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Nanon, 23 años.

Apenas despierto intento aferrarme al cuerpo de Ohm, pero no lo encuentro, así que abro los ojos y compruebo que ya se ha levantado.

A veces olvido que tenemos obligaciones diferentes y él tiene un horario más estricto.

Abrazo la almohada un momento con flojera, porque yo aún no quiero levantarme, sin embargo, el olor del desayuno es suficiente para estar convencido.

La radio en la cocina está encendida como siempre, y lo escucho tararear la canción que está sonando.

Arrastro mis pies al baño y agarro mi cepillo, mirando mi reflejo sin muchas ganas de tocar el agua fría.

Es fin de mes y el que arrienda seguramente ya va a pasar, así que me mentalizo para dar mi mejor actuación.

Se supone que Ohm es mi “mejor amigo” porque nadie quiere alquilarle un piso a dos hombres que son pareja, y la verdad es que ya tenemos varios años de experiencia con esto, y prefiero solo evitarnos problemas.

Siento que ya hemos podido establecernos en algo seguro, y no me gustaría arruinarlo.

Termino de cepillarme y camino hasta el comedor, optando por sentarme en las piernas de Ohm porque es más cómodo que las sillas.

—Buenos días.

—Hola —dice besando mi mejilla sin bajar de sus manos el periódico que está leyendo— ¿te sirvo el desayuno?

—Sí, por favor.

Le doy espacio para que se levante y veo el contenido en la hoja principal.

"El chico de iniciales D.B.C., fue asesinado a las afueras del bar, después de que el grupo de amigos descubriera que era gay, fue posteriormente violentado delante de su pareja con una botella, que destrozó..."

Me detengo porque no puedo seguir leyendo.

Escapar a la ciudad con Ohm, fue la mejor decisión que tomé en mi vida, pero aún hay muchas personas que no son muy diferentes acá.

Día a día veo casos así en los periódicos, y me agota.

Por eso, un tiempo atrás, mientras pensaba en todos los chicos que deben temerle al mundo, porque no quieren terminar en una página policial, tomé una decisión.

Hacer algo al respecto.

Llegué a la conclusión de que gran parte del problema es la información que las personas transmiten, y para ayudarlos a dejar su ignorancia, decidí educarme primero a mí mismo.

De esta manera, puedo comprender mejor lo que quiero enseñarle a la gente.

Me levanto para caminar al escritorio de la sala y muevo el folder que está encima en el cajón.

Esos papeles son formas y anexos que he ido preparando hace mucho tiempo, para algo que me hace mucha ilusión.

Adoptar a un niño.

Tal vez no estoy listo aún, pero he ido juntado todo lo que necesito para hacerlo, y me gusta aprender sobre la crianza, porque antes de tener un hijo quiero asegurarme de que seré un buen padre en todo aspecto.

Aún así, dentro de mí, tengo una certeza que intento ignorar, y es que no creo que nos permitan hacer algo así.

Pero supongo que soñar está permitido también para mí.

Debajo, tengo otro archivador con papeles escritos por mí de la información que vengo recolectando hace unas semanas.

Necesito ayudar a los chicos que son como yo.

No creo que todos tengan la suerte de tener a un Ohm a su lado, y me gustaría explicarles que nada está mal en ellos, aunque el mundo les quiera hacer creer que sí.

Pienso que Dios me ha estado preparando para eso.

Desde niño, a pesar de las cosas que escuchaba en la iglesia, tuve una conexión diferente con él, siempre he creído que Dios no puede tener un mensaje de odio, sino uno de amor, y quizás yo tengo que darlo.

Pecador | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora