Nanon, 35 años.Sé que Ohm no ha dormido mucho, porque cuando abro los ojos al despertar, está leyendo el frasco de pastillas, acostado a mi lado.
—Hola —susurro frotando mis ojos con una mano.
Al bajar la mirada, noto que tengo una pierna sobre su cuerpo, que seguramente subí por costumbre, cuando estaba dormido.
No puedo pasar un minuto sin ocasionarme alguna vergüenza.
—¿Cómo estás? —pregunta tocando mi frente— ¿Te sientes mejor?
—Algo —digo asintiendo— lamento que hayas tenido que quedarte.
—¿Por qué lo lamentas? —responde con una pregunta, revisando mi pulso con sus dedos en mi muñeca.
—Tendrás problemas por esto.
—De todos modos, no tenía un lugar donde dormir, ayer salí de casa sin intenciones de volver.
—¿Por qué?
—First es algo… no es… no lo entenderías.
No quiero insistir en eso, así que solo me quedo en silencio.
Eso significa que pelearon, supongo.
—Oye —dice captando mi atención— son casi las 12, dormiste mucho, tuve que acercarme varias veces a comprobar que seguías respirando.
Sonrío porque es gracioso como explica lo que pasó.
—No tengo tanta suerte como para morirme tan fácil.
Traté de que no sonara tan serio, pero él cambia de actitud rápidamente.
—¿Por qué sigues diciendo cosas así?
—No lo sé —susurro ocultando mi rostro en la almohada.
—Si lo único que hace un doctor por ti, es darte pastillas para dormir, tal vez deberíamos buscar otro.
—¿Deberíamos?
—Me pediste que no te fuera a buscar porque estabas bien así, y me prometiste que allá serías feliz, así que me mentiste, y sabes perfectamente que no voy a dejarte solo si no estás bien.
—Lo sé, pero no quiero molestarte más con esto, Ohm, llevas media vida tratando de ayudarme con cada aspecto malo de mí, como si tuvieras un complejo de héroe, ¿no te cansa tener que cuidarme de mí mismo, todo el tiempo?
—¿Por qué creerías que me molesta cuidarte? —pregunta acariciando mi cabeza— supongo que, de tu lado no ves todo lo que hemos pasado de forma objetiva, porque si empiezo a contarte mi versión de nuestra historia, entenderías que muchas veces me he sentido como tú ahora, y tú eres el héroe en mi vida.
Tengo el nudo en mi garganta creciendo, porque había olvidado lo bien que me siento cada vez que me habla.
Ohm siempre ha sido ese impulso en mi vida para animarme a ser alguien mejor, y yo siempre intenté ser lo mismo para él, pero después de Matt, no me sentí capaz de seguir siendo la persona que merece a su lado.
—Quiero salir a comprar algo para que comas, pero no me siento capaz de dejarte —dice acomodando mi cabello.
—No haré nada, Ohm, no tienes que preocuparte.
—No estás entendiendo.
—¿El qué?
—No me siento capaz de dejarte —repite apoyándose en la almohada— y te tienes que disculpar conmigo por haberme mentido para que no vaya a buscarte.
—Pero ahora estás enamorado, ¿acaso no te pone feliz que yo te haya dado la oportunidad de que ocurra?
—Ah.
Lo miro detalladamente porque hace algunas muecas, como si quisiera explicar algo.
—Bueno, no tienes que disculparte, Non, puede quedar en el pasado.
—¿Qué?
—Mentí un poco también —responde desviando la mirada.
—¡Ohm!
—Me dijiste que no me amabas más, Non, y que no había forma de volver a estar juntos, porque tú estabas bien allá, así que no quería que sientas que yo estaba triste por tu culpa, porque te conozco, y siempre te preocupas por mí, así que creí que te haría feliz saber que yo estaba feliz.
Tiene sentido que lo haya pensado así.
—Ah, sobre eso, también mentí, es una historia graciosa, porque nunca dejé de amarte, pero creí que, si te lo decía, ya no estarías preocupado por mí, y si me creerías que estaba bien.
Me río porque Ohm hace un gesto exagerado para demostrarme que está ofendido.
—Lloré por días sin detenerme, después de que me dijiste eso, Nanon, Dios te perdona por gay, pero no por mentiroso.
Sé que ambos sabemos que no es momento de hacer bromas así, pero se lo agradezco porque después de años, siento que mi risa es real.
Aún tenemos esa charla larga y seria en la que probablemente terminaré llorando por horas, pero nunca es incómodo con él.
Amo tener de vuelta esa sensación de estar junto a la persona que quiero a mi lado.
Porque Ohm nunca fue solo mi novio, es también mi mejor amigo.
—¿Por qué me miras? —pregunta hundiendo su dedo en el hoyuelo de mi mejilla derecha— ¿Vas a declararme tu amor?
—Sí, te miro porque acabo de recordar que eres la persona que más amo en la vida.
Cierro los ojos porque me pega a su cuerpo, rodeándome con sus brazos, y sonrío.
Lo necesité muchísimo, y ahora está acá.
—Aún tenemos cosas que solucionar —dice besando mi frente— pero hay mucho tiempo para eso, porque ya no te dejaré irte.
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Pecador | Ohmnanon
FanfictionNanon hizo un cambio en su vida para servirle a Dios cuando entendió que ser gay era un pecado.