Simplemente eres mi todo ahora❣️Final
Hola y el minific ha llegado a su fin. Espero que les haya gustado, era algo que tenía en mente desde hace tiempo, pero recién ahora lo publiqué. gracias a todos los que leen, comentan y dejan sus marcas. Un gran abrazo. 😘😘😘😘😘😘😘
En casa de Dionisio, Beatriz y Alan estuvieron hablando con él, y se sorprendieron al saber que Dionisio pediría la custodia y luego remitiría los documentos para la adopción de Alexandra.
- De hecho quien tiene la custodia de ella es el Refugio, y la preferencia es de ella Dio. - dijo Bea con ojos tristes.
- Pero el amor, si no se queda con Alex quién mejor para quedarse que Dionisio.
- No puedo dejarlo así, ella ha tomado sus decisiones, aún tiene responsabilidades con Alexandra. Ella está cambiando, sus heridas aún duelen, y sí la llegada de Alê la cercanía con Dionísio la está fastidiando.
- Oye, espera, ¿mi enfoque? - dijo tratando de cambiar el rumbo de la conversación.
- Dionisio sabe que tanto ella como tú estáis mucho más unidos y no es por Alejandra. - Alan miró a su mujer y sonrió.
Siguieron hablando hasta que alguien llamó a la puerta. Dionisio sale y se dirige a la puerta y la abre.
- Hola, ¿puedo hablar con Alê? - Los ojos de Refugio estaban rojos de tanto llorar.
- Está durmiendo.
- ¡Realmente necesito hablar con ella! - Refugio pasó a su lado sin dar explicaciones y se dirigió al salón. - Pasé por tu casa y al no responder pensé que estabas aquí.
- Rê, sé que te duele, pero alejar a la chica así no es la solución. - dijo Bea, cogiendo las manos de su amiga.
- Lo sé, por eso estoy aquí, no quiero estar lejos de ella, no quiero dejarla ir, ella es mi hogar ahora, y sin mi hogar completo no hay nada más, y sí lo entendí cuando se fue de mi casa.
- ¡Si la quieres tienes que decírselo! - Dionisio se acercó a Refugio. - Dile lo que te da miedo, dile que la quieres y que la necesitas.
Beatriz y Alan se miran y salen de la casa, dejándolos allí hablando.
- ¿Van a acertar, me refiero a Refugio y Dionisio?
- Sí, creo que sí y además pronto serán una familia.
[...]
En casa de Dionisio, le preparó un café y se lo entregó, luego fue a ver a Alejandra que estaba despierta.
- Hola, preciosa, ¿cómo estás?
- ¡Hola! Tío, sí. ¿Vino a recogerme? - dijo.
- Has oído lo que ha dicho, ¿no? - dice la chica positivamente. - ¿Quieres hablar con ella?
- No sé, lo sé y al mismo tiempo no lo sé.
- Muy bien, me pondré de tu lado.
- Vale, ¿está enfadada?
- No, es sensible. Sólo te pido que la escuches un momento, pero lo que decidas está hecho.
Dionisio toma la mano de Alejandra y la acompaña. Cuando llegan, Refuge se levanta y va hacia ellos, pero Alexandra retrocede.
- De acuerdo, lo entiendo, pero me gustaría que me escucharas un momento, si después de esto sigues sin querer ir, lo entenderé. - Habló con tristeza, dejando que las lágrimas cayeran por su rostro.