, espere un rato para disfrutar de la plenitud del agua caliente, luego levante mi brazo más sano, y pase la hojilla lentamente por la muñeca.

-Por ser una maldita cobarde - Susurre. Suspire, odiando el maldito hedor de hierro que provenía de la sangre, el dolor comenzaba a llevarse todo y observe como brotaba la sangre.

Volví a pasarla nuevamente al lado de la herida reciente.

- Por ser tan patética.- Gemí.

Dios, el dolor es simplemente una terapia.

Seguí pasándola.

- Por no valer nada.- Agudice mi voz, el dolor llegaba en todo mi cuerpo.

Repetí la acción.

- Por no haber podido salvarte, mamá - Entonces cerré mis ojos, y sentí mi brazo arder y protestar cuando lo metí en el agua.

*****

- Entonces, ¿Que más te dijo? - Pregunto Damián mientras caminaba junto a mí en el pasillo de la escuela, sorpresivamente, teníamos algunas clases juntos, como historia, que es a la que estamos caminando.

- Un montón de mierda, es lo único que sale de su boca - Puse mis ojos en blancos mientras sujetaba mis libros. Algunas personas por el pasillo se nos quedaron mirando atónitas, trate de ignorarlos.

- Estoy seguro que si – Rio - Estos pendejos no tienen nada que hacer, desde ahora seré tu guarda espaldas personal, pero tienes que pagarme – Giño un ojo azul hacia mí.

- Oh, no quiero ponerte en peligro Dam, ellos te patearían el trasero solo con la mirada - Le guiñe un ojo de vuelta, burlándome de él.

Me miro profundamente ofendido.

- Tienes demasiada fe en mí, Eli.

Reímos mientras entrabamos en la clase de historia de la señorita Meyer, Damián se sentó junto a mí y cuando todos estuvieron en sus puestos, la señorita Meyer comenzó a hablar.

- Buenos días alumnos, para la próxima clase tendrán un trabajo en parejas, será sobre el desarrollo de la Revolución Francesa, yo misma he escogido las parejas para que se ahorren las molestias - Todos gimieron con molestia, la señorita Meyer giro los ojos sobre sus gafas casi caídas - Black y James, Braun y George...

La profesora seguía nombrando parejas mientras Dam a mi lado hablaba sobre algún juego de soccer al que quería que lo acompañara, restregué mis ojos con molestia y sentí las punzadas de mis heridas en mis brazos, espero que me toque alguien preferiblemente responsable, sé que probablemente terminare haciendo todo yo sola.

-Dam y Sánchez – Musito la señorita Meyer.

-Demonios – Gimió Dam a mi lados – Tendré que ayudarle a hacer el trabajo – Rodo los ojos con molestia.

Alce una ceja hacia él.

-¿No es ese el propósito del trabajo en pareja? – Murmure, riendo un poco.

Él se inclinó hacia mí con su sonrisa conquistadora estampada en el rostro, como si fuera a contar algún secreto.

- Esperaba que me pusiera junto a uno de los nerds, entonces todo lo que tendría que hacer seria dar las gracias – Giño un ojo hacia mí y no pude evitar reír fuertemente.

- Y por último, Bieber y Brown – Me atragante con mi risa.

Gemí y cubrí mi rostro con mis manos, escuche a Dam carcajear.

Genial, simplemente genial.

-Disaster- (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora