Veintiséis

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Meses después...

Después del encuentro entre Normani y _______ la relación entre ambas se volvió incómoda, sobre todo porque las dos se habían dado cuenta de que había sido un error. Entonces la pelinegra decidió buscar un lugar propio, consiguió un pequeño departamento en un complejo algo deteriorado. Pero la gente era bastante amigable, así que adaptarse fue sencillo; básicamente se gastaba su sueldo en el alquiler, los servicios y la comida. A pesar del desliz, se hicieron buenas amigas, seguían trabajando en el mismo restaurante y platicaban mucho de sus vidas cuando no había gente.

La chica comprobó que Mani estaba enamorada de una joven que había conocido por Internet. Habían tenido una cita, y desde ese entonces la muchacha usó a la morena para tener sexo, pues ni en un millón de años aceptaría que sentía algo por ella, según sus propias palabras. Refugiarse en sus conquistas informales era un escape para olvidar con quién quería estar. La pelinegra se pregunto por qué alguien haría a un lado a una chica tan buena.

El padre de Camila Cabello cumplió su promesa de pagar sus estudios, y ni su hija ni la pandilla de la misma se volvieron a acercar a la chica. Ni siquiera se atrevían a mirar cuando pasaba cerca de ellas. Era un alivio, aunque si la hubieran provocado, ella no habría dudado en darles su merecido.

De su padre y de su madre no había vuelto a saber más que lo que escuchaba de vez en cuando, sobre todo las veces en que iban a supermercado y se encontraba a algún creyente de la comunidad del señor O'Connell. Ellos siempre se acercaban a saludar, más por curiosidad y morbo que por otra cosa, y le decían que la iglesia estaba más hermosa que nunca. _______ se alegró por ellos, quizá ahora podrían ser felices con un lindo piso en ves de su hija.

En la escuela iba bien, había enviado la solicitud para matricularse en la Facultad de Enfermería de la ciudad. Los resultados los recibiría pronto. Había elegido esa carrera porque quería ayudar a las personas, y cuando investigó le agradó el plan estudiantil, así que estaba entusiasmada.

Las cosas con Lauren, por otra parte, estaban estancadas. No se dirigían la palabra, no se miraban -solo a escondidas, cuando la otra no se percataba-, no habían vuelto a estar cerca desde el día del callejón. No era sencillo, aunque las dos luchaban con las ganas de olvidarlo todo e ir hacia la otra para empezar de nuevo. La pelinegra se sentía culpable porque su amiga ya no era la misma. La veía tan seria y distante con todos..... De ser una de las personas más alegres del instituto se convirtió en una persona fría que apenas hablaba con los demás.

Una semana atrás escuchó que había dejado el equipo de baloncesto, quiso preguntarle si estaba bien, pero se tragó todas las preguntas por temor a que ya no lo quisiera cerca después de como habían terminado la amistad. Lauren, en cambio, estaba más triste que nunca. Desolada porque no sabía cómo enfrentar el hecho de que había perdido a ________, infinidad de veces buscó inconscientemente su mirada entre el gentío, muchas otras tuvo que quedarse en el baño, pues no se atrevía a enfrentarla en las aulas, se había convertido en una cobarde.

Le dolía verla caminar sola por los pasillos, cuando antes no había poder humano que pudiera separarlas. El familiar vacío había vuelto a su pecho, y esta vez no había nadie a su lado, no estaba ella.

Para Lauren dejar el equipo había sido necesario porque ya no sentía la misma adrenalina al tirar, al encestar, al correr con el balón. Lo único que estaba haciendo era arruinarlos, alentar el juego. No iba a soportar permanecer en la banca si el entrenador lo ordenaba, así que prefirió buscar otro camino, uno que no la hiciera sentir tan miserable.

Su madre la había apoyado durante el proceso, ya que sabía lo duro que sería abandonar algo que creía que estaba hecho a su medida. Su sueño siempre había sido irse a alguna universidad importante, pero había cambiado y las cosas que antes eran importantes ya no lo eran. Iba a estudiar en una universidad local y sería una gran abogada, lucharía por serlo. Aunque primero iba a descansar.

La Sintonía de los Colores (Lauren Jauregui y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora