La relación entre ________ y Edward O'Connell era tensa, era como caminar por la cuerda floja, cualquier ínfimo movimiento equivocado bastaría para que se fuera a la deriva. Cuando la pelinegra hablaba con su padre tenía que medir sus palabras, jamás decir cosas que podrían desagradarle, todo esto para mantenerlo contento y que no indagara en sus asuntos.
Al bajar las escaleras ese sábado por la mañana apretó la mandíbula.En la sala no solo estaban sus padres, también la familia Gold. El señor Frederick, como todo hombre de familia, tenía porte riguroso y mantenía a su esposa cerca; Johan estaba ahí, observaba sus zapatos como si fueran lo más interesante del mundo.
Deseó regresar a su cómoda cama, sin embargo, no le agradaba la idea de que su padre hiciera un problema delante de los Gold, por lo que se adentró a la sala y esbozó una sonrisa forzada.
-¡Hija! Qué bueno que despertaste, mira quién llegó -su padre le dio una mirada de advertencia, se acercó a Johan y lo saludó dándole un beso en la mejilla, al igual que a su madre y con señor Frederick.
Era un chico linda, su cabello era despeinado y sus ojos enormes se veían brillantes, como dos soles resplandecientes. A _______le hubiera gustado sentirse atraído por sus brazos fuertes, pero era como estar al lado de una pared; no había chispa ni burbujeos ni explosiones violentas.
Se mantuvo tranquila, sentada junto al joven, sin participar la conversación, que le parecia demasiado ridicula. A eso de las diez su madre se levantó y pidió que pasaran a la mesa, la señora Olivia sirvió el desayuno sin levantar la cabeza, la otra señora de la habitación tampoco emitía sonido alguno, parecía que en aquella reunión solo estaban los hombres, pues eran los únicos que hablaban.
La pelinegra tensionó la mandíbula cuando escuchó al señor O'Connell hablando sobre ella como si fuera un pedazo de carne cruda, le aseguraba a su amigo que era un buena chica que estudiaría Economía ¿Cuántas malditas veces iba a tener que decirle que no haría nada de eso? Al parecer no lo entendía, o tal vez creía que terminaría cediendo y suprimiendo su opinión justo como su madre.
-¡Esa es una gran idea, Frederick! -La exclamación de Edward la hizo parpadear. -Claro que ______ estará encantada de ir con Johan al baile de su colegio, ¿verdad?
La mencionado rechinó los dientes hasta que creyó que iban a tronarle, ¿qué carajos le pasaba a su padre? Si tanto le gustaba ese chico que se quedara con él como hijo, pero que la dejara en paz a ella.
Le dio una mirada de reojo al muchacho, quien miraba su plato como si quisiera fundirlo, ¿a él también lo estaban obligando? Esperaba que así fuera. Se puso de pie, haciendo que la silla se arrastrara y creara un rechinido, todos lo miraron con curiosidad, sobre todo Johan; su padre, en cambio, lucía como un perro rabioso preparándose para morder.
-Lo lamento, pero eso no va a ser posible, mi padre no entiende que no debe meter su cuchara en mis asuntos. Si me disculpan.
Asintió como despedida hacia el señor Gold y salió del comedor y de la casa, sabiendo que lo que acababa de hacer acarrearía un montón de problemas, pues prácticamente había mandado al demonio al hijo del benefactor de la iglesia. Sin embargo, la chica creía que ya era hora de que el señor O'Connell abriera los ojos y dejara de ser
tan egoísta.*****
Más tarde entró a su casa, había pasado el rato recostada en su arboleda favorita sin hacer nada en particular, esperando a que pasaran las horas. Pensó que si dejaba que su padre respirara y se calmara enfrentarlo no sería tan difícil; pero no fue así.
Apenas puso un pie adentro, un puño se estampó en su rostro y la aventó hacia atrás.
-¡Edward! - Escuchó el grito histérico de su madre, los lloriqueos que siguieron después de eso, como su padre discutía y lanzaba insultos.
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La Sintonía de los Colores (Lauren Jauregui y tú)
Fanfiction________ y Lauren comparten un montón de secretos. No pueden negar que lo debería ser prohibido sabe como el paraíso. La atracción es real que se siente como chispas luminosas, y el miedo podría amenazar lo más bello que han tenido. Dos amigas, una...