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Nanon, 22 años.

Estoy medio dormido, cuando escucho un estornudo a mi lado y giro con flojera, porque realmente estoy muy cansado.

—¿Amor? —pregunto suavemente en la oscuridad, porque tal vez Ohm no ha despertado por completo, y no quiero molestarlo— ¿Todo está bien?

Yo creo que no, porque ha estado todo el día con la nariz congestionada.

Pensé que una pastilla podía ser suficiente, y no le puse más atención.

—Lo siento —dice con la voz ronca, estirando su mano hacia mi rostro para acariciar mis mejillas— intenté no despertarte, bebé.

Me apoyo en una mano para levantarme, al notar que tiene los dedos helados.

Por eso, me acerco para chocar nuestras frentes y así comprobar su temperatura.

—Estás ardiendo, Ohm.

—Solo es el resfriado, ya va a pasar.

—Debiste avisarme si te sentías mal aún, estás temblando —susurro cubriendo su cuerpo, ya despierto por completo.

Ohm hace un pequeño puchero, que noto cuando prendo la lámpara.

Puedo ver en el reloj frente a mí que son cerca de las 3 am.

—No estoy tan mal, Non, pero ya no te acerques tanto, o voy a contagiarte.

Giro los ojos, estirándome de nuevo hasta estar sobre él, y le doy un beso rápido antes de ir a la cocina.

—Ya vengo —digo desde el pasillo.

Agarro los pañitos y el agua rápidamente, junto con el botiquín, y camino de nuevo a la habitación para ordenar todo, ya en la mesa.

—Non, no quiero molestar más —dice luego de estornudar otra vez.

—¿Por qué creerías que me molesta cuidarte? —pregunto caminando hasta su lado para colocar un pañito húmedo en su frente— ¿Te duele la cabeza, amor?

—No.

—Sin mentir.

—Un poquito —susurra mirando mis ojos.

Sé que quiere llorar.

Ohm es muy débil ante el dolor físico de su propio cuerpo, cuando yo estoy cerca, parece un niño cada vez que se enferma o debe ir al doctor.

—Vas a tomar una para el dolor, otra para la fiebre, y mientras descansas te haré un té.

—Bueno —dice haciendo un puchero.

—Te amo —susurro rozando sus labios— no te preocupes, te vas a sentir mejor, podrás dormir, y yo voy a cuidarte toda la noche.

Pecador | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora